Guerra de Nieve

[Josephine Harrington]

((Rvo QuaffleHead))

Era la última visita del año a Hogsmeade, las vacaciones de Navidad se acercaban y las fiestas y los intercambios de regalos, la parte favorita de los niños, se había convertido en una pesadilla para Jo. Era mala eligiendo regalos, había gente que lo hacía pensando en lo que le gustaba a la otra persona, otra que se basaba en lo que podían necesitar y por último estaba la gente como Josephine, que regalaba tonterías inútiles que a ella le parecían geniales. Quería aprovechar la tarde para elegir algo para sus hermanos y para Leo. Las primeras semanas habían sido difíciles, en vacaciones se había enterado del beso que se habían dado con Winnie y le había costado relacionarse con su amiga como siempre. Habían vuelto a acercarse cuando debieron enfrentar la acusación de hacerle bullying a la demente de Charlotte. SharrrrrloT. Le costaba horrores pronunciarlo y no tentarse de decirle boca de pato. Se había obligado a llamarla así para que terminara con esos rumores de que ellas le hacían bullying, cosa que no era cierta!!

Ahora caminaba luego de haberse separado del grupo, para comprar esos regalos con algo de dinero que su mamá le había mandado con la última lechuza. Llevaba las manos cubiertas parcialmente con unos guantes que tenían la parte de los dedos abierta, por lo que cada tanto frotaba sus manos para intentar darse calor. Estaba parada frente a uno de los ventanales, observando una cajita de música que sería ideal para Diana. Sin saber por qué en su mente se disparó el recuerdo del regalo de Scott el año anterior... el caballito que se movía mientras lo mantuvieras alimentado. Los últimos meses lo había descuidado pero aún lo guardaba celosamente en su baúl. Con la mirada perdida en la vidriera, no reaccionó hasta sentir la campanita de la puerta del local abrirse. Cuando corrió la vista y lo reconoció ya era tarde.

[Josephine Harrington]

Ella no lo odiaba, por primera vez no estaba enojada con él, pero tampoco sentía que estuvieran bien, no hasta que él dejara de gustarle y para eso necesitaba que no fueran amigos. Eran compañeros, intentaba no pasar tiempo a solas con él y lo venía logrando, hasta que la Navidad y los regalos parecían tener ganas de juntarlos.

Jo se quedó paralizada también unos segundos, debatiéndose en su mente a toda velocidad qué hacer, estaba en esa situación incómoda en que hubiera querido desaparecer si ya tuviera licencia para hacerlo. "Hola" respondió, quitándose cabello del rostro y descartando la posibilidad loca de salir corriendo, no, tenía que enfrentar la situación como gryffindor y no como gallina. Movió levemente la cabeza como tentada de mirar hacia sus costados con la pregunta de Scott. "S-sí" contestó insegura antes de chequear "¿Qué? ¿Hay algo?" preguntó ahora sí mirando a su alrededor, mirá si había aparecido de la nada algún bicho o algo. Toda la situación la ponía nerviosa, así que hasta que se calme va a actuar más tonta de lo habitual.

[Josephine Harrington]

Primero negó con la cabeza y luego levantó la mirada y buscó dentro del local por si él también estaba con quienyasabemos. No la nombremos, como a Voldemort, por las dudas de que aparezca.

"Sí, tengo que comprar unos regalos para Navidad" le explicó volviendo a mirarlo, todavía algo nerviosa "¿Tú? ¿tampoco estás con... ya sabes?" quiso asegurarse de que la boca de pato no saliera de repente del local y los viera hablando juntos, no tenía ganas de pasar un mal momento y prefería irse antes si era así. Guardó las manos en los bolsillos de su campera por un instante, mientras dudaba en qué hacer con sus piernas, si acercarse o alejarse.

[Josephine Harrington]

((Gracias, igualmente <3))

Es cierto, si labocadepato Sharrrlottt anduviera por ahí, ya lo hubiera notado, pero Jo estaba reticente a quedarse e insegura de socializar con él. Hasta que la aparente confusión de Scott con respecto a quién se refería con su pregunta la hizo sonreír apenas "Sí, Chase..." le siguió el juego.

Descruzó las piernas y, tomando aire, decidió ceder y acepar que sí, que aunque no había buscado compañía para esa tarde, sí quería SU compañía. Asintió moviendo levemente la cabeza "Bueno" aceptó y sacó las manos de los bolsillos, como dándose ánimos para comenzar con la tarea "Estaba pensando en comprarle esa cajita de música a mi hermana" le contó señalando a la vidriera del local "¿Tú no encontraste nada?" quiso saber. Mientras más conversación generara, mejor, la hacía olvidar que estaba interactuando con él.

[Josephine Harrington]

Ella sabía que el sabía...♪♫ pero también prefería dejar morir el tema ahí.
Jo sonrió automáticamente al ver al conejo con vestido, alzando las cejas y acercándose para tomarlo un instante para verlo "Es genial!" dijo entusiasmada tocándolo "Estoy segura de que a..." levantó la mirada al darse cuenta de que quizás estaba actuando con demasiada confianza "Cristine le va a gustar" completó la frase antes de extenderle el muñeco para devolvérselo.

"Si, es para ella... aunque es difícil elegirle regalo" le explicó, volviendo a meter las manos en los bolsillos para no mandarse más macanas. Diana ya no era una nena como Cristine, a medida que crecía se hacía más difícil saber qué podría gustarle, aunque Jo no hacía el ejercicio de pensar qué podría querer, solamente con Winnie porque compartían mucho tiempo juntos y era más fácil. La cajita de música le gustó a ella y suponía que a Diana le pasaría igual. No era infantil pero tampoco una de esas cosas de adolescente, como maquillaje o perfumes, que ella no entendía. "¿Me compañas?" preguntó pasando al lado de Scott, dispuesta a entrar al local.

[Josephine Harrington]

La relación entre ellos era tan extraña, y estaba tan acostumbrada a que Scott se fastidiara, que no sabía cuándo lo que hacía era un exceso de confianza y cuándo estaba bien. Jo actuaba con él como si fuera un gato asustado intentando entrar en confianza. No la daba por sentado.
"Sí..." contestó, aceptando que su hermana menor era femenina, no era difícil serlo comparándola con ella. Lo sabía así que no le molestó que Scott se lo hiciera notar, simplemente lo miró antes de pasar junto a él para entrar "Gracias" murmuró al ver que él le sostenía la puerta. Se sentía todo tan raro... pero le gustaba lo que sucedía.

Compró la cajita de música para Diana y pidió que la envuelvan para regalo. Una vez que tuvo la bolsita verde con un moño dorado en su poder, volvió a mirar a Scott "Todavía tengo que elegir algo para Winnie y Jack..." le explicó mientras salían de la tienda "Si tienes alguna idea, me vendría bien la ayuda" le dijo porque todo ese asunto de comprar regalos iba a llevar un rato más, todavía no había pensando nada para ellos "Aunque si estás ocupado, no quiero molestarte" la cabeza de Jo era una confusión. Quería que él se quedara con ella un rato más, pero se sentía todavía rara con esa situación, no sabía relacionarse con él sin estar peleados, enojados o jugando quidditch. Lo miró expectante, que decidiera él, ella no podía. Se limitó a restregarse las manos al sentir el frío de nuevo al salir del local.

[Josephine Harrington]

Por eso vamos a darle el beneficio de la duda, le quedan pocas chances con Jo y va a tener que jugarlas bien para que esta historia tenga final feliz.
Sonrió, algo incómoda cuando él repitió el apodo de Winston. Le salía natural llamar así a su hermano y creyó que Scott ya la había escuchado decirle así o que estaba al tanto. Después de todo, sus apodos se expandían, en cualquier momento lo empezaban a llamar cabeza de quaffle a él (?). "Sí, es que... yo le digo así, porque los nombres que nos pusieron nuestros papás son horribles" le explicó y se incluyó para que supiera que no lo hacía de soberbia, ella también odiaba su nombre, por eso prefería que la llamaran Jo.

Aunque él no dijera nada, entendió que iba a quedarse con ella haciendo las compras de los regalos. Se sintió emocionada por la idea pero intentó seguir como si nada. Lo señaló, contenta "Guantes, me gusta" sweater no porque no le daba el presupuesto, los Harrington no tenían tanto dinero "Y a Jack una bufanda, es perfecto!" siguió el hilo de la idea, sintiendo que había matado dos pájaros de un tiro "¿Tu necesitas ayuda?" preguntó entonces antes de comenzar a caminar hacia alguno de los locales de ropa.

[Josephine Harrington]

Jo lo miró, dudando sobre empezar a caminar, porque por la manera en que la miraba y sus bufidos y suspiros creyó que ya le había pelado los cables de nuevo sin notarlo. ¿Ahora qué había hecho? se preguntó antes de quedarse sin saber qué decir al saber lo que Scott opinaba de su nombre. Alzó apenas las cejas, sintiendo que iba a volver a bajar las defensas y no quería eso, derretirse como un cubito de hielo por la primera cosa amable que le decía no estaba bien. Aprovechó que él parecía también querer hacerse el desentendido del asunto y sólo murmuró "Gracias" antes de echar a caminar.

Y ahí iba otro suspiro... volvió a mirarlo dudosa y se sintió aliviada cuando supo que el dolor en el trasero eran sus hermanas y no ella. Pobres Anne y Elsa. "¿Chocolates?" repitió porque sonaba tan simple que parecía algo digno de ella, que cuando era pequeña le regalaba 'vales' a su mamá para que los intercambiara por abrazos o por favores para que Jo hiciera cosas que se negaba. Era como un vale para concederle un deseo. "Una vez con Diana armamos una caja con golosinas para Winnie" le contó "Ella sabe más de esas cosas que yo, pero le pusimos varios regalos y dulces adentro, aunque fueran chiquitos, y papeles de colores, una carta y un par de cromos que no había podido conseguir" quizás le servía la idea de la caja sorpresa, ¿quién sabe?

[Josephine Harrington]

A medida que caminaban, Jo iba intentando relajarse. Charlar y conocerse más ayudaba. Lo miró interesada, divertida por saber que Scott tenía una hermana que también prefería cosas de chicos. "¿En serio?" preguntó sonriente "Suena a que es cool" dijo y volvió a mirar al frente, apretando la bolsa del regalo de Diana.
La pregunta de Scott la tomó por sorpresa, realmente no había pensando en qué le gustaría que le regalaran. La mayoría de las veces pedía algo que había visto en alguna tienda que le había gustado y que no tenía el dinero para comprar, otras veces pedía algo que se le había roto y que necesitaba reemplazo pero esta vez estaba llegando la Navidad sin tener idea.

"No sé..." alzó los hombros "Algo que me sorprenda" improvisó, pensando en voz alta "como cuando éramos chicos... ¿no te pasaba que todo lo que te regalaban era nuevo y parecía genial y sorprendente?" buscó saber si a él le había pasado lo mismo. Extrañaba abrir algo sin saber qué era, cómo se usaba. "¿A ti que te gustaría?" quiso saber, pasándole la palabra rápido, porque sentía que su respuesta había sido super tonta.

[Josephine Harrington]

Jo siempre pensó que las hermanas de Scott eran todas unas señoritas, delicadas, las imaginaba riendo y fastidiándolo, después de todo siempre parecía que ellas eran la causa de que a él le desagradaran tanto las chicas. Nunca pensó que una de las hermanas fuera.. diferente. Sonaba a una chica con la que ella podría entenderse.

Sonrió, tentada de risa por la imagen de la comida mordida envuelta para regalo. Totalmente Chase se merece algo así! "A mí también" reconoció que sería un buen efecto sorpresa "Sería un gran regalo en broma... debería dárselo a Diana antes de la caja de música" Rió tentada por molestar a su hermana menor "Es que no sé, me gustaría algo como..." y se detuvo un instante al darse cuenta que el ejemplo que acababa de ocurrírsele al pensar cuándo fue la última vez que un regalo la maravilló "Ya sabes, el... caballito" soltó hablando más bajo como si quisiera que él no entendiera "Ese que se movía" sí, en pasado, porque el pobre Scott-cabeza-de-quaffle ya quedó rígido como estatua.

"¿En serio? ¿Comida?" preguntó sorprendida por la respuesta del chico "Pero así no recibes nada que puedas guardar..." para Jo el fin de los regalos era poder verlos o utilizarlos, que perduraran en el tiempo y quizás te hicieran recordar a la persona que lo regaló.

[Josephine Harrington]

Lo miró sintiéndose algo aliviada porque él no comentara nada del caballito, no parecía haberle llamado la atención que ella aún lo recordaba y, sobre todo, lo tenía guardado, pero esperaba haberle graficado lo que le gustaría como regalo. Algo para jugar, básicamente. En ese sentido, Jo no había madurado.

Inclinó apenas la cabeza, considerando todo el tema de la comida como regalo. "Pero una vez que te la comiste, ya está... no te queda ningún recuerdo" intentó hacerle entender su punto de vista "Igual supongo que sirve como regalo" alzó los hombros. Jo se detuvo en una de las tiendas, la vidriera le llamó la atención no sólo porque vendían ropa de abrigo, que era lo que necesitaba para comprarle a sus dos hermanos, sino que estaba encantada para que pareciera una bola de cristal, en la que caía nieve constantemente. Jo amaba ver nevar así que se quedó hipnotizada tras el vidrio unos segundos "¿Me acompañas?" le preguntó dispuesta a entrar.

[Josephine Harrington]

Había comenzado a subir los dos escalones de madera que facilitaban el acceso a la tienda, cuando la idea del chocolate caliente la hizo levantar la cabeza y mirarlo intentando ocultar que estaba sorprendida por la idea de Scott. Le gustaba la idea, sentía los dedos fríos debajo de los guantes, así que superando los nervios que la situación le creaba asintió con la cabeza "Estaría bien..." respondió sonriendo a penas.

Dentro del local Jo comenzó a husmear entre los estantes y la ropa colgada, hasta que sobre una mesa encontró lo que buscaba, los accesorios de invierno. Tomó una bufanda roja para Winnie y unos guantes negros para su hermano mayor. "¿Te hubiera gustado tener hermanos varones?" le preguntó a Scott de repente, dándose cuenta de lo suertuda que era de tener a Winston y a Jack, no sólo porque no tenía que seguir rompiéndose la cabeza pensando en regalos complicados para chicas. Giró a mirarlo ya con las cosas en las manos.

[Josephine Harrington]

Tenía suerte que Jo fuera simple como un varón, no iba a quedarse pensando mucho tiempo ni siquiera si los colores que había elegido les gustarían a sus hermanos. Ellos tampoco se fijarían, eran hombres! Además todo el asunto de hacer compras la aburría, quería terminar rápido, sobre todo porque ya no significaba despedirse de Scott, sino que terminar era un pase directo a tomar un chocolate caliente reparador.
No se dio cuenta que él la estaba observando mientras elegía los regalos, se hubiera puesto el doble de nerviosa, solamente caminó hacia uno de los empleados para informarle que llevaría esas prendas y que las necesitaba envueltas para regalo. Mientras buscaba el dinero para pagar lo escuchó a Scott, se sentía más tranquila si mantenía la mirada en otro lado y se mantenía ocupada mientras hablaban. "¿Legado familiar?" repitió porque fue lo que más le llamó la atención de la respuesta del chico. Ella no sabía exactamente lo que se sentía tener un peso familiar, porque toda esa parte se la había llevado Jack al ser el mayor. Los años de diferencia entre él y el resto de sus hermanos era por algo: su padre, Cameron, tenía miedo de que sus hijos también fueran squibs y por eso se había negado a tener más niños una vez que Millie quedó embarazada. Cuando a los siete años Jackson comenzó a dar señales de magia, todo cambió.
Sonrió "La parte pesada de mi papá se la llevó Jack" le confesó "Tuve suerte de no ser la primer hija, además de que tener hermanos varones es genial" volvió a levantar la mirada cuando encontró las monedas que buscaba "Pero igual tuve que soportar todo el bla bla bla de 'eres una señorita'" movió la cabeza, imitando a su papá "Todos los padres esperan algo" alzó los hombros, como resignada.

[Josephine Harrington]

Espero a su turno para pagar, y fue escuchando a Scott, conteniéndose de hacer comentarios que le salían espontáneos porque lo que escuchaba la llenaba de preguntas y un poquitito de indignación. ¿Cómo podía ser eso de que sólo los hombres heredaran? ¿Estaban en el 1800? Bueno, si aún existían los matrimonios por compromiso entre las familias mágicas, no debería sorprenderle esas reglas de juego en la familia de Scott... pero Jo no las comprendía, le parecía una barbaridad.

"¿Y si decidiera cambiar la tradición?" dejaría de ser tradición, Josephine. Apretó los labios antes de comenzar a caminar para salir de la tienda "Es decir, es injusto que tus hermanas no puedan heredar nada" el machismo le molestaba un poquito. El ruido de la campanita de la puerta la distrajo un poco y la bocanada de aire frío hizo que cruzara los brazos mientras esperaba a Scott para seguir caminando juntos "No, mi papá es más el de los sermones..." comentó sonriendo apenas "No le resultaba muy divertido que anduviera haciendo... ya sabes" sí, simeadas, como a Scott le gusta decirles. Sin embargo dejó de sonreír cuando escuchó que a la madre de él le parecía terrible que su hija quisiera casarse con un muggle. "¿Y eso qué tiene de malo?" preguntó alzando apenas un hombro, sin verle lo dramático. ¿No podía heredar ni tampoco casarse con quién quisiera? Por Merlín.

[Josephine Harrington]

Su lado feminista se tranquilizó al saber que las hermanas heredarían algo, e intentó entender lo que le explicaba Scott para encontrarle algo de lógica al accionar de familias mágicas como la suya, Jo venía de un padre squib bastante estricto pero no tenían ese tipo de tradiciones. Gracias a Merlín. "O sea, ¿que tú vas a quedarte con el viñedo y trabajar ahí?" preguntó para saber si había comprendido, además de que no tenía idea de que Scott ya tenía su futuro bastante armado, lo quisiera o no.

Sonrió ella también "Sí, bastante" había sido una pesadilla para su papá hasta que se fue a Hogwarts y el nivel de los retos disminuyó bastante, pero su hermana menor crecía y se convertía en un marco de referencia para todo lo que Jo no era o no había sido... porque había cambiado bastante, en parte gracias a Scott "Odias levantarte temprano ¿no es cierto?" preguntó también entre risas porque desde los primeros días en Hogwarts había notado la cara de mal humor del chico durante los desayunos y las primeras clases del día. A medida que el tiempo pasaba, Jo interpretó que ese era el humor habitual en él, teoría reforzada porque cada vez que se encontraban terminaban peleando.

Él no respondió su pregunta acerca de qué tenía de malo que su hermana mayor estuviera enamorada de un muggle, pero Jo comprendió por todos los datos que ahora tenía que la familia de Scott no era nada fácil. En lugar de insistir, prefirió preguntar "Entonces... ¿a dónde vamos? ¿Las tres escobas?" y lo miró dudosa, por si él se había arrepentido de su ofrecimiento de tomar chocolate.