Al paso

[Allegra Smethwyck]

Allegra no tenía una emoción tan clara que predominara esa mañana en su cuerpo. Por un lado estaba ansiosa por la vuelta a Hogwarts, por estrenar unas pinturas que sus padres le habían regalado antes de partir esa mañana hacia King Cross, por reencontrarse con Violet y, no voy a mentir, con Ricky también. Había pasado varios días de ese verano preguntándose cómo estaba, sin animarse a escribirle una carta pero deseando que continuara con sus esfuerzos por bajar de peso, que era tan importante para él. Sin embargo, también estaba triste por haberse despedido de sus papás y de sus hermanas. Faltaba un año aún para que Mía compartiera con ella ese viaje en tren, carta de Hogwarts mediante.

Había deambulado por el pasillo luego de dejar sus cosas, buscando a Violet porque no la había visto en la estación, cuando una voz la sobresaltó. Giró enseguida a verlo, poniéndose roja como un tomate, creyendo que realmente había hecho algo malo. Iba a ser todo un logro, una quita de puntos antes de siquiera llegar al castillo. Quizás era el karma por haber mojado toda la alfombra de la sala común el año anterior. No fue hasta que Ricky estuvo lo suficientemente cerca que lo reconoció, algo más delgado y con una insignia de prefecto sobre la túnica. Aún sonrojada, exhaló aliviada y le devolvió la sonrisa, antes de abrazarlo, contenta de verlo. Ok, quizás era mucho, pero habían sido dos meses sin noticias de él.

[Allegra Smethwyck]

Ella no le había devuelto el saludo más que con una sonrisa y un abrazo no sólo porque se estaba recuperando del susto, sino porque era bastante básica. No se daba cuenta que a veces sus modales escaseaban, que parecía recién venida del campo y que se quedaba corta, a mitad de camino. Cuando se despegó de él y Ricky le marcó que no lo había saludo apropiadamente, volvió a enrojecer levemente pero sin dejar de sonreír.

"S-sí, hola, perdón" dijo todo junto "Es que... no te había reconocido" dejó de mirarlo al rostro para bajar la vista hacia la túnica y la placa de prefecto "Me diste un buen susto con eso..." la señaló "Felicitaciones" volvió a sonreírle para que supiera que se ponía contenta porque lo hubieran elegido a él para ser el nuevo prefecto de quinto año, imaginaba que para Ricky era un logro al igual que el peso que había perdido. "¿Cómo estás?" le preguntó mirándolo interesada en saber todo.

[Allegra Smethwyck]

El pobre Ricky estaba ciego... Allegra estaba lejos de ser perfecta, era medio quedada, no era ni la mitad de inteligente que él y no sentía que había hecho tanto por su amigo y su problema de peso. Lo había ayudado diciéndole qué cosas le convenía comer, porque recordaba a su padre con su obsesión por los alimentos y la higiene (no le importaba que la leche ya se pudiera consumir, él necesitaba hervirla de nuevo, por las dudas) y las porciones que servía su madre, básicamente a fuerza de pobreza y no porque quisieran adelgazar. También había contribuido robándole las bolsitas de golosinas y comiéndoselas ella, y cenaba al lado de él para poder quitarle la última papa a su plato y que Ricky no la comiera. Se puede decir que se beneficiaron mutuamente.

Había abierto la boca para responder pero la segunda pregunta de Ricky la obligó a reír "No, no lo eres" negó con la cabeza "En realidad, no lo extrañaba" estaba bien en su casa, con su familia, durmiendo con sus hermanas, se había acostumbrado de nuevo a su cama, a compartir las comidas con ellos, dibujar con su hermana menor y pelearse un poco con Mía "Pero sí estoy ansiosa por probar unas pinturas que me regalaron" le sonrió para que no se sintiera solo en su emoción por volver a clase, además podía entenderlo, tenía una placa de prefecto en el pecho, seguro que estaba emocionado! "¿Quieres verlas?" le preguntó como si a Ricky le interesaran sus pinturas, pero para Allegra se habían convertido en su cosa favorita en el mundo.

[Allegra Smethwyck]

Allegra notó en la expresión que puso Ricky que se había olvidado de un detalle: a su amigo no le entusiasmaba el arte ni siquiera un poquito. Se lo había dejado en claro el mismo día que comenzaron a hablar, ella casualmente mendigándole grageas. Se sintió culpable e intentó pensar de qué manera eso podía dejar de ser una tortura para el pobre Ricky.

"¿Seguro?" le preguntó dándole la oportunidad de escaparse "Ahora debes tener muchas cosas que hacer, eres un prefecto" lo miró para que supiera que entendía lo que le pasaba "Si estás ocupado, yo lo entiendo" movió las manos medio nerviosa porque no sabía si se entendía lo que quería decir. Quería que se quedara y charlara un rato con ella pero tampoco incomodarlo ni hacerlo perder tiempo con sus ñoñadas de pinturas y dibujos.

[Allegra Smethwyck]

No, no estaba muy enterada de que las hormonas de Ricky hacían que ella le llamara la atención. Al contrario, estaba convencida de que era una mezcla de amiga con hermana menor para él, que era ella sola la que se ponía nerviosa porque este nuevo Ricky flaco y alto la intimidaba un poco (ya no era un nene regordete que podía perfectamente ser amigo de alguien como ella) y sus ojos le gustaban tanto que temía que Ricky le leyera la mente y supiera que pensaba esas cosas. Volvería rara la amistad y no quería eso, porque no tenía mucha gente con quien hablar además de Violet.

Dio unos pasos hacia atrás, obedeciendo, para guiarlo hasta el lugar donde había dejado sus cosas a unos pocos metros de donde estaban parados, hasta que la risa de Ricky la descolocó. Lo miró sonriente, antes de negar con la cabeza porque el chiste era una autocrítica que Allegra sentía que él no se merecía "Tú tampoco lo eres..." le avisó por si lo único diferente que había notado en el espejo era la placa de prefecto "No digas esas cosas" le pidió mientras caminaba y le hacía una seña para que la siguiera. Igual, si lo pensaba bien, hasta era un avance que se permitiera bromear con algo que antes lo llenaba de enojo. Casi la mata cuando pensó que ella le había dicho gordo, y ahora él mismo se reía de eso.

[Allegra Smethwyck]

Negó con la cabeza y sonrió a la par que abría la puerta del compartimiento donde dejó su bolso con el uniforme y algunas cosas que no había querido abandonar con su baúl. Se sentía poco interesante cuando Ricky hacía esas preguntas, imaginando que quizás él esperaba que le contara de sus vacaciones en una playa lejana o visitas a parientes en otras ciudades o alguna aventura. Las vacaciones de Allegra eran iguales desde siempre. Pasaba el día pintando, jugando con sus hermanas, ayudando a su mamá a cocinar o limpiar. Los fines de semana, si su papá no estaba muy cansado, quizás las llevara a pasear a un parque. Nada más.

"Dibujé mucho, quería mejorar para cuando volviera al club" le contó antes de sentarse y comenzar a hurgar en su bolso "Aproveché a estar con mis hermanas, un par de veces fuimos a un parque..." intentó rellenar la respuesta "Nada especial" alzó los hombros mientras iba sacando los potes de pintura brillante y pinceles nuevos "¿Tú qué hiciste?" quiso saber porque habían sido dos meses largos sin noticias de él.

[Allegra Smethwyck]

Como quería ser diseñadora, Allegra sentía que tenía mucho que mejorar, que hasta que no pudiera dibujar a la perfección lo que se imaginaba o copiar otros diseños, no servía toda la creatividad que pudiera tener con los colores u otras formas de arte. Obvio, estaba siendo demasiado exigente, pero era lo que le gustaba y creía que serviría para mejorar la situación económica de su familia. A duras penas su papá podía pagar los gastos de su educación en Hogwarts, no imaginaba cómo sería todo si al terminar no pudiera trabajar en lo que sentía que era buena. El año próximo su hermanita comenzaría también la escuela y eso empeoraría las cosas... aunque era obvio que Mía iba a heredar todas las cosas rotas del primer año de Allegra.

No se emocionaba por volver a Hogwarts básicamente porque todavía no sentía la rebeldía adolescente de querer estar lejos de sus papás controladores, todavía se sentía cómoda con sus hermanas, quería quedarse en casa unas semanas más, no tenía ganas de volver a luchar con las materias que le costaban ni volver a convivir con tanta gente.
Sonrió mientras le mostraba las pinturas que iba sacando "Deberías estar muy orgulloso de haber resistido la tentación de probarlos" le aseguró y lo miró asintiendo con la cabeza "Aunque no va a ser un secreto, se nota el esfuerzo que hiciste" le aseguró porque ya no era una dieta silenciosa como la del año anterior, habían pasado meses, sus compañeros iban a notar pronto los kilos que Ricky había perdido.