Cerveza por hidromiel

[Simon OHare]

Simon quería festejar su cumpleaños atrasado, porque no había podido ir a Hogsmeade hasta dos fines de semana después de la fecha. Casi tres. ¡Y había cumplido 17 años! No podía no festejar su casi adultez. ¡Hasta se afeitaba un poquito una vez por semana! No es que se le fuese a notar mucho si no lo hacía, pero pararse delante del espejo con una rasuradora y el frasquito de espuma lo hacía sentir un Señor. Señor con mayúscula, porque hasta se ponía colonia de hombre después de hacerlo y se bancaba el ardor sin chillar, como debía.

Así que allí estaba, sentado en una de las barras laterales de las Tres Escobas, tomando una cerveza de manteca, resignado. Le había estado insistiendo un rato a Madam Rosmerta para que le vendiera un vaso de hidromiel, pero ella al final le había sonreído con algo de ternura y le había puesto una jarra de cerveza de manteca y dos vasos limpios delante, dejando claro que ahí se acababa la discusión.
Simon se había llevado ambos vasos y la jarra a la primer barra libre que vio lejos de ella, un poquito resentido, pero ya volvía a estar de buen humor y disfrutaba el sabor de la cerveza caliente. Solo le faltaba alguien que quiera compartir un rato con él. ¡El vaso libre ya lo tenía!

[Simon OHare]

((Adelante! No quiero que Jesse me pegue, así que prometo no dejar que te abuses de mí -??!!-))

¡Tener enamorados y enamoradas pequeños es un honor! Simon tiene algunas de segundo y tercero, que él recuerde (tiene poca memoria, pero no para las chicas, por más pequeñas que sean), y siempre se sintió bien al verlas cuchichear entre sí cuando él pasaba. Quizás lo observaban porque es un poco payaso y les hacía caras... ¿Quién sabe? Pero él en el fondo piensa que lo ven como un sex symbol a pesar de las payasadas, déjenlo ser feliz.

Cuando escuchó a Lauren, se dio vuelta y le dedicó una sonrisa de oreja a oreja (sin llegar a lo creepy del Rictusempra, se entiende). "¡Lauren! ¿Pastelillo...?" preguntó antes de bajar la vista a la bandeja. Y ahí los vio y levantó las cejas asintiendo, a modo de 'Hell yeah!'
"¿Te puedo ofrecer cerveza de manteca a cambio?" le ofreció, mientras alejaba un poco de la barra el banco que tenía al lado para que ella se sentara.

[Simon OHare]

No debe ser lindo que te acosen así, tienes razón. Es preferible que la gente no se entere de cuántas veces vas al baño en un día, por ejemplo.

"No, Madam Rosmerta me dio dos vasos sin preguntarme, y me los llevé por si alguien quería festejar conmigo" le dijo mientras le servía de la jarra. "¡Fue mi cumpleaños!" le recordó. Aunque quizás ella ya sabía. Simon no era demasiado vergonzoso en cosas como pedirle a los profesores que extiendan el plazo de alguna tarea porque era su cumpleaños. No solía obtener nada de ellos más que alguna sonrisa, pero no podía evitar bromear en voz alta con esas cosas en cuanto se le ocurría alguna.

"En realidad fue hace casi un mes" le explicó "pero no pude venir a Hogsmeade antes, así que festejo hoy". Con esto dicho y ambos vasos llenos, solo le quedaba levantar el suyo para brindar, cosa que (obviamente) hizo a continuación.

[Simon OHare]

No me lo tientes al pobre con tus ganas de cumplirle los sueños, ¡que es un enamoradizo incorregible!

Acercó el vaso hacia Lauren, para brindar con un golpecito. Si ella aún no había levantado el suyo, él le daría un golpecito en la mesa, de todas formas. No es supersticioso, o al menos aún no aprendió nada de etiqueta del bebedor o cosas por el estilo.
"No tenía ningún plan. Aunque quería brindar con alguien y apareciste tú, ¡y además con comida! Así que por ahora no se me ocurre otro plan, pero voy a seguir pensando..." la amenazó de forma cómica. Porque da por hecho que Lauren lo seguirá en sus planes, ahora que está obligada por todo ese tema del cumpleaños.

[Simon OHare]

La idea de comprar golosinas se podía considerar siempre excelente. Mientras tuviese algún resto de dinero del mes, Simon jamás se salteaba la visita a Honeydukes. Solía abastecerse de golosinas para racionar hasta la siguiente salida a Hogsmeade, aunque la mayoría de las veces se comía todo lo que compraba en la primer semana.
"¡Es un plan genial!" le dijo contento, sin mencionar que pensaba ir allí de todas formas. Tomó otro trago de cerveza y dejó el vaso momentáneamente en la barra, para probar un pastelillo.
Iba a decirle que no quería que ponga el dinero ella sola, pero lo pensó mejor y decidió dejar que ella le invitara los dulces que consumieran en el local. Él después compraría lo que le alcanzara con su dinero, de todas formas y le regalaría algunos dulces a la vuelta del paseo, como devolución por el lindo gesto de festejar con él.
Sí, era un plan genial, solo tenía que acordárselo.

((¿Seguimos un poco y cerramos y abrimos otro actual?))