Dulce o Truco

[Robert Howlett]

Literalmente se estaba congelando, su cerebro le hizo saber que sus pies ya no se sentían y que estaba titiritando demasiado. Pero ¿qué podía hacer?

Se había dispuesto esa mañana de paseo a Hogsmeade el dedicarse a algo que no hacía muy seguido: comprar dulces y comérselos hasta hartarse. ¡Era la época de Halloween! Por supuesto que debía hacerlo, quizá otras veces se había contenido porque no tenía suficiente oro pero esta vez se hizo a la tarea de hacer cuentas, invertir bien y sacrificarse un poquito más de lo normal para tener una buena cantidad y poder darse gusto a comprar todas esas golosinas que por mucho tiempo quiso probar o tener muchos y no sólo un poco que a veces su economía le daba.

¡Pero la tienda estaba a reventar, literalmente! ¿Cómo pudo olvidar algo así? Era lógico que pasaría, todos estaban como locos ahora que había llegado nueva mercancía y juraba que todo Hogwarts estaba allá dentro comprando; y no, no iba a meterse a apretones y empujones a comprar como desesperado, había decidido esperar a que bajara la afluencia pero hasta parecía que más gente entraba que la que salía. Y entonces ahí estaba Robert Howlett a mitad de la calle mientras nevaba, abrazándose a sí mismo y sacando el característico vaho a cada segundo -Vamos, vamos, si siguen así se terminará todo- pensó con pesar ahora intentando salir del montículo de nieve que se habían formado en sus pies.

Ya nada podía salir peor que ese momento.
¿Verdad?

[Julia Earnshaw]

"Permiso, permiso, permiso" iba diciendo al tiempo que pasaba entre todos y hacía a un lado a quienes tuviera que hacer. Iba de un lado a otro, viendo dulces, señalándolos y esperando que allá, en el mostrador, surtieran sus múltiples pedidos hasta que se cansó (o eligió todo lo que quiso) y volvió para pagar "Permiso, permiso, per--" frunció el ceño ¿por qué pedía permiso si de todos modos nadie escuchaba? Y menos esos que estaban comiendose a besos como si se hubieran equivocado de lugar "Hay un hotel al final de la calle" les musitó con párpados caídos y de mala gana.

Al final pago y volvió, luego de tomar mucho aire, calcular fríamente su recorrido y armarse de valor, a dirigirse a la puerta. "¡Fuera de mi camino, tengo cosas peligrosas" y así hizo hasta que llegó a la puerta, la abrió como pudo y salió, aspirando el aire puro del pueblo.

"Ah, libertad" dijo.

[Robert Howlett]

Frotó con fuerza sus manos para intentar que sintieran algo de calor, pero más tardó en hacer eso que volvió a abrazarse. El local de Honeydukes se veía tan espectacular en un clima así, quizá hasta alguien le diría que le faltaban varios tornillos por pensar algo así en un día nublado, con cierta presencia de neblina a nivel de los pies y con señales de que el Sol se había puesto en huelga ese día, así que estaba alumbrado sus carteles y sus ventanas, se asomaban algunos dibujos y en sus vitrinas parecía brillar con la cantidad de golosinas de la temporada como brujas volando y calabazas con dientes torcidos.

¿Y si se animaba a ir? Dio un paso al frente y le dolieron las rodillas por no haberse movido durante minutos, regresó a su posición cuando notó que había entrado un trío de chicas de Ravenclaw, no iba a aventarlas para pasar primero ¿verdad? -Odio ser amable a veces- pensó cuando cayó en cuenta que sí podía pero no 'debía'. Suspiró y en ese momento sopló el viento con fuerza y le llenó los anteojos de aguanieve "¡Genial! Simplemente genial" recitó en alto porque ahora debía de limpiarlos y moverse ya no le estaba agradando -Debería hacer un hechizo para calentarme, aprovecharé que nadie me ve para hacer eso también- y es que en el frío lo más vital se le había pasado, eso o el cerebro también se le había congelado.

((Nice firma (y), en mil años hubiera logrado algo así jajaja))

[Julia Earnshaw]

Justo estaba respirando el puro aire (y no los olores mezclados de todos los que estaban atacando la tienda) cuando una voz la interrumpió. Había cortado su inspiración, casi se sentía como en esas viejas fotos de sus padres durante Hogwarts con el aire golpeándoles suavemente la cara y el cabello de su madre moverse... Cuando cortaron la imagen. Abrió los ojos pues con el rostro hacia el cielo, no podría haberlos tenido abiertos; además, bajo la mirada para verificar que el sonido venía de alguien y no de algo.

"Oh" se le dibujó una sonrisa de lado y siguió mirándolo hasta donde pudo sin mover el rostro. Poco después volvió a cerrar los ojos y hacer como si nada. "¡Por favor por favor por favor!" Dijo rápido como si estuviera rogando "Por favor por favor por favor" repetía suficientemente en alto.

((Me gusta como pasa gente extraña y el micrófono jajaja))

[Robert Howlett]

Pero su ropa estaba mojada por el aguanieve, no tenía algo seco con qué limpiarlos y si no quería lanzar el hechizo a otra parte pues mejor se ponía los anteojos (aunque era exagerado, porque sí podía ver, otra cosa era que fingiera que los necesitaba todo el tiempo).

-Demonios- se quitó un guante con los dientes tirando desde una punta de los dedos para poder buscar mejor dentro de la túnica o de los bolsillos algo seco que le ayudara a retirar la nieve de los cristales. Cuando escuchó una voz pidiendo ayuda, en general hubiera esperado que los super modelos y aspirantes a actores saltaran a la escena como los heroicos caballeros de armadura brillante y sonrisa de comercial de pasta de dientes. Pero todos estaban metidos en tiendas, en las Tres Escobas o en el colegio conquistando a sus debidas víctimas. Robert no lo sabía, así que encogió los hombros y esperó que alguno de los osados y perfectos seres mencionados ayudaran en turno porque él no era eso y ¿por qué tenía que ayudar? -Por aquí tengo un pañuelo, ¿o lo puse para lavar?-.


((PFFFTT no me había dado cuenta de la gente de atrás, nomás el micrófono))

[Julia Earnshaw]

Esperó un tiempo razonable para recibir respuesta y, al no llegar ésta, abrió un ojo y volvió a mirar -¿Qué haces? ¡Estoy pidiendo ayuda!- así que no quería ayudar ¿eh? Bueno, a causas desesperadas, medidas extremas.

"Oh, por los cuatro fundadores, ¡por favor!" Dijo ahora con una voz casi sollozante; "¡Me hundo!".

[Robert Howlett]

Y no tenía nada. Se talló la frente y decidió usar una orilla de la túnica de la parte de enfrente (abajo estaba demasiado mojada) y empezó a tallar los cristales, pero quedaban todavía mal, húmedos y con gotitas de agua aquí y allá -Ah, nada sale bien hoy, nada... Nada- y así se los puso, de todas formas.
Sacó la varita, si se calentaba y aplicaba otro encantamiento más para los anteojos, se resolvería todo -Veamos, cuál era... Primero los lentes, no ver nada es horrible, pobre gente miope- y cuando estuvo a punto de hacerlo...

"¿Eh? ¿Hundir?" frunció el ceño, la nieve que caía no le ayudó a ver qué pasaba pues, por curiosidad, quería saber qué estaba pasando ¿quizá una pareja comenzaba a jugar en la nieve y pretendía ser la damisela en desgracia para que la cargara en sus brazos? -Por todos los cielos, sean más creativos, por eso la Biblioteca está vacía- pero entonces eso implicaba algo -Me pueden ver... No, más bien, si ellos están aquí entonces hay más gente- y eso lo puso nervioso, tanto, que sin darse cuenta ya estaba deshaciendo el hielo formado en la orilla de Honeydukes, derritiéndose hasta caer una masa al frente con un sonido sordo.

Pobre de los que pudieron haber pasado o salido de la entrada de dicha tienda.

[Julia Earnshaw]

Claro, como ella.

¿Qué de malo había hecho en la vida que Merlín la mandaba a castigar con semejantes cosas? ¡Merlín era un desgraciado que no se preocupaba por todas las pequeñasydiminutas cosas buenas que hacia! Salazar estaría muy molesto, su rostro de mono... Oh, ¡su rostro de mono! ¡Podía verlo frunciendo el entrecejo con cara de oler algo descompuesto, moviendo la cabeza en negación frente a ella y expulsándola de su casa por no ser lo suficientemente vivaz como para haberse movido de ese lugar al escuchar el sonido inconfundible de la nieve resbalarse!

Todo cayó sobre ella y sólo pudo bajar el rostro a tiempo para que no se lo congelara con un golpe certero de blanca nieve de octubre.

-¡Otra vez!- alcanzó a pensar, recordando una ocasión en el aula de Encantamientos y un fallido intento por reproducir el encantamiento aprendido en clase. Afortunadamente en esta ocasión no olía nada rancio.

"¡Howlett!" exclamó hecha un muñeco de nieve viviente.

((¡¿POR QUÉ TODO A MI?!))

[Robert Howlett]

Fue como cámara lenta el ver cómo caía la nieve y luego él saltando hacia atrás y cayéndose, escuchando su nombre y ¡esa voz! "Ay no" ya ni sentía el frío de tener medio cuerpo enterrado en la nieve y lo que caía frente a él, pero de todos los alumnos que pudo haberse encontrado en ese momento, a esa hora, en ese lugar y que le tiró la nieve encima.

"Dime que no es Earnshaw, dime que no es Earnshaw" repetía como si fuera una plegaria entre dientes, cerrando los ojos e imaginándose que sólo era una alucinación de su cerebro congelado "¿H-hola...?" ni siquiera intentó alzar la voz, esperaba que ni lo escucharan, con suerte y si caía más nieve, podría quedar enterrado y darle una connotación literal a la expresión de que lo tragara la tierra, pero con las diferencias obvias -Es mi mente jugando bromas. Sólo, no te muevas-.


((TEHEE))

[Julia Earnshaw]

Si no hubiera temido por la sensación que produciría el que levantara el rostro y moviera cualquier músculo del mismo, fácilmente podría haber visto una expresión de completa molestia de su parte. Pero no, tenía que impedirle incluso esos gestos, ¿es que ese chico hacia algo bien alguna vez en su vida?

"Me enseñaron a no decir mentiras y no diré una ni siquiera aunque pudiera ser una mentira piadosa" que falsedad, si quisiera la hubiera dicho, nadie estaba exento de decirlas, aunque la mayor parte del tiempo las omitía y, con ello, todo lo que bien podría ser verdad. "Hola, Howlett, te saludo desde aquí debajo de la nieve" fue su agregado a la respuesta de antes.

[Robert Howlett]

Era ella.

-Demonios- cerró los ojos y alcanzó a levantar el brazo para golpearse la frente con el puño cerrado, no era una alucinación, la voz y la manera en que hablaba (además de que lo identificó) no le dejaba duda alguna: Julia Earnshaw.

Después de un largo y tan profundo suspiro, que le lastimó el pecho al hacerlo, sólo levantó la mano y comenzó a agitarla. Aunque no entendía en dónde exactamente lo estaría viendo o no "Hey, Earnshaw, buenos días, ¿qué haces tan temprano a esta profundidad?" actuando sutil y tranquilo, quizá no sabía que había sido él y los dos fueron atacados por algún rufián ¿verdad? Sí.

[Julia Earnshaw]

Si claro, como ella era igual de despistada...

"Aquí tomando el nublado del día, con una capa de nieve para hacerlo más agradable, hasta me siento en Navidad ¿no ves mi felicidad?" Dijo con tono sarcástico a cada palabra pronunciada. "¡¿Qué te parece que estoy haciendo?!" ahora gruñó y sacudió (muy a su pesar) la cabeza para retirarse la nieve de la misma, luego intento hacerlo con la de los hombros y la espalda, y estornudó.

"Perfecto, genial, ahora voy a enfermarme. Felicidades Howlett, una más a tu larga lista interminable de hechizos mal hechos" dijo simplemente antes de, tiritando pero tratando de parecer muy firme, comenzar a caminar. No iba a arriesgarse a que la siguiera atacando sin razón.

[Robert Howlett]

Ojalá ahora a él le cayera una pila tamaño familiar de nieve encima y así no lo viera. Pero se escuchó el crujir del hielo moverse y eso le daba la idea de que estaba cerca, pero el estornudo le hizo levantar la cabeza para cerciorarse si no estaba muy mal (el asunto de los hechizos ya lo sabía, no iba a atormentarse otra vez por eso).

"Bueno, tómalo como un reto" dijo volviendo a echar la cabeza contra el suelo, quizá así le prestaría menos atención "ahora podrás saber si eres realmente buena en Pociones como para preparar algo y evitarlo" cerró un ojo, no podía creer que acaba de contestar con algo como eso.

[Julia Earnshaw]

Eso la hizo detenerse (bueno, tampoco iba tan rápido) y girar el rostro, mirarlo de párpados caídos y quedarse en silencio por unos momentos.

"Si, claro, que buen remedio" dijo en tono plano "A veces me preguntó si así naciste o así te hicieron por aquí" pero sabía que no iba a recibir respuestas satisfactorias de su parte. Ella sólo quería divertirse un poco y terminó completamente cubierta de nieve y ahora, probablemente, enferma.

[Robert Howlett]

"¿A qué, exactamente, te refieres con eso?" incluso le eliminó la poca energía positiva que le quedaba con esa declaración por parte de ella, en sí podría tener muchos significados pero básicamente sonaba a un ataque personal no contra de él sino su origen y eso, eso dolía demasiado.

Se sentó finalmente, estaba titiritando de frío pero por ese lapso de tiempo pareció no importarle "Puedo acompañarte a la Enfermería si realmente te sientes mal, no era mi intención el hacerte daño" miraba su mano sin un guante y que estaba algo azul por el hielo.