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[Diane Roseveare]

Ni cómo quejarme, yo empecé a cavar su propia tumba y luego te pasé la pala para que continuaras.
Miró a Charlotte un poco en blanco, porque no tenía ni la más remota idea de qué hablaba. Chicos llamados George, otros rubios que no fueran Dietrich Stover, seguidores, toda esa era información que nunca se había tomado la molestia de reconocer, mucho menos almacenar.
Volvió a soltar esa risa forzada y falsa. "¿Stover?" repitió, tratando de que el tono de incredulidad ocultara decentemente su incomodidad. "Hacerme la vida más difícil de lo necesario difícilmente lo hace contar como 'seguidor'" alegó, poniéndole comillas con los dedos a la última palabra.

[Charlotte Peyton]

Tuvo que reír por el comentario porque bien sabía que el chico al menos le había robado un beso y si no te acuerdas, puedes checar su perfil. "Ay, Diane. Deberías saber que los hombres con eso de que les gusta conquistar, molestan más a las chicas que les gustan. Bueno, que no a ese nivel" enfatizó haciendo un gesto exagerado porque en cierta parte tenía razón su amiga. Miren que perseguirla y hacerla enojar hasta sacarla de quicio, no era normal. "Pero Lorenz no te sacó de quicio a veces" sabía que tocar el tema del innombrable era delicado, pero su hambre por el chisme podía más.

[Diane Roseveare]

Claro que recordamos lo del beso, el tema es que Diane cuenta esa parte de la historia dentro de la categoría 'hacerme la vida más difícil de lo necesario'. No tanto por el beso per se, sino por el momento y situación en la que Dietrich decidió hacerlo. Igual, todo eso era historia antigua, como de otra vida, aunque todavía podía ponerla muy incómoda.
Enarcó una ceja cuando Char reconoció que el nivel de intensidad de Stover no era normal, pero no tuvo chance de responder con sarcasmo porque el nombre de Lorenz volvió a salir en la conversación. "No de la misma forma" contestó, y apartó la mirada de su amiga. Por lo que recordaba, Lorenz nunca la había sacado de quicio a propósito antes de que anduvieran. Y tampoco después. "Claro que lo que hizo fue peor de cierto modo". ¿Notaste la amargura en su comentario? Arruinaría cualquier pastel.

[Charlotte Peyton]

Nooooo, el pastel nooooo. ¡Yo quería pastel! Ok, no. ¡Lo arruinaste con tu amargura! Ok, ya. Es que me lo imaginé.
Hizo una mueca de arrepentimiento cuando notó toda esa expresión físico-facial que se presentó con la sola mención de Lorenz en su amiga, por lo que mejor dejó el tema y se fijó en algún mesero disponible que los pudiera atender, levantándole la mano para hacerle una señal de que se acercara a ellas. "En eso tienes razón, mira que mentir de esa forma... ¿Lo has vuelto a ver?" porque parecía dolida todavía por algo. Tanto tiempo y para que no se vieran era como para superarlo ya.