Reunión tan esperada

[Rabastan Lestrange]

Eran las siete y cinco, yo sé que se retrasó, pero todo no se puede en la vida de Rabastan Lestrange. El día anterior se había bañado, así que por primera vez en la semana se veía normal y no olía a nada en particular. Bueno, no se veía completamente normal, pero se veía mejor que siempre. Tampoco es que se hubiera rasurado, no es Navidad.
Caminó por los pasillos fríos y húmedos de las mazmorras, con una mochila bastante pesada al hombro. Se acercaba a la entrada de las mazmorras, donde se veía la escalera de piedras con la que la mayoría descendía para llegar a la zona Slytherin. Estaba todo tenuemente iluminado, como siempre. Nada especial. Nada de nada.

[Rabastan Lestrange]

Qué bueno que Eve se había arreglado para la ocasión, me parece muy bien y Rabastan debe estar muy contento y atento a los detalles. O no. Se acercó hasta donde ella estaba y sonrió de lado "Hey, tú" saludó porque sigue sin acordarse del primer nombre de la muchacha. Había escrito a su casa preguntando por los Ashford pero seguramente su hermano le respondería con un '¿De qué estás hablando, pelotudo?' porque es así de amable y atento.
Se detuvo frente a Eve y se rascó una ceja. La notaba así como diferente.

[Rabastan Lestrange]

No es que no pudiera acordarse, es que... er, tenía cosas más importantes en mente, como ser malo y sucio y mirar fijo a la gente en los pasillos. Son actividades que consumen mucho tiempo, así que no le puedes decir nada.
"Qué educada" le dijo, para que ella se sintiera bien consigo misma. Después de todo Rabastan planeaba dejarla exhausta ese día y no imaginaba que le quedaran ganas de actuar como una dama después.

[Rabastan Lestrange]

Sonrió de lado "A un aula abandonada al final del pasillo, aquí a la izquierda" señaló con un movimiento de la cabeza hacia el pasillo contrario de donde él había venido, en las mazmorras. "A menos que se te ocurra otro lugar donde nadie pueda vernos..." le dijo alzando los hombros. Le daba igual el lugar.

[Rabastan Lestrange]

¿Ni siquiera después de lo que pensaba hacerle a la pobre Eve hoy? Aunque bueno, uno nunca sabe, quizás detrás de esa fachada de niña tranquila se escondía una apasionada Ravenclaw dispuesta a hacer lo que fuera para satisfacer. Amén.

"Bien, sígueme entonces" le dijo haciendo el gesto con el brazo que todos relacionamos con la frase recién dicha, mientras comenzaba a caminar en la dirección del aula abandonada. "Tiene una mesa grande y cuadrangular, creo que solían hacer debates ahí" dijo, agregando el dato cultural. La mesa daba como para que se acostaran todos los Slytherin de su año ahí arriba más o menos.

[Rabastan Lestrange]

La miró de reojo mientras caminaban, la verdad es que si ella no ponía conversación se iba a hacer muy difícil para él que el recorrido sea agradable. No entendía para qué se había arreglado tanto si después se iba a desarreglar. Como eso del peinado, no le veía utilidad si es que se lo había hecho.

"No trajiste nada" observó, porque él llevaba una pesada mochila sobre el hombro. Puede que se escuchase el tintineo de algo de vidrio, pero puede ser también que estés escuchando cosas.

[Rabastan Lestrange]

No sé por qué estoy riendo en voz alta a medianoche y mi madre me acaba de arrojar una de mis zapatillas a la pared para que baje la voz mientras se queja en voz baja de tener un hijo anormal. Si ella supiera lo que yo sé.

Oh, Rabastan es capaz de fingir muchas cosas para salirse con la suya cuando se encuentra con el autoestima en alto. Es que no muchos han visto esa faceta. "Oh, bien, gracias" extendió la mano para tomarlas. "Las dejaré para después" le avisó, por las razones obvias.

[Rabastan Lestrange]

Guardó las galletas en el bolsillo del frente de su impecable túnica. Miró a Eve "¿Algo especial?" preguntó, como si no comprendiera de lo que ella estaba hablando. No es que él fuera un experto en la materia, pero todo lo que parecía que iban a necesitar estaba dentro de la mochila que llevaba. Bueno, no es que la mayoría fueran cosas para él, la mayoría esperaba que fuera a usarlas ella.
Estaban a tres metros de la puerta, seguro que Rabastan se detiene dentro de un post para llevarla dentro.

[Rabastan Lestrange]

¡Adivinaste! Es el poodle, pero el frewhiskey también lo lleva, para echarlo en el aro y prenderlo fuego para que el perro lo atraviese. Lo mejor es que los poodles son peluditos y hay más chances de que se prenda fuego. Ojalá a Eve le guste y encuentre considerado el gesto de Rabastan para entretenerla.

"Es aquí" le dijo, empujando la puerta con una mano y dejándola pasar primero. Era un salón poco iluminado, tenía tres antorchas que se encendieron al abrir la puerta y dos ventanas a lo alto del techo que dejaban ver una luz casi grisásea. Eran las siete de la noche, mucho no se puede pedir. La mesa de reuniones estaba en el medio de la sala, rodeada de seis o siete sillas de madera. Era obvio que faltaban como una docena, al menos. "¿Qué tal, eh?" preguntó con orgullo.

[Rabastan Lestrange]

Sonrió al escuchar a Eve mientras bajaba la mochila al suelo "Oh, no te preocupes, te aseguro que no vas a pasar frío" le dijo a la vez que le daba la espalda y cerraba la puerta.

Sacó la varita y cerró la puerta con magia y echó sobre la cerradura un encantamiento para sellarla y que nadie pudiera espiar. Y, ya que estaba, un encantamiento más para hacerlo a prueba de sonidos. Nadie ahí afuera sospecharía que había algo ilegal sucediendo entre las paredes de piedra.

[Rabastan Lestrange]

"Lo soy" se dijo en voz baja a la vez que se giraba para ver a Eve. La miró, esperando que se moviera, que hiciera algo. ¿No era ella la que profesaba tanto amor y admiración por Rabastan? Más le valiera que empezara a demostrarlo, porque para eso estaban allí.
Rabastan apoyó una mano en el marco de la puerta "Bien, estamos solos, supongo que es hora de poner manos a la obra" comentó, como si se tratara de lo más normal del mundo.

[Rabastan Lestrange]

No puedo evitar reírme de la situación, sé que es de mala persona y que mi madre va a echarme de la casa si sigo así pero es que no lo puedo evitar. Son demasiado graciosos. Miró a Eve expectante mientras alzaba las cejas, ¿acaso se iba a quedar quietecita ahí todo el día?

"Bien" tosió "¿puedes ir hasta la mesa y prepararte?" preguntó señalando la mesa en el medio del salón con un gesto de la mano. Se llevó una mano a un botón de la túnica. Hizo un gesto con la mano como para que ella se alejara y le diera la espalda. ¡Nada de espiar!

[Rabastan Lestrange]

Bueno, al menos alegrémonos de que no se lo dijo, ¿verdad? Eve debería ser más agradecida de los pequeños detalles y dejar de quejarse tanto.

Escuchó la pregunta de Eve y miró por encima del hombro "A la mesa" le explicó lo más tranquilo que podía y haciendo un gesto con el dedo índice apuntado hacia abajo al que hacía girar, pidiéndole (...ordenándole esto último, porque el gestito lo hacía mucho más exasperado de lo que hablaba) que se diera vuelta. No dejó de mirarla hasta que hubo visto que ella se dio media vuelta para darle la espalda.

[Rabastan Lestrange]

Más le valía a Eve que no se volteara o Rabastan se iba a enojar mucho. Y no queremos verlo enojado, ¿verdad? Espero que no, y que se quede dándole la espalda. Rabastan deshizo el primer botón de la camisa.

Lo que siguió eran las cosas que Eve podía escuchar, el ruido de un zipper y el ruido de movimiento, de cosas cayendo, de cosas que eran buscadas y sacadas de la mochila. Rabastan no hablaba ni tosía ni nada. "¿No te vas a sentar?" le preguntó, y más le vale que no se haya dado vuelta porque le quiebro el cuello.

[Rabastan Lestrange]

Sonrió y se acercó a donde estaba Eve lentamente. Miró hacia abajo para ver si tenía todo lo que necesitaba y, créanme, sí lo tenía (no escuchen a Rodolphus, él no sabe nada de la vida).

Se colocó detrás de ella y le puso una mano en el hombro, acercándose para preguntarle junto al oído "¿Estás lista, Eve?" preguntó. ¿Ves que sí sabe su nombre?