Aroma a friendzone

[Moira Wallace]

Moira no estaba segura aún de cómo había logrado aprobar su TIMO de Pociones para seguir en la clase del jefe de su casa pero ahí estaba. Le gustaba mezclar ingredientes, se parecía a cocinar y la sensación de crear algo nuevo le agradaba lo suficiente como para prestar atención. Al principio había sido el miedo por volar media mazmorra o hacerse daño, además de una dosis de orgullo muggleborn que le pedía que no fallara. El problema era la poción que iban a realizar ese día. ¿En serio? De todas los brebajes útiles que debía haber en el mundo mágico ¿tenían que aprender esa ridiculez de enamorar a alguien artificialmente?
Que alguien se enamorara a Moira, en ese momento en particular, le parecía sinónimo de problemas. ¿Quién podía querer que alguien lo quiera si sólo generaba confusiones, malos entendidos y distanciamientos?

El malhumor de los primeros días después de Halloween había cedido a la tristeza al ver que con Alpin se habían distanciado lo suficiente como para dudar de si seguían siendo amigos. Él la evitaba como la peste, pero Moira tenía un plan. Ese día era su cumpleaños y ella había conseguido comprarle un regalo decente por primera vez. Melywn la había ayudado pidiéndole a su mamá que lo comprara y enviándolo al castillo unos días antes. No la había notado muy convencida, no sabía si porque en realidad el regalo era malo o porque la pelirroja estaba feliz por tener a Moira toda para ella ahora que no pasaba tiempo con Alpin.

Lo había buscado en el desayuno pero no lo vió en la mesa de Hufflepuff, por lo que pensó en buscarlo luego de alguna de las clases que sabía que tomaba. Quizás era un buen momento después de Runas, que tanto le fascinaban. Sin embargo, ahí estaba, de repente parado al lado de ella para compartir el lugar de trabajo en la clase de Pociones. Moira lo había visto entrar tarde pero, aunque curioseó la cara que ponía Snape mientras leía un pergamino que su amigo le había pasado, había dejado de verlo cuando él se dio vuelta. No pensó que la fuera a buscar a ella, creyó que elegiría otra mesa que estuviera libre.

Lo miró algo sorprendida y en seguida negó con la cabeza "No, no hay problema" respondió corriéndose para que él pudiera pasar del otro lado de la mesa. En una muestra exagerada de solidaridad, provocada porque se sentía todavía culpable, corrió el libro a la mitad para que él pudiera leerlo también cuando se pusieran a trabajar. Recién ahí levantó la vista nuevamente y esperó a tener su atención "Oye..." lo llamó porque parecía reticente a mirarla "Feliz cumpleaños" le dijo todo lo amable que pudo, para que supiera que no había mala onda de su parte. No quería pelear ni arruinarle su 'día especial'.

[Moira Wallace]

Desde que se había enterado de su existencia, para Moira esa poción era algo que debían consumir las mismas chicas que leían la Corazón de Bruja. Es más, se preguntaba cuánto faltaría para que todo se descontrolara y un Febrero la revista viniera con una muestra gratis de la poción para que todas las adolescentes locas hechizaran al chico que les gustaba. Iba a ser un desastre pero divertido de ver para romper la monotonía de Hogwarts. Ella iba a seguir tomando limonada y arruinando fiestas, para que no quedaran dudas de que iba a morir sola con su futuro gato.

Claro que no estaba tranquila, le molestaba y mucho pero no podía estar enojada. Sentía que tenía la culpa de haberlo alejado con sus arrebatos, así que no podía reclamarle nada, solamente intentar solucionar las cosas de la manera en que le saliera, la cual era bastante limitada. No era buena dando demostraciones de cariño, sus monólogos eran mejores cuando se trataban de quejas. Sin embargo, esas semanas de alejamiento le habían demostrado lo mucho que lo extrañaba. Extrañaba sus charlas sin sentido, sus consejos, las anotaciones en los libros, los chistes malos, su aire de tranquilidad constante.
A veces lo observaba en silencio y se preguntaba si él también estaría triste o si sentía que se había liberado de cargar con su mal humor y ese sentimiento que no le había traído nada bueno. A veces se preguntaba si Alpin no había estado drogado o ebrio cuando la visitó esa mañana de verano. ¿Qué era lo que veía en ella? No era fea, pero tratarla era tan difícil que ningún chico querría hacer el esfuerzo. ¿Y si sólo era una atracción pasajera? Quizás cuando dejara de gustarle volvería a hablarle y todo sería normal otra vez.
Las semanas pasaron y eso no sucedió así que decidió que tenía que hacer algo. No podía irse a su casa durante Navidad sabiendo que seguían peleados.

Moira era muy buena recordando fechas y tampoco tenía tantos amigos como para no saber su cumpleaños. Claro que lo recordaba. Era bastante incómodo que cumpliera tan cerca de Navidad, porque eso significaba doble regalo o dejarlo sin una de las dos festividades si sólo le hacía uno. Imaginaba que ese había sido uno de los dilemas de la vida de Alpin (?).
Lo observó y sintió algo de alivio al verlo semi sonreír. Su cerebro eligió pensar en que entonces ya no estaba enojado, porque así todo sería más fácil, incluso cuando no tenía ninguna certeza de que fuera realmente así.
"Claro que me acuerdo" respondió, decidiendo comenzar a moverse ella también y buscar uno de los morteros para comenzar a pisar las semillas de anís "Te quise saludar en el desayuno, pero creo que no estabas" le explicó para que supiera que era cierto que recordaba su cumpleaños "¿Pasó algo?" terminó por preguntar, dándose cuenta que también era extraño que llegara tarde a la primer clase.

[Moira Wallace]

Se puso a acomodar el resto de los ingredientes en la mesa para tenerlos a mano cuando comenzaran a preparar la poción, por lo que se distrajo y recién al volver a verlo notó los guantes. No pudo evitar fruncir el ceño y mirarlo raro. ¿Por qué usaba eso si no estaban en herbología? A ella le molestaba incluso usar guantes de lana por el frío, en la larga lista de cosas que la exasperaban estaba no poder tocar con la yema las cosas y que hubiera algo interponiéndose.
Por suerte Alpin estaba hablando y no la había mirado, por lo que Moira tuvo tiempo de cambiar la expresión y decidir concentrarse en lo que le estaba contando en lugar de en sus guantes extraños. También había notado el cabello más largo pero estaba acostumbrada a que Alpin lo usara así, le recordaba a cuando eran más chicos, al Alpin de siempre, su amigo.

Movió la cabeza cuando comprendió a que se refería a dolores por estar creciendo y se enteró por qué había llegado tarde a la clase. Sonrió sin despegar los labios en respuesta, sintiéndose un poco mal porque no sonaba a un gran comienzo de cumpleaños, hasta que recordó que tenía algo en la mochila que podría servirle. Se agachó a tomarla y empezó a revolver en el fondo "Creo que tengo una rana de chocolate" y no era de llevar golosinas sueltas en el bolso pero Melwyn le había regalado un montón de dulces con una carta para levantarle el ánimo hacía unos días "¿Quieres?" le preguntó extendiéndosela cuando finalmente la encontró.

[Moira Wallace]

Estaba tan empática porque sentía culpa y si quería que pudieran volver a tratarse como siempre iba a tener que esforzarse. La charla estaba fluyendo más natural de lo que había esperado, sin embargo seguía sintiéndose en falta. El hielo no se derretía tan fácilmente.

En la búsqueda había tocado el paquete del regalo de cumpleaños que le había comprado y se preguntó por un instante si debía dárselo... Al ver que aceptaba la rana, decidió que debía dejar de ser tan cobarde y se puso de pie con el paquete detrás de la espalda. "No, no tengo hambre" respondió al ofrecimiento, dejando que Alpin comiera el chocolate, después de todo era el único desayuno que iba a tener por el momento.

Abrió la boca para hablar pero Alpin se le adelantó con sus preguntas nerd. Moira frunció nuevamente el ceño y negó con la cabeza "Creo que bien" no recordaba la pregunta de los centauros pero seguramente había escrito lo que se acordaba del tema aunque no lo tuviera tan fresco en su memoria. Tragó saliva e intentó volver al tema que en realidad le importaba: "Tengo un regalo para ti" dijo y se acercó al chico, pegándose a la mesa lo suficiente como para esconderlo por si Snape llegaba a verlos desde donde estaba. Le hizo un gesto a Alpin para que lo agarre "Escóndelo" le susurró como si el profesor tuviera también un super oído vigilante.

Se trataba de Jeroglíficos Mágicos y Logogramas, el último libro que había salido sobre teoría de Runas Mágicas. Esperaba que Al aún no lo tuviera, quería demostrarle que le había prestado atención, que sabía cual era su materia favorita y que podía regalarle un libro decente y no el más vendido creyendo que eso significaba que era interesante. Se moría de ganas de que lo abra pero entendía que esa clase no era el mejor momento, sin embargo había querido aprovechar la situación, no sabía cuándo volvería a estar a solas con él o si seguiría evitándola.

[Moira Wallace]

Moira sólo lo miró enarcando las cejas, moviendo levemente la cabeza para que Alpin mirara tras su espalda y notara el paquete de papel rojo. Podía estar más empática con él, podía sentirse culpable, pero posiblemente nunca le saldría ser más paciente. Pensar que él podía rechazar su regalo, y por ende a ella, la ponía más ansiosa de lo normal. Intentó disimularlo mirando al frente, para cambiar de posición y simular que estaba machacando las semillas de anís si el profesor miraba hacia su mesa.

Fue un alivio tener la vista fija en otro lado cuando sintió la yema de los dedos de Alpin deslizarse por su brazo hasta la mano que sostenía el libro. Apretó los labios, tratando de ignorar la sensación extraña, como de cosquillas, que sintió por el contacto. Hacía mucho que no se tocaban por ningún motivo, porque las cosas se habían vuelto tan extrañas entre ellos, que esta vez se sentía como algo nuevo. Fue difícil mantener la cara de nada cuando Alpin volvió a tocarle la mano. Moira lo escuchó disculparse y negó con la cabeza "Está bien" murmuró pero apenas se vio libre del peso del libro, llevó las manos hacia adelante para, con el pulso algo tembloroso, buscar el frasco de las semillas y pesarlas (como si su cerebro estuviera en esa mazmorra). La balanza podría haber dicho cualquier cosa que su atención estaba en lo que el chico hacía pero no podía ver.

Sonrió porque creer que ella no le regalaría nada era muy típico de él. "Ya sé, pero quería hacerlo" respondió y alzó los hombros levemente, antes de tirar un par de semillas dentro de mortero e intentar atinarle a la cantidad que la poción llevaba. Se sintió aliviada por un momento cuando vio de reojo que él también continuaba con prepararse para trabajar. No estaba lista para saber si el regalo no le había gustado y otra vez era un fracaso. Sin embargo, escuchó el papel rompiéndose e inmediatamente levantó la vista buscando a Snape. Seguía recorriendo las mesas del otro sector de la mazmorra, atormentando a otros hufflepuffs, por lo que giró con algo de miedo la cabeza, esperando ver la reacción de Alpin.

[Moira Wallace]

No tuvo que responder qué era porque parecía que Alpin lo había reconocido al instante. Al ver su sonrisa, creyó que no se había equivocado en la elección del regalo y eso la tranquilizó. Por primera vez sentía que volvía a estar todo bien entre ellos, así que le respondió la sonrisa de manera espontánea, así instintiva. Al darse cuenta, alejó la mirada para ponerse a pisar las semillas. No quería tampoco incomodarlo y arruinar el momento.

Se sentía contenta hasta que los suspiros y los monosílabos de Alpin la hicieron fruncir el ceño y disminuir la velocidad a la que machacaba, hasta deternerse. Se giró a verlo, notando que seguía comiendo la rana de chocolate y parecía sin palabras. Para Moira era confuso saber si era un sin palabras bueno o uno malo. ¿Ya lo tenía? ¿Era inexacto? No tenía idea de Runas, quizás a Alpin le gustaba otro autor. Todos esos pensamientos se amontonaron en su cabeza, así que buscó su mirada para preguntarle "¿Qué pasa? ¿No te gusta? ¿Ya lo tenías?" y saber si era sincero o no.

[Moira Wallace]

Aflojó la expresión al saber que le había gustado. Punto para Melwyn y la deuda que ahora tenía con su amiga para pagarlo. Al menos había valido la pena.
Moira se mordió el labio inferior y volvió la vista al mortero. Entendía que le diera vergüenza pero para ella tampoco había sido fácil dar ese paso sin saber si Alpin la iba a rechazar. Sin embargo, no esperaba que él se echara la culpa y creyera que se había estado portando mal o raro con ella. No podía devolverle tampoco la mirada, se sentía incómoda hablando de ese tema tan directamente.
Se pasó una mano por el cabello, acomodándolo detrás de la oreja y decidió ponerse a terminar de pisar las semillas.

"Yo también lo siento" contestó solamente, sin saber bien qué decir "Pero es tu cumpleaños y..." alzó los hombros "Me pareció que podíamos volver a empezar" Ok, sí, el rubio lo había logrado. Era Moira la que le pedía volver a empezar, pero a su favor su opinión era que esa solución estaba reservada para situaciones como esta. No pedías volver a empezar si contagiabas de magia navideña la ropa de tus amigos, pedías volver a empezar cuando la habías embarrado completamente, cuando habías metido la pata al fondo y habías arruinado una de tus únicas dos amistades importantes.

[Moira Wallace]

Al escuchar la risita triunfante de Alpin, Moira rodó los ojos y exhaló intentando juntar paciencia. Era obvio que iba a regodearse en su victoria, en haber logrado que fuera ella la que le pedía volver a empezar. Estaba admitiendo que se había equivocado y que quería volver a empezar. ¿No era suficiente humillación para él? En su alma slytherin, Moira estaba sufriendo horrores.

"Sí, yo" murmuró derrotada, con ese dejo de molestia en la voz que Alpin debió haber estado encantado de no escuchar por un tiempo. Prefirió entretenerse comenzando a cortar el asfódelo para intentar no darle importancia a lo que estaban hablando pese a que la tenía nerviosa desde que tuvo el libro de Runas en sus manos. Sabía que si se animaba a darle el regalo iba a tener que enfrentar lo que había sucedido en Halloween y reconocer que las cosas no estaban bien entre ellos. Que si querían seguir siendo amigos iban a tener que cambiar de actitud.

"Sí, pero siempre fuiste tú el que quiso volver a empezar... esta vez me toca a mí ¿no?" intentó aliviar el peso de la conversación mientras cortaba bien chiquitita la raíz de la planta, desquitándose con ella. Cuando terminó apoyó el pequeño cuchillo en la mesa y lo miró a Alpin sin estar segura de poder aguantarle la mirada mucho tiempo. "Desde Pascua estaría bien" contestó sincera.
Para ella esa semana en Durness había sido especial, no sólo por todo los líos que se desencadenaron después. Esos días en la casa de él había sido bastante feliz y se había alegrado de tenerlo en su vida. Significaba mucho poder volver a ese momento y esta vez hacer las cosas bien.
Sin notarlo, se le escapó una pequeña risa al volver a prestar atención a la pregunta de Alpin. "¿Cómo va a ser desde el principio?" preguntó riéndose como si fuera ridículo "¿Te imaginas? ¿Tener que presentarnos como si no nos conociéramos?"

[Moira Wallace]

Seguro que no estaba burlándose pero Moira lo sentía así, le había costado su orgullo herido pedirle volver a empezar. Quizás había necesitado todo ese tiempo para reaccionar como Alpin esperaba y por eso ahora él sentía que todo estaba saliendo bien. Para Moira también fue una sorpresa que él se acercara, aunque fuera pura coincidencia porque no había otra mesa libre en la mazmorra.

Echó la raíz cortada chiquita en el caldero de Alpin mientras lo escuchaba. La enumeración de cosas no sonaba tan genial como en su imaginación había sido esa semana. Iba a contestar con ironía pero la mención del traje de conejo la tensionó de nuevo. Ese había sido uno de los motivos por los cuales habían pasado una noche horrible en Halloween y habían terminado distanciados. Era mejor evitarlo, así que negó con la cabeza. "Yo también me divertí, con las gallinas peludas, la bicicleta y todo eso" abrevió sin mencionar los disfraces "Pero no hablaba de repetirlo, quiero decir que en ese momento estaba todo bien" tragó saliva y con el mortero en la mano volvió a mirarlo "No sé... ¿tú desde dónde volverías a empezar?" le preguntó porque el experto en esos temas claramente era él.

Apenas dejó salir la pregunta se dio cuenta que en su buena intención de volver a tiempos mejores estaba salteando el verano y, por ende, lo que Alpin le había confesado. Apretó los labios "¿Volverías a dormir en un árbol en Birmingham?" fue sin burla en la voz, era una duda genuina, quería saber si él volvería a animarse a contarle lo que le pasaba.

[Moira Wallace]

Ese domingo sí le había gustado el disfraz de conejo de Pascua. Tenía orejas, era peludo y la hacía reír porque Alpin se veía terriblemente gracioso en él. Gracioso y ridículo, pero de una manera tierna. Ponele.

Recién cuando se acercó con el motero para echar las semillas sintió que la poción comenzaba a calentarse y elevar algo de humo en forma de espiral. Para Moira comenzó a oler como a comida que preparaba su abuela. Era tan quisquillosa con la comida que muchas veces su abuela le había preparado cosas especialmente para ella. Ya no vivía en Birmingham con ellos por lo que Moira la extrañaba bastante, a ella y a sus guisos.

Sonrió involuntariamente al escuchar la respuesta de Alpin, decidiendo mantenerse ocupada en buscar en uno de los estantes un frasquito con ajenjo, que era el otro ingrediente que recordaba haber leído que llevaba la poción. Algo me dice que están echando todo junto y que cuando metan un ingrediente más todo va a explotar.
No le llamó la atención que el chico dijera que no, no había sido un momento fácil para ninguno de los dos y ella también pensaba que podrían haber hablado de otra manera, se podría haber enterado una vez que estuvieran en el castillo, o con la carta que finalmente nunca leyó por cobarde.

Sin embargo, sí la sorprendió que Alpin creyera que iba a enterarse de todas maneras. Se dio vuelta con el frasquito en la mano y lo miró algo avergonzada. -¿Todos?- pensó con algo de pánico por un instante, mientras miraba a las demás mesas. Sus compañeros estaban concentrados leyendo el libro o cortando ingredientes, nadie estaba mirándolos en ese momento, por lo que tomó aire y se acercó a la mesa nuevamente.

"Supongo que debería haberme dado cuenta yo también" murmuró bajito, arrepintiéndose un poco a media frase pero ya era tarde para parar. Tenía miedo de que cualquier cosa que dijera arruinara de nuevo las cosas con Alpin, pero quitarse de encima ese tema que estaban tratando quizás fuera lo mejor. Como una curita, bien rápido.

[Moira Wallace]

La resignación de Alpin no ayudaba a que dejara de sentirse culpable porque de alguna manera había ignorado las señales. Algunas obvias como Tavia diciéndole que su hermano se comportaba extraño cuando estaba con ella, otras más sutiles, detalles que él había tenido y que Moira se había empeñado en ignorar o justificar.

Apoyó el frasco en la mesa y buscó el libro con la mirada porque ya no sabía qué decirle. Su plan sólo incluía hacerle un regalo decente por su cumpleaños y pedirle volver a algún punto donde su amistad no estuviera arruinada. El silencio y las negativas de Alpin la hacían pensar que quizás era tarde para eso o no había un momento ideal al cual regresar.
Eso la entristecía y, aunque al principio había deseado que esos sentimientos que Alpin tenía desaparecieran, desde que habían dejado de pasar tiempo juntos y hablar lo que Moira sentía había cambiado un tanto. Necesitaba volver a contar con él, a hablar y reírse de bobadas y ya no quería que se olvidara de ella.
La idea de gustarle a alguien le parecía inverosímil, Moira era malhumorada y nadie quiere tener a alguien así al lado. Saber que Alpin conocía todos sus defectos perfectamente y aún así había tenido el descaro de decirle que le gustaba había provocado que algo dentro de Moira se movilizara con el correr de los días. Sentía unas cosquillas extrañas cada vez que pensaba en eso.

No le molestaba el silencio, había releído los ingredientes dos veces sin prestarles real atención hasta que Alpin habló. Levantó la cabeza para prestarle atención y, aunque le costó un poco, intentar entenderlo. Frunció el ceño, dejando el frasco de ajenjo destapado y sin separar las tres hojas necesarias. "No siento pena" le aclaró, nunca pensó en hacer nada por lástima porque básicamente no sentía eso por él.
Asintió con la cabeza, creyendo que estaban de acuerdo porque ella también quería seguir siendo su amiga. Sin embargo, no pudo contestar en seguida ni solucionar las cosas tan rápido como esperaba. Se quedó callada, cuestionándose a sí misma acerca de lo que pensaba cuando estaba con él. Lo miró y apretó los labios. "No lo estaba haciendo, pero entiendo" alzó los hombros, aunque no podía prometerle que no pensaría en eso porque a veces le pasaba, Alpin tenía razón en que ese detalle no desaparecería "Entonces, si no podemos volver a empezar..." retomó el tema "¿Cómo haremos?" y se sintió horrible decirlo porque sonaba a que estaba rogando pero no le estaba viendo una salida a su situación y eso la empezaba a desesperar.

[Moira Wallace]

((Muchas thankyous, aunque volví toda apestada por eso casi ni pude contestar :( ))

Moira iba claramente mucho más atrasada que Alpin en la poción, estaba como en cámara lenta, apenas si había echado tres de los ingredientes y ahora machucaba las hojas de ajenjo pero con la mente todavía perdida en otro lado. Es más, casi se pica los dedos al escucharlo. Algo dentro se le hizo demasiado pesado al saber que en un tiempo ella iba a dejar de gustarle. Alpin lo hacía sonar muy fácil y eso le molestaba, aunque no tuviera derecho a reclamarle nada. Moira misma había deseado que ellos volvieran a ser los de siempre y no hubieran sentimientos confusos de por medio. ¿Por qué ahora le dolía la posibilidad de que él se olvidara de ella?

Tiró las hojas en su caldero y decidió suplantar la ansiedad que sentía por un repentino apuro por echar ingredientes a la poción. Buscó los polvos que iban antes del líquido blanco y cuando estaba por tirarlos volvió a mirarlo por un instante. "¿Desde el principio?" repitió "O sea, como un ¿Hola qué tal me llamo Moira?" consultó alzando las cejas porque pensó que esa posibilidad había quedado descartada por ridícula. Le encantaría resetear todo lo que había pasado pero Alpin tenía razón. Podían volver a empezar desde donde quisieran pero Moira no se iba a olvidar de que él podía sentir cosas por ella y que ahora tenía que lidiar con un nudo en el estómago de sólo pensar que él iba a olvidarse de ella pronto. Por otro lado, la idea podía ser tentadora porque le daba la posibilidad de hacer las cosas distintas. Si volvían a comenzar desde el inicio ella podía de dejar de ser la amiga que lo había rechazado.

[Moira Wallace]

((Hoshible))

Luego de echar el ingrediente nuevo, Moira revolvió el caldero y no pudo evitar poner una cara de desagrado al ver la bola que habían formado las semillas con el polvo. Debía echarle líquido rápido, por lo que se acercó a tomar el recipiente de vidrio que había usado Alpin para su poción. Mantener las manos ocupadas era una buena manera de no ponerse más nerviosa por la conversación que estaban teniendo, aunque la poción iba a ser el desastre más grande desde que había pisado esa mazmorra en primer año.

-¿Otras personas?- pensó mientras tiraba el líquido rápido y seguía revolviendo. La idea sonaba loca y Moira no era buena para los juegos, mucho menos para mentir. Lo miró algo confundida "Más o menos..." contestó porque no estaba convencida "¿Sería sólo un juego por un rato o qué?" necesitaba más información antes de decir que sí a una locura "¿Seríamos como desconocidos a partir de ahora?" y se rió por nervios, aunque esa parte del planteo no la divertía para nada.

[Moira Wallace]

((Creo que tomé frío entre el mar y dormir con el ventilador encendido T.T))

Ella iba a ser la culpable del primer desaprobado en la historia de Alpin y él iba a causar que la echaran de la clase o que volviera a tener notas mediocres como en primer año cuando todo era nuevo y difícil. Lidiar con toda una nueva gama de sentimientos y arruinar amistades también era nuevo y difícil. No iba a salir nada bueno de todo eso.

Una vez que la bola se deshizo en el líquido y comenzó a salir algo de humo de su caldero, se dispuso a poner el único otro ingrediente que Alpin ya había puesto y ella no. Comenzó a buscarlo en la mesa aunque estaba tentada de mirarlo. Moira no estaba resignada a perderlo, así que estaba dispuesta a escuchar locuras y evaluar todas las posibilidades para reparar lo que se había roto en los últimos meses. Aunque eso significara volver a empezar de cero. Era mejor que nada, era preferible a que con el tiempo dejaran de hablarse y él se olvidara finalmente de ella.

Recién cuando Alpin los señaló levantó la mirada y tiró la pepita dentro del caldero. Alpin la había puesto al comienzo de la poción, ella al final... habían tomado caminos opuestos pero igual iban a arruinarlo. Espero que experimentando con ser otros no les ocurra lo mismo.

Asintió con la cabeza, dándole la razón acerca del tiempo, aunque ahora le temía un poco. El tiempo iba a hacer que ya no sintieran nada, ni siquiera amistad, por el otro y eso le parecía terriblemente triste. Se quedó pensativa unos instantes, analizando las cosas ahora que comprendía mejor la idea que él había tenido. Miró dentro del caldero, como si la poción blancusca y que largaba aroma salado, como a mar, tuviera la respuesta.
"Podríamos probar" murmuró finalmente, mirándolo sonreír de manera nerviosa. Ella sólo sonrió de lado "Puede ser divertido jugar a ser otros" era cierto que eso les quitaba un montón de peso de encima, porque eso de tener asuntos pendientes la llenaba de ansiedad y pensamientos extraños. Estaba confundida ¿para qué quería que él no se olvidara de lo que sentía por ella si cada vez que lo miraba y pensaba en tener algo más que una amistad se moría de miedo? Era inútil. Quizás su otra yo, la que iba a jugar a los desconocidos con Alpin, pudiera ayudarla. "¿Cómo lo haríamos?" preguntó acercando la cara al caldero para notar que ahora olía a pasto mojado.

[Moira Wallace]

Los olores le agradaban y la hacían pensar en que quizás la poción no estaba tan mal pero llevaba mucho tiempo prepararla y ellos apenas habían tirado los ingredientes casi sin pesarlos ni seguir las instrucciones del libro. Algo en algún punto iba a fallar. Podía oler bien pero dudaba que funcionara si se la daban a alguien a probar.

Moira también dudaba que su personalidad alternativa no rodara los ojos o no se molestara si algo no salía como quería. Si fingía y no lo hacía, le saldría una mala imitación de cómo ella pensaba que eran las demás chicas. Iba a ser difícil pero como lo planteaba Alpin era eso o nada.
Se acercó al libro para leer en busca de qué pudieron haber hecho mal antes de que Snape se los marcara, pero no llegó a agachar la cabeza para leer. Prefirió apoyarse contra la mesa y responderle a Alpin mientras lo observaba oler su poción "No sé... no tengo muchas ganas de volver a casa pero la mamá de Melwyn aún no respondió si puedo ir con ella" apretó los labios "La opción de quedarme aquí sola tampoco me divierte mucho" alzó los hombros. Para alguien que planificaba tanto cómo le gustaría que fueran las cosas, no saber que iba a hacer las próximas semanas no le agradaba nada, le daba incertidumbre. Ya estaba casi resignada a pasar Navidad en la casa de su tío Edward. De sólo pensar en las cantidades industriales de comida que no le gustaba y en sus otras tías haciendo comentarios y preguntas que no podía responder se le transformaba la cara en la del grumpy cat.

Sonrió divertida, sintiéndose cómoda por primera vez, pensando que quizás no sería tan difícil volver a la normalidad siempre que hablaran de otras cosas. "Era obvio que ibas a oler a libro viejo" murmuró riéndose y acercándose al caldero humeante "¿No se supone que cada uno huele algo diferente?" le preguntó antes de inclinar la cabeza para oler la poción "Yo siento pasto húmedo, como olor a lluvia..."