Ineludible

[Rainier Bruneau]

Durante esos segundos, Rainier se aferró a la falsa esperanza de que quizás no era nada, que estaba acalorada y cansada nomás. Pero ahora que lo decía, tenía todo el sentido del mundo, la evidencia había estado ahí delante suyo todo este tiempo.
"¿Puedo?" preguntó, acercándole una mano a la frente, pero sin tocarla. No iba a andar tocando a alguien sin permiso, especialmente si ella no se sentía bien.

[Maggie Grimbale]

Maggie asintió con la cabeza, probar con su propia mano era en vano porque pese a que estaban un poco más tibias que antes, no podía comprobar si realmente tenía fiebre ya que para ella ya estaba hirviendo. Claro que todo este asunto ayudaba a disimular que la mitad del sonrojo se debía a que seguía teniéndolo a Rainier con sus ojos encima de ella, aunque Maggie también le sostenía la mirada.

[Rainier Bruneau]

Cuando Maggie le dio el okay, Rainier se arrepintió internamente: ¿y si él tenía la mano sudada? ¿Y si sin querer le metía el dedo en el ojo? Se estaba persiguiendo.
Apoyó la palma de la mano derecha sobre la frente de Maggie, y alzó las cejas. No hacía falta que pusiera su otra mano sobre su propia frente para comparar, era evidente que tenía fiebre. Deslizó la mano de la frente de la Gryffindor hasta una de sus mejillas, y luego la alejó. "Fiebre, sin dudas" comentó, con una expresión intranquila.

[Maggie Grimbale]

La imagen de Rainier picándole un ojo sería bastante graciosa, pero por suerte no sucedió.

Cuando sintió la mano del chico deslizándose por su rostro, el corazón comenzó a latirle más rápido y tragó saliva antes de escucharlo. Se sintió decepcionada, como si no supiera que tenía fiebre, quizás porque eso significaba que el esfuerzo por cumplir con su encuentro había sido en vano porque ahora la mandaría a la enfermería y a descansar... ¡y apenas se había enterado que tenía un medio hermano! no habían charlado de nada de lo que le hubiera gustado, porque a Maggie le daba igual mientras significara conocerlo mejor. Escapar del tema del baile le había resultado más fácil de lo que pensaba.

"Perdón" murmuró de pronto, bajando la mirada.

[Rainier Bruneau]

Frunció el entrecejo, mirándola con incredulidad mientras se ponía de pie. Se sentía culpable por ser tan egoísta, como si el verla ese domingo pudiera equilibrar de alguna forma el no haber ido a la fiesta de San Valentín con Maggie. A nadie le gustaba darse cuenta de lo egoísta que es.
"No tienes porqué disculparte" le recordó con firmeza, extendiendo ambas manos hacia ella para ayudarla a ponerse de pie. No podía dejar que se quedara sentada en el piso, afiebrada, en esa mazmorra. "A menos que lo hayas hecho a propósito" bromeó, sonriendo de lado, para alivianar la situación.

[Maggie Grimbale]

Claro que enfermarse no era algo que ella pudiera controlar, pero sin saberlo se sentía igual de culpable que Rainier, aunque por motivos distintos.

Sentía la cara arderle y ya no importaba si era porque haber tenido al chico tan cerca la ponía nerviosa o por la fiebre, así que tomó las manos de él para levantarse del suelo, intentando no hacer contacto visual. Cuando estuvo de pie, sintió un leve mareo así que entrecerró los ojos mientras apoyaba una mano contra la pared y con la otra decidió disimular acomodándose la ropa y limpiándola porque el suelo de la mazmorra no era precisamente la superficie más limpia del castillo.

Sonrió también levemente “Claro que no fue a propósito” afirmó volviendo a mirarlo “pero arruiné…” y no sabía cómo debía decir lo siguiente ¿qué había arruinado? “¿el domingo?” soltó como preguntándole a él cómo debía llamar a… eso.

[Rainier Bruneau]

Siguió con la vista las manos de Maggie mientras ella se sacudía la ropa, pateándose internamente otra vez por haber elegido las mazmorras como punto de encuentro. Sí era cierto que era el lugar donde menos chances tenían de ver o escuchar algo relacionado al tema taboo del día, pero Rainier tenía que darse cuenta que aunque a él y a su amigo Ravenclaw le pareciera genial juntarse ahí, no era como para llevar a una chica.
"No arruinaste nada" le aseguró, sin necesidad de darle un sustantivo especial a lo que sea que era ese domingo para ellos. "Realmente aprecio que hayas venido, sintiéndote mal y todo" agregó, alejando la mirada hacia la bolsa que había abandonado sobre la mesa.

[Maggie Grimbale]

Así que él había notado el esfuerzo que había hecho en ir igual... eso la hizo sentir mejor, lo miró agradecida y le sonrió antes de notar que la mirada de él estaba en otra dirección. Tuvo tiempo de volver a una expresión más relajada para decirle "Al menos pudimos cumplir con el objetivo y no estamos hablando del baile como todos en el castillo"

[Rainier Bruneau]

Miró la bolsa, recriminándose internamente la pésima y patética idea suya, de traer cartas para jugar al snap explosivo. No, tenía que empezar a cuestionarse sus decisiones más seguido. Giró la cabeza hacia Maggie y la miró, comenzando a sonreír.
"¡Ah!" exclamó, alzando un dedo índice en el aire con las cejas alzadas, sin poder ocultar la sonrisa. "Eso no se dice" bromeó mientras arrugaba la nariz, moviendo el dedo de lado a lado como diciendo 'no'.

[Maggie Grimbale]

Maggie volvió a sonreír esta vez más abiertamente, mirándolo divertida por la manera en que negaba el tema. Antes de poder contestarle algo tuvo que toser y se llevó una mano al pecho.

"No te culpo si quieres que me vaya antes de contagiarte" en realidad tenía miedo de que no quisiera encontrarse más con ella y no entendía de dónde había surgido ese miedo ni las ganas de volver a verlo cuando ya no estuviera enferma.

[Rainier Bruneau]

Se enserió cuando ella tosió, bajando la mano. Miró la mano de Maggie, y luego subió la vista hacia ella, mirándola seriamente mientras trataba de descifrar si ese comentario era en broma o en serio.
"No me molestaría contagiarme" le avisó, aprovechando para robarle una miradita culposa a la boca de Maggie antes de parpadear, con disimulo. Pero ella estaba enferma y con fiebre, no daba ser tan animal.

[Maggie Grimbale]

¿Había escuchado bien o la fiebre estaba haciéndola alucinar?
¿Por qué querría contagiarse si la solución era tomar una poción horrible que te hace salir humo de las orejas ((según wikipedia))?
Oh... por ella. Las mejillas volvieron a arderle así que retiró la mirada.

"¿Puedes acompañarme hasta la enfermería?" preguntó porque quería salir de allí, las piernas le dolían, solamente quería tomar esa poción asquerosa y dormir hasta el día siguiente. Ya tendría tiempo de compensarlo por haber ido solamente a toser y tiritar por la fiebre, sin contar que debería devolverle su abrigo y limpio porque así se devolvía la ropa prestada.

[Rainier Bruneau]

No es que te quiera llevar la contraria, Maggie, pero en algunos casos uno prefiere recibir la ropa que prestó con el perfume de la otra persona, más que con un olor genérico a suavizante de ropa. Pero quizás soy yo, no sé.
"Claro" le dijo, recordando que la Gryffindor no se sentía bien. ¿Le ofrecía el brazo, o una mano, o no le ofrecía nada? El código de silencio con respecto al baile lo perjudicaba, porque quizás ella había empezado a salir formalmente con su pareja de baile y no podía contárselo.

[Maggie Grimbale]

Maggie todavía no piensa tan románticamente como para darse cuenta de lo lindo que es que un perfume te recuerde a alguien. La próxima (?) te lo devuelve sin lavar. Igual todavía no pasó nada de eso, quizás se olvida de hacerlo, así que volvamos a la situación actual.

Si ella hubiera comenzado a salir con alguien, aunque tenía catorce años nada más, ¿hubiera ido con fiebre a encontrarse con él al día siguiente? Que Rainier no se ponga tímido, acababa de mirarle la boca ¿y ahora se reprimía de ofrecerle el brazo para caminar?

“Gracias” le respondió pero también agradeció internamente que él quisiera acompañarla y no la dejara sola para salir de las mazmorras, que fuera hasta la enfermería sería suficiente, no quería que la viera si es que le daban a tomar la poción que te hacía salir humo de las orejas. En cualquier situación normal le importaba lo que los demás pensaran de ella, pero en este en particular se dio cuenta que no era por los motivos de siempre, era porque de verdad le importaba la imagen que él tuviera de ella porque… quería gustarle. Ok, eso era malo, definitivamente malo. ¿Qué se hacía para gustarle a alguien? ¿por qué quería eso? Empezó a respirar algo agitada, quizás era la fiebre la que le hacía pensar eso, la que le tensaba los movimientos al pensar que él la estaba mirando, la que había hecho que se sonrojara con él cuando no le había pasado con nadie más y eso que había hecho muchas payasadas en público…

Empezó a caminar por el pasillo para salir de ahí, quizás una vez que estuviera de nuevo en otras partes del castillo con más aire su respiración volviera a la normalidad y no sintiera tanto calor en el rostro.

[Rainier Bruneau]

Una cosa es pecar con la mirada, otra muy distinta era seguir animaleándola a una pobre chica con fiebre. No, no daba, lamentablemente alguien le había dado una consciencia.
La siguió, caminando a su lado mientras la miraba de reojo. No porque quisiera ser un creep, sino porque en el silencio del pasillo podía notar la respiración de Maggie y quería asegurarse de que no fuera a hiperventilar y desmayarse. No había necesidad de crear dobles situaciones negativas, ¿quién querría volverle a hablar al idiota que te hizo verlo el día que estabas engripada en una mazmorra? Nadie, Maggie, nadie.