Regalo atrasado

[Rabastan Lestrange]

Y eso que él le había puesto el pañuelo en la boca imaginando que le iba a complicar aunque sea un poco las demostraciones de emoción. Era una lástima que Kitty aún tuviera casi un año y medio dentro de la escuela y que no pudiera lucirlo con otra cosa que no fuera el uniforme (algo así como un conjuntito de tul, ponele), pero bueno.
No sabía si comentarle de dónde había sacado ese collar. Porque él no había ido a comprarlo. Era de su familia, pero él tenía el permiso para regalarlo. Mejor quedarse callado por ahora, quizás metería el comentario después. "Me alegro" comentó, como si de nada se tratara. Pero sabía que era un buen regalo. Esperaba tenerla comprada de por vida con eso.

[Rabastan Lestrange]

Claro que puedes, y fea mi actitud de imaginar que Kitty había comenzado a hablar dejando caer el pañuelo como si de aire se tratara. Re asumí en vez de preguntar.
"Claro que te mereces tanto, si te portas bien" dijo como al pasar, suavizando la segunda parte del comentario pasándole una mano por la cabeza, como si ella necesitara ayuda para peinarse. Era una buena gatita, y se portaba bien con él. Siempre y cuando no lo vendiera, estaba todo bien.

[Rabastan Lestrange]

Si lo va a vender, que se lo venda a Rabastan. Y las cosas quedan en familia, es perfecto para todos. Todos ganan.
Alzó el mentón, ahora no tenía ganas para besos en la mejilla. So quería eso... bueno, en realidad solamente podía contar con los de Kitty, porque su mamá no le iba a besar las mejillas pero ni ahí.
"¿Podemos seguir caminando?" preguntó, tocándole la espalda con ambas manos y soltándola, como haciendo énfasis en su necesidad de alejarse aún más. Que ahora él fuera el cagado que tenía más derechos que Rebecca no hacía que quisiera estar en un lugar tan transitado.

[Rabastan Lestrange]

Que ella se quedara admirando el collar le agradó. Se sentía raro últimamente, como si no supiera qué cosas lo hacían feliz y cuáles no. Esperaba que Kitty fuera una de esas cosas que quedaban decididamente en el lado positivo.
"No tuve unas vacaciones fáciles" comentó, como si hubieran estado hablando de eso segundos atrás y él simplemente continuara comentando al respecto. Si ella no le decía nada, tampoco le molestaría.

[Rabastan Lestrange]

Parpadeó y se tomó su tiempo antes de volver a abrir los ojos, dándose cuenta que, de repente, hubiera sido genial poder mantenerlos cerrados mientras caminaban por el pasillo. Le pesaban los párpados cuando se volvía consciente de ellos. Eran molestos.
"No realmente. No lo sé, Kitty. Creo que me afectó más Regulus" comentó, bajando la voz, era un tema algo tabú aún. No lo podía creer a veces. Con Barty era fácil hablarlo, pero decírselo a alguien más era como aceptar que era cierto.

[Rabastan Lestrange]

Me gusta ponerte en dilemas. Le da más profundidad a nuestros personajes (?).
Rabastan miró hacia un lado, pensativo, esperando ver su próximo comentario escrito en las paredes del pasillo. "Tú no me traicionarías, ¿cierto?" preguntó. Obviamente, la relación que tenía con ella no era como la que tenía con Regulus. Ni con Rebecca. Él quería otro tipo de lealtad por parte de Kitty. Y estaba bien si ella no sabía cuál era. Porque para eso estaba, para explicarle lo que ahora quería y necesitaba.

[Rabastan Lestrange]

Claro, porque Rabastan y sus padres no tendrían problema con que él se case con una chica que estuvo con otros antes que con él. Y antes de casados con otros, y antes de casados con él, y etcétera.
"A lo que te digo" dijo, simplemente. "A lo que hacemos" agregó, mirándola de reojo con una sonrisa tranquila "Creo en que queda entre nosotros" ella se lo había asegurado mil veces, ad nauseam. Por eso creía que podía hablar con ella, y buscarla para hablar y hacer, con la seguridad de que todo quedaba entre ellos.

[Rabastan Lestrange]

No sé, eso nunca dependió de él. Supongo que volverían a mandarla a San Mungo para hacer las pruebas, y... se verá desde ahí.
Se sintió muy incómodo cuando ella lo llamó bonito, porque si de algo estaba seguro era de que no era bonito. Sabía que no había sido con esa intención, pero hasta le sonaba irónico. "No, claro que no. Y quiero que se quede así" dijo, casi como un pedido. Nunca podía hacer demasiado énfasis en que eso era lo que necesitaba de ella.

[Rabastan Lestrange]

Movió el rostro hacia atrás para alejarlo de la mano de Kitty, como siempre, varios segundos más tarde. Y la miró cuando ella lo llamó conejito, pero apartó la vista nuevamente.
Era exraño que, de hecho, hubiera querido que ella manteniera la mano en su mejilla. No podía dejar que ese tipo de cosas lo gobernaran. Si necesitaba contacto físico, bien podía pedírselo sin rodeos y ya, ¿cierto? Pero no era la intención con la que se había acercado a Kitty hoy.
Dio un paso atrás para alejarse un segundo y ordenar sus pensamientos.

[Rabastan Lestrange]

Si mantenía las cosas con una simple organización sería más fácil. Algo como... una cajita mental con gente a la que podía estimar y gente a la que podía matar. Poner a Kitty en la misma cajita que muchas otras personas haría más fácil el no confundir los términos. Ella no tenía nada con él, de todos modos, ¿y por qué lo tendría? Es decir, es cosa de mirarla y mirar a Rabastan. Así como Kitty podía ser una caridad en lo que al dinero de Rabastan se refiere, él era una caridad de Kitty en lo que se refiere a otras cosas.
Retomó el paso aunque ahora iba tras ella, con las manos en los bolsillos, fijando la vista en la retaguardia de Katherine para concentrarse en ello.

[Rabastan Lestrange]

Tardó unos segundos en darse cuenta que Kitty había dejado de moverse y ahora le hablaba. Suspiró en silencio mientras subía la vista hacia el rostro de ella, porque necesitaba esos segundos en pensar una respuesta. Ni siquiera sabía lo que quería... o más bien, lo que debería querer de ella.
"No, a alguna mazmorra vacía" hizo la cabeza un poco más hacia atrás "Cualquiera" agregó, lentamente. Estaba mal querer falso cariño de Kitty. Pero no lo recibía de ningún lado, y a veces sentía que lo necesitaba. Probablemente, esa era una debilidad de la que tendría que deshacerse.

[Rabastan Lestrange]

No sé si cuenta, porque honestamente no debería haber nada de cariño por ninguno de los dos lados. Y a Rabastan le cuesta hacerse a la idea de que es todo falso, para que en realidad haya un poquito de verdad. Mejor eran las cosas en blanco y negro, de un extremo a otro. Pero era difícil, necesitaba más autocontrol.
"Pero que no sea esa que está todo lleno de goteras" agregó, relajándose mientras se cruzaba de brazos. Lo malo de las mazmorras (y la sala común de Slytherin) es que estaban construidas debajo del lago. Yo si fuera Salazar Slytherin también escondería un monstruo asesino en el castillo si me dan el peor lugar para vivir.

[Rabastan Lestrange]

¿Incluso para los enfermos mentales como Rabastan debía verse el mundo matizado de grises? Una lástima. Ahí se va mi modo fácil de hacerlo confundir con la realidad. Pero supongo que cuando alguien está tan metido en la oscuridad de la ignorancia, los tonos de los grises no son tan importantes.
"Siempre hace mucho frío en todos lados" comentó, aunque sabía que su comentario además de inútil, parecía ser algo crítico del de Katherine. No fue con esa intención.

[Rabastan Lestrange]

Es muy importante que las mazmorras no tengan gente adentro. Es decir, unos encantamientos o un balde pueden solucionar lo de las goteras, pero andar picando a la gente en los ojos para que no vieran lo que sucedía dentro era complicado.
Se dejó conducir por Katherine y se detuvo, aunque tuviera que soltarla o tirar del brazo de ella, para trabar la puerta con un encantamiento. Como había visto hacer a Barty: trabar y hacer sound-proof. Por las dudas.

[Rabastan Lestrange]

Guardó la varita en el bolsillo de la túnica y se giró hacia Kitty dándole la espalda a la puerta, tratando de asegurarse que la razón de haber cerrado la puerta era para que no... huh, no lo encontraran conversando con ella. No tenía sentido, obviamente tenía mucho para aprender de Barty (y no sé si va a tener mucho futuro, después de todo pasó 16 años sin aprender nada de Regulus).
El aula le pareció pequeña aunque no acojedora, casi le parecía poder oler la humedad entre las piedras en el techo bajo. Caminó hasta una silla polvorienta donde se sentó, como olvidando momentáneamente a Kitty.