Planes secretos (Revisited)

[Lana Goldsmith]

Entro al baño justo después de su compañera de casa, la chismosa (por las dudas), quien había insistido en que la acompañara, mientras le contaba como Suellen McLeod había pasado toda la clase de Pociones mirando a su hermano. Rodó los ojos, otra escocesa más que quería robarle la atención de Ed, definitivamente, todas morirían en la hoguera. Uhm, lastima que ya no usaran ese método. 'Y entonces, la escuche decir que le escribiría... y que Madame Pudipié era el lugar adecuado para una cita, por supuesto es una ilusa, tu jamás permitirías eso...' la muchacha continuaba hablando como si nada, mirándose en uno de los espejos. Lana la imito, escuchando atentamente los detalles y pensando a la vez como alejar a esa mosca escocesa de una vez por todas.. Ambas en realidad, quizás existía un repelente mundial contra las personas de esa región.
No había notado a Regina, cosa que la otra chica si parecía haber hecho, haciendo una pausa en su relato. Ciertamente estaba muy concentrada, mirando la llave del lavado, ahora indagando en cuantas posibilidades tenía de cometer un asesinato doble dentro del castillo y no terminar en Azkaban.

[Lana Goldsmith]

Si tan solo los cuadros no hablaran, ninguna otra mujer se atrevería a acercarse a su querido hermano y si ella fuera otra persona, seguro que pensaría en ir a terapia; esas ideas asesinas no eran correctas en una señorita. Suspiro, alzando la mirada y al mismo tiempo las cejas al escuchar su apellido "Ah..., Duke" saludo, intentando no mostrar del todo su animo decaído. Ahora hacia lo mismo que Regina, lavar sus manos como queriendo limpiarlas de la sangre escocesa que nunca las tocaría.

[Lana Goldsmith]

Inspiro al escuchar el nombre de su hermano. Él se estaba metiendo en problemas... En problemas con ella, que era su hermana y era el único ser que lo entendía a la perfección. Que desconsiderado su parte, nada caballeroso por supuesto.
"Mi hermano.." masculló, cerrando la llave y adoptando una posición segura, "¿Qué sucede con él?" preguntó con animo tranquilo, ocultando la ansiedad que le causaba hablar de cualquier cosa relacionada con su querido... -¿Qué has hecho ahora?-.

[Lana Goldsmith]

Sacudió las manos con cuidado, entendía perfectamente lo que Regina decía, porque había días en que se ponía en sus zapatos, literalmente, para poder detestar más a esa... Escocesa de los mil infiernos.
Tomo el paño que llevaba dentro de su mochila, y después de secarse las manos le devolvió la mirada a su interlocutora. Era una suposición pero... "Planeas hacer algo al respecto" concluyo, en ese momento deseaba poder leer mentes, solo para saber si estaba en lo cierto.

[Lana Goldsmith]

((Tienes todo el derecho a matarme (?), pero aquí no ha pasado nada *como siempre, tapa fecha*))

Apretó los labios, a su hermano no podía sucederle nada, nada en absoluto, no podía sufrir por lo que fuese que Regina planease hacer, no si ella podía evitarlo. No si... Sintió un nudo en la garganta, -Edward, Edward- se sintió pesada al recordar a su hermano, a veces, hacía unas cosas tan.. Inesperadas, que le ponían los nervios de punta. "Siempre hay causas en común" comento mientras se acomodaba las mangas de la camisa, "¿Puedes dejar los rodeos?" pregunto, sin llegar a sonar grosera o impaciente.

[Lana Goldsmith]

Paso de las mangas de la camisa al cuello y de allí a la corbata, estaba ligeramente nerviosa, quería pero no podía esconderlo. De no querer tanto tantísimo a su hermano, hacía unos cuantos años que lo hubiese matado.
Esbozo algo parecido a una sonrisa, cargada de confianza, al escuchar a Regina. Si podía encargarse de McCormack las cosas cambiaban considerablemente "Lo haré encantada" y sonaba muy servicial, claro que si (Ella sabía que le convenía), pero en el fondo estaba segura que cierto señorito no se iba a apartar del camino con tanta facilidad y cuando eso sucediera ya no iba a verse tan amable.

[Lana Goldsmith]

Uff, estas gentes obsesivas compulsivas lastiman mis modales considerablemente, de ser otro personaje Regina hubiese tenido que aguantar un escupitajo y algo de jerga, la máxima expresión de mis modales.
Asintió satisfecha, cruzándose de brazos unos momentos, "Soy de confianza. Yo no ataco por la espalda" aclaro, y se aparto unos mechones que le caían sobre la frente. En realidad, evitaba atacar siempre que podía pero palabras como esas eran adecuadas en cierto tipo de situaciones. A menos que fuesen tomadas a mal.

[Lana Goldsmith]

((omgs, Odette <3))

Obviamente no, no se refería a ella, porque eso hubiese sido estúpido de su parte. Y aunque la estupidez era aceptable en su familia, no lo era en ella como individuo. Así que, cuando le pregunto si quería algo a cambio no dudo en saber que debía decir y que no. "No Regina, tu respetas a tu familia" dijo sonriendo con algo de pesar, había cierta reputación que en aquella fecha, de la cual inconscientemente no quiero recordar, le encantaría ardiera en llamas, hasta ser expulsada de cierto equipo de Quidditch. Pero eso era algo que podía conseguir sola.
Si, Faust Duke pero eres el NPC más aclamado y odiado por las masas.

[Lana Goldsmith]

((Rubia y santa..., el castigo de mis pecados))

Rodó los ojos, soltando un 'jum' de incredulidad en el proceso. ¿Cita? ¿Quién necesitaba una cita con Faust Duke? Porque ella no, quiero que sepan. Quizás Mady, Andy, Candy y Sandy, y todas las demás fangirls multiorgásmicas e invisibles que revoloteaban por allí, de domingo a sábado y desde que sale el sol hasta que se oculta. Pero Lana, no.
"Lo que quiero con él, no involucra ese tipo de asuntos" apretó la boca, con desagrado disimulado "Es más bien algo deportivo" -Nada que lo haga sufrir, a corto plazo- quiso añadir, pero considero que no era buena idea, quizás ya lo había pensado antes, tener a Regina como enemiga no pintaba nada bien.
Sobre todo porque Lana tenía muchos puntos débiles sobre los cuales armar chismorreos como su hermano idiota o la envidia latente que tenía por las chicas más desarrolladas.

[Lana Goldsmith]

((Yeeep, ¡Gracias! :D))

Yo no cumplo deseos de nadie (no nací hada madrina, para mi desgracia). Pero puedes seguir montando culebrones vía fic, mi salud mental queda en tus manos. ¡Oh, si por supuesto!, salir con Faust Duke te asegura un kit de sufrimiento personal inimaginable y gratuito. Nada mejor que eso, como no.
Movió la cabeza de un lado a otro, rechazando la oferta de su compañera. "Me gustaría hacerlo por mi cuenta" suspiro, bajando la mirada para aclarar sus pensamientos un poco. Porque ella no hablaba sin pensar, mucho menos de un tema tan delicado. "Solo quiero que Stover, se de cuenta de lo buena jugadora que soy. Quizás que me recomiende con el capitán del próximo año.." apretó los labios. Algo le salía mal, porque había empezado a hablar de más, en teoría.