Mujer Maravilla

Mensaje por **Sebastian Mayfield** » 17 Dic 2009 17:03

E-8. ¿Dónde demonios estaba el E-8? Volvió a contar la fila de arriba y luego bajó asegurándose de que no estaba salteándose ningún casillero. No, perdón, no eran casilleros, eran cerámicas. Las cerámicas en la parte de atrás de un cubículo del baño de varones del segundo piso.
Ah, ahí estaba el E-8. Lo golpeó suavemente con la punta de la varita y se salió del lugar, dejando un espacio pequeño a unos ciento ochenta y tres centímetos de altura que hacía perfectamente de mirilla. ¿A dónde? Pues ¿a dónde va a ser? Al baño de mujeres. Sebastian apoyó un pie sobre el borde del retrete.
Pero antes de que empiecen a gritar y a llamar al 911, les cuento que daba de frente a los lavamanos del baño de niñas (el agujero era pequeño, justo por encima del borde de uno de los espejos). Con suerte si uno se quedaba ahí dos horas y veía a alguna acomodándose bolas de papel higiénico en el sostén por encima de la camisa.
Pero bueno, Sebastian recién recibía el dato de que existía ese lugar y tenía que ir a verlo por sus propios ojos.

Mensaje por **Liesel Hawthorne** » 17 Dic 2009 17:54

Sin lugar a dudas los hombres ocupan su tiempo e inteligencia en las cosas más cuestionables, y lo más gracioso es que seguramente pasan el secreto de generación en generación con mucho orgullo.
Sebastian escogió un mal momento para ir a curiosear, porque la única persona que estaba en ese instante frente al espejo de ese baño era Liesel, y no se estaba rellenando el sostén. Cantaba algo sin sentido (literalmente, estaba mezclando las letras de dos canciones diferentes porque no recordaba ni una sola completa, ¿y quién dijo que está prohibido hacer eso?) al mismo tiempo que iba enrollando mechones de su cabello en su dedo índice izquierdo para después apuntar con la varita. Cuando no necesitaba aplicar el encantamiento para sostener los rizos, usaba la varita como micrófono. Y diría que sus expresiones son porque ese es un concierto privado, pero la verdad es que Liesel haría lo mismo aunque supiera que la escuela completa está al otro lado de la pared.

Mensaje por **Sebastian Mayfield** » 28 Dic 2009 16:22

Le costó a Sebastian encontrar a Liesel, porque eso de mover el ojo y no su cabeza para buscar algo se le estaba complicando. Pero cuando la vio, fue como si le adelantaran la Navidad. ¡Era su Mujer Maravilla, su salvadora!
Tenía que ser cosa del destino que, de entre todas las mujeres, fuera a verla a ella por ese ilegal agujero en la pared. Por cierto, ¿qué estaba haciendo? ¿Cantando? Si quería oír tenía que sacar el ojo del agujero, y su prioridad siempre es el contacto visual.

Mensaje por **Liesel Hawthorne** » 28 Dic 2009 22:24

Aquí venía el coro de una de las canciones, así que soltó el bucle que acababa de formar para apuntar con el dedo al espejo (o, mejor dicho, a la audiencia imaginaria que vitoreaba en la distancia), mientras cantaba a voz en grito sosteniendo la varita. A mitad de una frase se olvidó de qué decía exactamente la letra, así que llenó los espacios con "nanananaaa".

Mensaje por **Sebastian Mayfield** » 15 Ene 2010 22:17

Sonrió, porque su mujer maravilla era genial. Toda confianzuda y extrovertida y genial, cantándole al espejo. Seguramente no le molestaría saber que estaba siendo observada, ¿no? Porque a Sebastian no se le ocurrió salir del baño de hombres y esperarla afuera para pretender que se habían encontrado por casualidad, no.
Subió la cabeza y acercó los labios al agujero "Hey" saludó en voz demasiado baja, rápidamente buscando el agujero con el ojo derecho, para ver si ella lo había escuchado.

Mensaje por **Liesel Hawthorne** » 16 Ene 2010 14:10

Por supuesto que no le molestaría la parte de ser observada y, desafortunadamente para mí, creo que ella no hallaría ligeramente perturbador ser observada estando en el baño.
La voz demasiado baja de él sumada a los alaridos de ella dieron como resultado que escuchara nada del saludo. Bajó las manos, dejando la varita en el lavabo (se toma muy en serio el cuidado básico de su posesión más importante), y las apoyó a cada lado de éste, impulsándose hacia el frente para acercarse al espejo, ladear la cabeza y revisar el aspecto de los bucles. Todo eso sin dejar de tararear. O... nananear.

Mensaje por **Sebastian Mayfield** » 26 Ene 2010 19:42

Claro, porque solamente sería perturbador si él, no sé, la hubiera estado siguiendo para vigilarla en sus visitas al baño. Pero como fue por pura casualidad sé que tengo buenas chances cuando me lleven al estrado a dar mi versión de los hechos.
Awww, ¿estaba actuando para él? No, momento, eso no tenía sentido. Sebastian se puso serio. No estaba pensando bien las cosas. Si su heroína favorita descubría que él andaba en los baños hablándole a las chicas por los agujeros en las paredes no iba a quedar muy bien. Y entonces lo lógico, claro, era entrar directamente al baño de niñas a saludarla, ¿no? Si no es, avísale pronto, porque ya se bajó del retrete y está abriendo la puerta del cubículo.

Mensaje por **Liesel Hawthorne** » 28 Ene 2010 19:47

La definición que Liesel tiene de cosas como 'perturbador' es muy distinta a la del 99% de la población mundial. Por ejemplo, un oso de felpa que habla = perturbador. Un gryffindor espiando a las chicas en el baño = admirable por hacer algo a fin de satisfacer una curiosidad natural.
Una vez que estuvo segura de que no había ninguna sección de su cabello sin ondular, dio un par de pasos en reversa sin apartar la mirada del espejo, pero dejando de emitir sonidos.

Mensaje por **Sebastian Mayfield** » 12 Feb 2010 16:18

Tampoco se la puede culpar a Liesel, hay chicos pervertidos que te hacen sentir cosas que deberían quedar reservadas para la maternidad. Lo veo en tus ojos, mi mujer maravilla.
Se miró en el espejo antes de dirigirse hacia la puerta y abrirla. Miró hacia los lados, para asegurarse de que nadie lo viera meterse en el baño de mujeres. Pero ni que fuera a hacer algo raro, solamente quería ver a su Mujer Maravilla, porque ni que pudiera verla durante las comidas, ¿no? Esta era una ocasión especial.

Mensaje por **Liesel Hawthorne** » 12 Feb 2010 16:48

Claro, lo que pasa es que el Gran Salón siempre está lleno de gente, los alumnos normalmente andan en grupos, hay escándalo y comida, ¿quién puede ponerse a ver a otra persona en una situación así? Meterse al baño del sexo opuesto es LA situación ideal.
Pasó la mirada a su varita, todavía en el lavabo, y deseó poder hacer accio, pero como que necesitaba la cosa esa para ello, ¿no? De todas formas estiró el brazo y gritó "¡Accio, varita!", porque hacer idioteces es gratis (y aunque cobraran, para eso va a heredar).

Mensaje por **Sebastian Mayfield** » 12 Feb 2010 16:56

No había moros en la costa, ni en las montañas, ni en ningún otro centro turístico, perfecto. Se apoyó en la paredcita junto a la puerta del baño de mujeres, por si alguien doblaba una esquina y lo sorprendía infraganti, y golpeó la puerta.
Sí, knock knock. Porque Sebastian sería el peor espía del mundo, pidiendo permiso antes de entrar a la guarida de los malos, por si las dudas.

Mensaje por **Liesel Hawthorne** » 12 Feb 2010 17:12

Pero si alguien lo sorprendía a punto de entrar al baño de mujeres, siempre podía alegar haberse golpeado la cabeza y estar desorientado. O demencia temporal, eso también funciona. Podría comenzar a actuar afeminado y hacerle pensar a todos que se creía niña. ¿No te parece un plan buenísimo?
Bajó el brazo, mirando por sobre su hombro hacia la puerta. ¿Acababan de tocar? Tal vez era una nena de primero, que todavía no se enteraba de que cualquiera podía usar ese baño. Se olvidó de agarrar la varita, giró sobre sus talones y caminó hasta la puerta para abrir, como si fuera a recibir a alguien en su casa. "¡Hola!" saludó. Después se fijó en la persona.

Mensaje por **Sebastian Mayfield** » 12 Feb 2010 17:18

Iba a decir 'buenísimo' con ironía, pero ahora que lo pienso... ¿te imaginas? Lo cambian a la habitación de las niñas, le dejan acceso total a los vestuarios, los baños, las pijamadas, esas frías noches en las que las chicas duermen todas juntas para mantener el calor... Uy, Dios. Sí, quiero.
"¡Hola!" devolvió el saludo, asumiendo que el saludo venía con una invitación a pasar. "Tanto tiempo, ¿eh?" alzó las cejas, sonriente, esperando que ella se hiciera a un lado para invadir el baño.

Mensaje por **Liesel Hawthorne** » 12 Feb 2010 17:32

Ya sabía que le encontrarías el lado positivo a la propuesta de cambiarte el nombre a algo como Bassie.
La sonrisa titubeó en su rostro, porque encontrar a Sebastian del otro lado de la puerta no era ni de cerca lo que se había imaginado. Mantuvo abierto, pero no se movió. -No me digas que...- Giró la cabeza para revisar si en la puerta estaba marcado que ese era el baño de niños. No, era el de mujeres. Volvió a mirar a Sebastian. "¡Un montón!" exclamó.

No tenía ni la más mínima idea de quién era.

Mensaje por **Sebastian Mayfield** » 12 Feb 2010 17:41

Es que soy un optimista, qué voy a hacer.
¡Qué bueno que Liesel seguía siendo igual de awesome que siempre! Ahora podía seguir mandándose la parte, diciendo que tenía una muy positiva y prometedora relación con una hermosa chica de séptimo, su salvadora profesional.
"Casi que aprobé, ¿eh? Gracias" le dijo, dándole un golpecito con el puño en el brazo.