Hablando con la pared

[Allegra Smethwyck]

Interesante era exactamente la palabra que Allegra hubiera usado si fuera un poco más culta. Era lo que pensaba de Londres, con sus museos, pero sobre todo por los locales de ropa, las grandes marcas, las revistas de moda que debían haber.

"Siempre he querido ir" le confesó, aunque estaba algo decepcionada de saber que las cosas 'cool' eran caras "¿En serio?" preguntó preocupada "¿Qué cosas, por ejemplo? ¿Los museos?" no sabía qué era lo que Royce catalogaba de 'cool' pero era bueno saber que necesitaría dinero para hacer todo lo que le gustaría y traerse a su casa un montón de material desde la ciudad.

[Royce Wakefield]

"La mayoría de los museos son gratis, creo... o sea, los museos con cosas viejas o de cosas de arte y eso" dijo como si no supiera que a Allegra le gustaba el arte, quizás porque pensaba que aunque le gustara también pensaría que eran medio aburridos comparados a las atracciones más 'cool'.
"Pero hay un museo de esculturas de cera de gente famosa muggle, unos paseos como en unos mini barcos rápidos, y hay una casa del terror que también luce como súper divertida" comentó entusiasmado. Era como los chicos que ven propagandas de juguetes en la tele que lucen geniales y que en vivo son un embole a los tres segundos.

[Allegra Smethwyck]

Se sintió una tonta por pensar que los museos serían caros, estaba convencida de que los que tenían obras de arte no eran gratis, siempre pensó eso. Ahora Royce le mostraba que estaba equivocada y que había un montón de otras cosas divertidas para hacer pero que ella que era como una abuela solamente pensaba en cosas que no eran tan 'cool'.

"Suena genial" el museo de cera le llamó la atención, el paseo en barco quizás también, lo que definitivamente no pensaba pisar si iba a Londres era la casa del terror "¿Has ido a alguna de esas cosas?" preguntó aunque también estaba intrigada en saber algo más "¿Te gustan los historias de terror y esas cosas?"

[Royce Wakefield]

"Nunca fui porque mis papás no me dejan, pero... ¡Sí me gustan!" exclamó energéticamente, mirándola con entusiasmo como si Allegra misma hubiera expresado interés en el tema en vez de curiosidad. No solamente adoraba Halloween por el banquete del colegio, sino porque siempre aparecían historias de miedo nuevas.
"¿A ti también te gustan? ¿Prefieres historias o bromas de miedo?" preguntó casi que acelerado, imposible de ocultar su entusiasmo en la sonrisa animada.

[Allegra Smethwyck]

"Eeh" soltó porque ya había abierto la boca para responder aunque no encontraba la manera de decirle que no sin pincharle el globo, pobre Royce "En realidad, no me gustan mucho..." le dijo la verdad antes de mirarlo apretando los labios "Escucho las historias pero a veces tardo días en olvidarlas y no puedo dormir" le confesó antes de sonreír y mirar al frente "Hey... ¡ya sé a qué club puedes unirte!" dijo de repente, iluminada "Hay un par de chicas del club de Arte que también pertenecen a uno que se llama el Club del Miedo" lo miró de nuevo alzando las cejas, entusiasmada.

[Royce Wakefield]

Estaba tan entusiasmado por sugerir que fueran a preguntarle cosas al Barón Sangriento que lo que decía su compañera lo tomó por sorpresa, haciendo que caminara un poco más lento.
"¿Eh?" preguntó, habiéndose perdido un poco entre los tours caros (pero cool) de Londres, el terror, y el club que mencionaba Allegra, sin saber exactamente de qué estaban hablando. "¿Qué hacen en el club del miedo?" preguntó, entrecerrando los ojos para concentrarse, como si eso sirviera.

[Allegra Smethwyck]

Es que la relación mental no venía por el lado de las atracciones caras de Londres, sino del gusto que Royce parecía tener por las historias de terror. Allegra creyó que la podría pasar bien en un club que trataba justamente de eso, el miedo. No estaban en Londres pero tenían un castillo inmenso con fantasmas y un Bosque Prohibido, ¿no contaba?

La pregunta de Royce la hizo reír porque se dio cuenta que no tenía idea "Creo que cuentan historias de terror, se reúnen también los sábados" le informó lo que sabía por pertenecer al club de Arte "Si quieres, puedo preguntarle a alguna de las chicas..." le ofreció. Menos mal que él no sugirió ir a hablarle al Barón Sangriento porque Allegra se paralizaría, igual que le ocurría cuando se cruzaba sin querer con la Dama Gris.

[Royce Wakefield]

La miró, ¿historias de terror todas las semanas? Sonaba interesante, aunque quizás terminaría decepcionándose si esperaba eventos de la magnitud de Halloween cada sábado.
"¡Oh, suena genial! Podríamos ir a ese" dijo, totalmente confiado en que el ofrecimiento de Allegra no solamente cubría la asistencia de él al club del miedo, sino que la de ella también. ¿Cómo se llamará lo que tiene este chico? ¿Hay un equivalente a la falta de comprensión lectora pero para las cosas que escucha y las situaciones sociales, etc.?

[Allegra Smethwyck]

Allegra alzó las cejas y lo miró de costado mientras seguía caminando, poniéndose repentinamente nerviosa. ¿Por qué él hablaba en plural incluyéndola? Acababa de decirle que no le gustaban porque después la dejaban días sin dormir, paralizada y asustada, ¿por qué querría ir a un club así? ¿Para no dormir nunca más en la vida? Contuvo el aire y, por vergüenza, no quiso contradecirlo.
"Le pregunto a las chicas y te aviso..." le dijo y fue sincera, iba a avisarle pero posiblemente evadiera todo el asunto hablando en singular para que Royce entendiera que ella no iba a acompañarlo. Se sintió más aliviada al ver que estaban en la planta baja finalmente, ya cerca del Gran Salón.

[Royce Wakefield]

"¡Dale!" exclamó animadamente, siguiendo en su nube feliz en la que Allegra iría tanto al club de arte como al de miedo solamente para hacerle la gamba. Una ídola.
"Veo si convenzo a alguno de los chicos, así somos más los nuevos" explicó, porque la verdad es que le daba cosa entrar a mitad de año a un club, se sentiría mejor si fuera en patota.

[Allegra Smethwyck]

Somos, del verbo ser, primer persona del plural, que Allegra codificó que significaba Royce + esos amigos de él a los que iba a avisarle. Ella era ella, no era parte de ningún nosotros, intentó convencerse de que no iba a ir a ese club con ellos.

"Siempre es bueno ir en compañía" entendía los nervios de ir solos hacia algo nuevo "¿Viste que tenías un hobby?" lo miró sonriendo, intentando cambiar de tema pero no tanto "Al final había un club para ti también" para él, no para ella, de nuevo!

[Royce Wakefield]

Cada vez había más alumnos por los pasillos, que aparentemente estarían entrando o saliendo del Gran Salón. Si algo unía a las casas tan distintas siempre era el hambre.
"Me siento muy incluído y parte de Hogwarts ahora" bromeó animadamente, porque sigue sin captar que Allegra lo está mandando solo a que vaya al club de miedo y suerte, Royce, después no me cuentes. "¿Crees que también vuelva del club del miedo con manchas en las manos?" preguntó, sonriendo de lado.

[Allegra Smethwyck]

Se rió bajito por la primer broma de Royce, aunque no ella no era muy de las ironías, le causaba gracia cómo lo decía él pero no la veo muy capaz de decir alguna.
"Oh" se miró las manos todavía algo manchadas y aunque esta vez (a diferencia de cuando se las mostró por primera vez) sintió algo de vergüenza, le sonrió "Espero que no" y se río, porque muy a su manera estaba bromeando, porque la única manera que se le ocurría de que Royce volviera con las manos sucias era con sangre o alguna cosa extraña así y le daba escalofríos sólo pensarlo.

[Royce Wakefield]

Se rió un poco más fuerte, cerrando los ojos brevemente. Ya se estaba imaginando cosas macabras y raras que seguramente iban en contra de todas las reglas del castillo... pero si hacían sacrificios afuera, técnicamente no estaban en el castillo, ¿cierto?
"No te preocupes, seguramente una de las primeras reuniones va a ser ir a comprar guantes todos juntos" y mentalmente la volvió a incluir, ya se iba a dar cuenta enseguida al año siguiente que había malinterpretado todo, como siempre.

[Allegra Smethwyck]

Allegra imaginaba lo mismo, por eso no quería ir, y porque luego de que hicieran cosas extrañas con los pobres animales del bosque prohibido, contarían alguna historia que la dejaría sin dormir una semana y no podía ni quería eso. Necesitaba descansar, y replantearse sus actividades para el año siguiente. El club del medio no era prioridad, aunque le daría una culpa terrible decepcionar a Royce. Por suerte, no se sintió incluida en el 'todos juntos' y sólo se rió antes de detenerse en la puerta del Gran Salón.

"Bueno... gracias por la compañía" le sonrió "Que disfrutes tu cena... y no te manches las manos" intentó bromear para despedirse de él.