Acomodado

[Rabastan Lestrange]

Creo que a Rabastan le caía bien la profesora Sinistra. La tipa era tranquila, o al menos nunca había indagado demasiado en sus alumnos como para que le explicaran de qué cuchicheaban, por qué se reían, que repitieran lo que acababa de decir. Era difícil que la profesora no le cayera bien.
Habían tenido una semana bastante congestionada en lo que a astros se refiere. Si no era porque estaba llovía estaba nublado, o los telescopios nunca estaban alineados como para observar la clase del día. Pero esa noche, a las nueve y quince de la noche, Sinistra les dejó libertad para completar sus cuestionarios, asignando sus puestos en el salón para que observaran una parte diferente del firmamento.
Él miró hacia arriba unos instantes, mientras tomaba asiento en la hilera que le habían indicado dejando los libros sobre la mesa de forma descuidada.

[Rabastan Lestrange]

Seguro que Angela no era la única que se dormía en Astronomía: ¿quién fue el retardado que pensó en poner una clase después de la cena? De verdad, a veces me pregunto si no hay una clase especial para chicos con problemas (aparte de los que van a Hufflepuff, claro está). Bajó la vista a los libros y abrió la página 65 donde estaba el cuestionario a responder y entregar esa misma clase. Cuarenta y cinco minutos le quedaban, pero seguramente sobraría tiempo. No era tan difícil.
Miró a su lado, vaya suerte la suya de que le tocara una Gryffindor al lado, yay. Sacó de la mochila una pluma y un pergamino, y echó una mirada furtiva al lado del pupitre de Cunningham.

[Rabastan Lestrange]

Schwertz era un gran tipo, no seas tan dura con él, ¡con el trabajo que se tomó para investigar y publicar esos datos sólo para que tú pases esta materia y lo tratas así! Ingrata Gryffindor.
"Si te esforzaras un poco menos podrías haber dicho eso antes de entrar a la clase, también" sugirió Rabastan, alzando las cejas mientras corría con la mano un mechón de cabello rojo que rozaba la página de su propio libro. Nunca le había hablado mucho a Cunningham, pero nada de andar muriéndose en su zona de trabajo.

[Rabastan Lestrange]

¿Una hermandad? No me vengas con boludeces, Cunningham, porque si así fuera Rodolphus me hubiera castrado literalmente si se entera que ando de amistoso con una Gryffindor nacida de vaya a saber qué.
"No está tan difícil, vimos esto la clase pasada" le dijo sorprendido, estaba casi seguro de que la vio cabeceando la semana anterior cuando entró a clases y se sentó lejos de ella como siempre hacían. Terminó de quitar el cabello rojo de su página y abrió el tintero.

[Rabastan Lestrange]

La miró y casi que se echa a reír. Casi casi que, de verdad, se le escapa una liberada y sincera risa desde sus limpios pulmones. Más limpios que los de la señorita nicotina a su lado, al menos. "¿No quieres chupármela?" preguntó en respuesta, siendo un asqueroso vulgar en voz baja para que nadfie más lo escuchara. ¿Qué le había golpeado en la cabeza a Cunningham antes de entrar a clases? Rabastan ayudando por nada, lo siguiente serían los Hufflepuff siendo inteligentes, crueles e irónicos.

[Rabastan Lestrange]

Miró a Angela, seguramente tenía problemas de comprensión. "¿Y yo qué gano? Si no vas a hacerte amiga de mi zipper, no se me ocurre qué puedes ofrecer que me interese" no levantó la vista del pergamino, la primera pregunta era tan fácil que ni hizo falta que levantara la vista para escribir las coordenadas para ver a Deimos: él había manipulado el telescopio la vez anterior.
Escribía con su letra horrible y desprolija, cubriendo con el antebrazo el papel para que la Gryffindor no pensara siguiera en cometer la locura de copiarse sin autorización.

[Rabastan Lestrange]

((JAJAJAJAJJAJA I love you, Lindsay))

Eso le pasa a Angela por no querer negociar. Porque, aunque Rabastan no lo supiera aún (no me gusta contarle mis planes) ella tenía algo material que él quería, y no es algo con lo que nació. Pasó a la segunda pregunta, que indagaba en la fuerza gravitatoria que mantenía uno de los satélites (Pandora, más específicamente) de Saturno girando entre sus anillos alrededor de su poderosa órbita.
Rabastan miró hacia el frente pensativo, y pensó que sería mejor buscar la respuesta en el libro. Bajó la vista y captó la flecha acusadora de Angela, listo para agregar 'and he enjoys my spanking' con su propia pluma.

[Rabastan Lestrange]

((I know, family comes first))

¿Ves que sí se te ocurre? Ahora solamente tenés que atreverte a hacer un trato en el que, seamos sinceros, los dos ganamos. Sonrió a Angela con los labios apretados, como si dudara en mostrarle los dientes.
Dejó un dedo sobre la página con las preguntas y con la mano libre comenzó a buscar entre las páginas del fondo el capítulo sobre la fuerza gravitatoria de los planetas del Sistema Solar. Ah, allí estaba, página 183. Giró el libro hacia un lado para que ella no espiase, y se puso a buscar el párrafo que hablaba de Saturno.

[Rabastan Lestrange]

Miró a Angela con los ojos entrecerrados y una sonrisa. Las situaciones en las que él tenía la ventaja eran preciosas, iba a tratar de disfrutar lo más posible ésta. "Veo que eres razonable" dejó la pluma marcando la hoja que había estado leyendo. Le quitó la pluma de la mano a Angela y escribió en letra pequeña y desprolija 'What are you willing to offer?' porque si le decía las cosas que quería, podían pasar horas hasta que dieran con una que ella estuviera dispuesta a cumplir.

[Rabastan Lestrange]

Rabastan aligeró la expresión casi con placer, abriendo la boca para formar una letra O, algo inclinada en los bordes por la sonrisa que quería evidenciar. Tomó la pluma de Angela lentamente, mirándola con una sonrisa.
Giró más el papel hacia sí, como si fuera a analizar las opciones. Tachó los knuts y los sickles dejando escapar un pensativo "Hmm...", se detuvo en los 0 galleons para hacer un círculo sobre las palabras e hizo una flecha hacia abajo 'I bet the Puffie would have accepted this'. Finalmente, demorando el momento y alzando la vista hacia la Gryffindor escribió 'I'm not hungry. Pass the ciggies'

[Rabastan Lestrange]

Bad, bad Lindsay. El grito de la pelirroja hizo que Rabastan soltara la pluma enseguida, mirando a su alrededor y notando que sí, de hecho, la clase los observaba. No, no quería que fuera relacionado con la loquita de los cigarrillos. Pretendió que no sabía de lo que hablaba la chica y la miró con las cejas en alto unos segundos "¡Calla, tarada!" murmuró en voz baja con los dientes apretados, tomando su libro y abriéndolo en la página en la que había dejado su pluma.

[Rabastan Lestrange]

No es ese tipo de reputación la que afecta al mini Lestrange aquí, sino más bien la mezcla de la casa y la sangre que tiene la compañera de banco. Y el hecho de que publicó al curso sus planes súper secretos.
Rabastan apretó los labios disconforme con la situación y miró de reojo lo que Angela acababa de escribir. 'NO' escribió bien grande con su propia pluma, que se puso en la boca para volver a buscar la página con el cuestionario. Si ella no entregaba lo que quería, no pensaba perder el resto de la clase y desperdiciar una excelente nota ganada.

[Rabastan Lestrange]

Le quitó el papel de la mano a Angela, ¿cómo esperaba que lo leyera de tan cerca? La miró de mala gana y luego leyó lo escrito en el papel. Hizo una mueca pensativa con los labios.
Dejó el pergamino donde se pasaban los mensajitos sobre la mesa, dejando la mano sobre éste, palma abajo. "¿Puedo confiar en ti, niña loca?" preguntó en voz baja, con toda la seriedad que un Lestrange que ya no está de buen humor puede tener.

[Rabastan Lestrange]

Miró la mano que Angela le ofrecía y no pudo evitar reírse en voz baja. Sí, el día que le diera la mano a una Gryffindor de vaya a saber uno qué tipo de sangre y familia seguro que entraba un hipogrifo por la ventana y le trenzaba el cabello a Sinistra.
"Dámelos" le dijo, alejando la vista de ella y llevándola al libro. Colocó una mano, palma arriba sobre la pierna de la Gryffindor, esperando que le diera los 10 cigarrillos.

[Rabastan Lestrange]

Alejó el rostro cuando ella lo liberó del mortal apretón de mejillas, porque esas cosas no se le hacen a los niños mayores de dos años. A menos que se hayan portado mal y lo peor que podrías hacerle es avergonzarlo.
Dejó de mirar a Angela y se guardó los cigarrillos, cuidadosamente, en el bolsillo de la túnica. Iba a tener que encontrar un envase seguro para ellos en el futuro. Le iban a durar como dos meses los cigarrillos, si es que no se los come primero. "Calla y copia" dijo tratando de parecer malhumorado mientras ponía el pergamino donde escribía en el medio de ambos. La letra de Rabastan es horrible.