Encuentro no deseado

[Lana Goldsmith]

((I need la la la la la la, I need ooh la la la la... (8) ))

Habían sido tres terribles días en los cuales había tenido que soportar a cientos de personas rondando a su alrededor, que hacían cientos de preguntas sobre un tema muy delicado e intocable: Edward. No sobre ella como estaba acostumbrada.
En esos momentos, mientras subía las interminables escaleras de la torre a buen ritmo, no pensaba en decirle 'Te lo dije' hasta verle sangrar los oídos. Iba a ser, al principio nada más, la dulce y considerada hermana que era. Ah, por cierto, Lana nunca había tomado Adivinación como clase opcional; sabía que su hermano estaba en aquel lugar, por que era su deber como hermana saberlo. Era algo que venía incorporado en el software, aunque las computadoras no tuvieran ese tipo de soportes lógicos tan avanzados para 1980.

[Lana Goldsmith]

Hizo menos ruido al subir los últimos cinco escalones y al llegar junto a la puerta, se acerco lo suficiente como para escuchar que pasaba tras ella. No, no había pegado su oreja a la madera, eso era increíblemente antihigiénico y de chismosas desesperadas. -¿Estás allí?- se pregunto, amagando a tomar el pomo, dejo su mano a escasos centímetros, entrecerrando los ojos... Diablos, no escuchaba nada.

[Lana Goldsmith]

Puso una mano sobre su pecho, asustada, y dio un respingo sin dejar de mirar la puerta, él estaba tan molesto era algo que podía sentir en el aire. Decidida, tomo y giro el pomo, abriendo la puerta despacio a pesar de todo temerosa. Se adentro un par de pasos en la habitación, apenas haciendo ruido al caminar, sin decir palabra alguna.
Su pobre hermano estaba tan mal, ¿cómo era posible que algo así sucediera?. Siendo honestos, no era eso lo que esperaba, no verlo sufrir por una cosa tan... eeek.

[Lana Goldsmith]

¿Mueca de dolor? ¿Acaso le dolía?... A la única cosa que le siento consideración es a la pared y a mi pobre alma, porque después del sábado muero, debes saberlo.
Alzo las cejas con sorpresa, mirando aun sin decir palabra alguna, eso era muy extraño, tanto que empezaba a marearse. Pero ella era Lana la attention freak, no la niña delicada que se sentía mal por... ¡Oh, rayos era Edward! "¿Qué piensas que haces?" preguntó con voz de hilo, sin apartar su vista de las manos vendadas "¿Con está actitud, aislándote de todo?" agrego con voz más fuerte, pero asustada aun. Sí, tenía miedo de lo que pudiera hacer su hermano; si ese era su comportamiento por un hecho tan pequeño, algo que ella veía venir, no quería ni imaginarse cuando la esposa lo engañara...

[Lana Goldsmith]

((Aquí nadie va a terminar alcohólico... ¡Tengo un mango verde! ¿Entiendes? ¡Verde!))

Le miro el rostro mordiéndose el labio preocupada, buscando algún indicio de que había perdido la cordura... porque, bueno, ella tenía una teoría, la cual no pienso desvelar aun. "Si importa a mi me importa" refutó, bajando la voz de nuevo, no le convenía que Ed la viera así, en realidad no le convenía que alguien la viera tan preocupada. Suspiro "¿No es obvio?" preguntó, acercándose unos pasos "Estamos conectados, tenemos telepatía" se llevo una mano a la sien y luego lo señalo a él. Se estaba haciendo la graciosilla, aunque no le salía muy bien, solo para evitar que se tirara por el ventanal de la torre... Su teoría era que Edward se quería suicidar y hacerle un bien mal al mundo.

[Lana Goldsmith]

((¿De donde sacas ideas tan escalofriantemente no posibles? ¿Ah? ¡¿Ah?!))

Oh, Merlín el del pie de atleta... De cuando acá Lana podía lograr cosas sin tan siquiera intervenir, es algo desconocido en esta dimensión; sin tan siquiera quererlo, las cosas estaban saliendo justo como ella quería, pero si lo supiese entonces no se sentiría bien, porque él estaba sufriendo.
Cerro los ojos por unos instantes, al sentir el contacto en su mejilla, suspiro y sin pensarlo dos veces rodeo al muchacho con sus brazos. Sí lo estaba abrazando. "Esta bien, te disculpo" murmuro, sin mirarlo al hablar, secretamente adoraba esos momentos entre hermanos, pero es algo muy perturbador para contarlo.

[Lana Goldsmith]

Esa hermana que se gastaba valía todos los diamantes del planeta y de los otros planetas que componían el sistema solar y el universo con la mejor de las suertes.
Se separo lo suficiente como para poder jalarle el cabello, igual que lo haría con un niño pequeño "Eres todo un zopenco" reconoció, deslumbrando una sonrisa pedante "Pero te perdono porque se que recapacitaras y no volverás a cometer el mismo error dos veces" agrego, sumamente confiada de las capacidades sociales de su persona favorita. ¡Que pronto que se iba a decepcionar! La vida de Lana esta llena de ellas, en su mayoría causadas por su hermano, pero no sientas que te estoy recriminando.

[Lana Goldsmith]

En mi defensa diré que el ego es bueno para el alma, malo para el karma, pero algunos días soy yoista.
Oh, que doloroso sería para Lana enterarse que las promesas eran en vano. La próxima que Edward hiciera una promesa le pedirá que firme un acta, para asegurarse que si cumpla. "Confió en tu palabra" dijo y volvió a abrazarlo, sonriendo, le agradaba de una manera casi espantosa que su hermano hiciera promesas al vació caso a todo lo que ella pedía. Se sentía como el centro de su mundo.

[Lana Goldsmith]

((Fucking fiiiiiiiiiiiiitchhhhhh))

Suspiro largamente, "Ninguna mujer es lo suficientemente buena para ti" dijo, con los ojos cerrados, se sentía tan tranquila junto a él.. Podía permanecer todo el tiempo que fuese necesario en esa posición, y no le daría tortícolis. "Así que... Si vas a tratarlas, procura no involucrarte de esa manera con ellas" tan solo le estaba dando un pequeño consejo, con el paso de los días iba asumiendo que no podía mantener a las mujeres apartadas de su hermano (él no hacia nada, eran ellas quienes lo acechaban).
Edward podía hacer lo que quisiera, menos enamorarse. Al menos hasta que Lana aceptara a la susodicha.

[Lana Goldsmith]

Apretó el abrazo un poco y justo en eso, recordó los puños de él. Frunció el ceño a la vez que se revolvía incomoda y se alejaba lo suficiente, como para poder tomarle una mano y revisarla con ojo critico. -Oh, Meghan McCormack, esto lo pagaras en algún momento- resoplo, moviendo la cabeza negativamente "¿Qué hacemos con esto, Ed?" inquirió, apretando suavecito la mano herida, queriendo reprenderlo por su imprudencia, su falta de autocontrol, su... Por haberse fijado en esa escocesa.

[Lana Goldsmith]

'¿Dudas de mis capacidades?', 'No seas tan llorica', 'Soy tu hermana se lo que hago' y demás cosas que Lana podía decir deben estar incluidas en el paquete de la discusión. Nunca lo olvides.
No volvió a apretar la dichosa herida, sino que subió la mano hasta el codo de él para agarrarle la camisa y empezar a caminar hacía la puerta. "Le diremos a Madame que fue un accidente" dijo, pasándose unos mechones de cabello tras las orejas "Este castillo esta lleno de oídos, no quiero que hagan especulaciones inadecuadas" y Edwardo se salvaba de usar los pasillos poco concurridos.

[Lana Goldsmith]

¿Pero como no iba a importarle lo que dijesen los terceros?, si bien no se desvelaba en las noches a causa de eso, si le causaba resquemor. Porque un rumor con fundamentos y pruebas podía destruir la personalidad con las bases más solidas, royendo en la base de a poco, hasta sumir a la persona en un rincón oscuro y sucio, eliminando su vida social y sus ganas de progresar. No crean a quienes dicen lo contrario, mis teorías unicornianas y demás bichos mitológicos con enfermedades mentales validan mis palabras. Punto.
En fin, Lana arrastro a su hermano (con un poco de esfuerzo porque ella había salido con los genes enanos de la familia) escaleras abajo, escaleras arriba, por los pasillos, las portezuelas, los arcos y demás hasta llegar a la enfermería. Donde espero pacientemente hasta que la mano herida de su querido hermano estuvo sana y salva.

Y colorín colorado este cuento se ha terminado.