ESV: [ROSAS]

[Cecile Greengrass]

Lo miró de reojo cuando se despidió de esa burbuja imaginaria que crearon y sintió una nostalgia repentina, como si algo le dijera que no volverían a París nunca más. Era lo mejor y lo sabía, pese a que su corazón seguía acelerado. No quería meterse en ninguna relación pública o secreta que podría perjudicar su concentración en los estudios, especialmente ahora que además tenía que hacer rondas de Prefecta. No tenía tiempo para nada más y quizá por eso había llegado tan lejos: no iba a tener otra oportunidad.

"Ha salido bien" dijo, volviendo la mirada para verlo. No sabía muy bien qué decir o hacer ahora, le parecía que se había roto algo y estaban deliberadamente ignorándolo. A Cecile se le daba bien ignorar así que dio un par de pasos en dirección a la salida y luego se giró para ver a Dion y comprobar si él también quería irse.

[Dion Thornhill]

Dion sonrió de lado, la facilidad con la que Cecile lo estaba haciendo sentir cómodo con la dinámica a la que estaban acostumbrados definitivamente ayudaba un montón. No era su plan bajar la guardia, pensaba seguir esforzándose para no decepcionarla siempre que ella quisiera seguir trabajando con él.
Pasó junto a la mesa donde habían comenzado la cita y agarró un triangulito de tostada antes de seguir caminando hacia la salida junto con Cecile. Al menos el nudo en su garganta había desaparecido, y no sentía nada raro en el estómago. Se metió la tostada en la boca y apresuró el paso para intentar llegar a tiempo para abrirle la puerta a Cecile.

[Cecile Greengrass]

Viéndolo a él tomar algo de la mesa la hizo considerar hacer lo mismo pero lo cierto es que no tenía hambre. Su estómago se había cerrado casi desde que había llegado y aunque la sensación había disminuido, haber tenido su primer beso hace tan solo unos minutos hizo que volviera. Volvió la mirada hacia donde habían dicho que estaba el chelista muggle y sintió esa nostalgia otra vez.

Siguió caminando hacia la salida. "Tenemos el examen de Defensa la semana que viene, recuerda llevar el trabajo que hicimos a la sesión de estudios" dijo mientras dejaba que él le abriera la puerta. Si volvía a pensar en su vida real podía dejar atrás París con más facilidad.

[Dion Thornhill]

Mantuvo la puerta abierta para Cecile y luego pasaría él, aprovechando para sostener la puerta abierta con el codo y sacarse el pedazo de tostada de la boca.
"Cierto" le servía el recordatorio de Cecile, porque ya había guardado el trabajo en su baúl. Si lo tenía en el bolso iba a minimizar mucho las chances de olvidárselo para la sesión. "¿Sabes si tu primo puede dejarnos leer el suyo?" preguntó, con curiosidad. "Me da curiosidad saber cómo enfrentó el dilema moral de los encantamientos vs maldiciones" explicó.

[Cecile Greengrass]

Es en este momento que me doy cuenta que nunca se puso los zapatos, pero vamos a decir que lo hizo porque ahora es cuando vienen la mil escaleras y hacerlo descalza lo veo complicado.

Se agarró de la barandilla al bajar, asumiendo que Dion venía detrás. Sonrió y reprimió una risa. "Puedes pedírselo, pero no creo que te lo de" respondió. "Él también tiene que estudiar" añadió, para no hacer quedar como un egoísta a su primo. No lo culpaba, ella haría lo mismo.

[Dion Thornhill]

Asumimos que todo lo que se podrían haber sacado en la torre ha vuelto a su posición original cuando abandonaron París, entonces.

"Por eso pensaba que quizás podrías pedírselo tú" admitió, dándole una mordida a la tostada. Dion no quería quedarse mucho tiempo con el trabajo de Eli, solamente una hora alcanzaría para leerlo y tomar algunas notas que pudieran servirle para tener otro punto de vista. Pero porque también temía que Eli fuera a darle la misma respuesta que Cecile, que necesitaba tenerlo para estudiar, creía que quizás ella tendría más chances de conseguir un sí.

[Cecile Greengrass]

No le gustaba tener que pedirle cosas a nadie, pero si debía hacerlo lo hacía. Intentó hacer memoria de con quién se había puesto su primo en ese trabajo pero no pudo recordarlo, porque quizá esa otra persona era más fácil de manejar.

"Podríamos tenerlo un rato mientras él hace sus rondas" comentó pensativa. Era un momento en el que no podía hacer nada más que estar atento a su alrededor. "Pero tienes que tenerlo tu y anotar lo importante" avisó.

[Dion Thornhill]

Masticó mientras escuchaba a Cecile, mucho más animado de que ella estuviera considerando su pedido. No pensaba que existiera otra persona en el castillo con más influencia sobre el actual prefecto y futuro premio anual que sus parientes cercanos.
"Claro, prometo encargarme de eso y hacerlo lo más rápido posible" le dijo, solemnemente, una vez que hubo tragado. "Puedo devolvérselo apenas regrese a la sala común" agregó, como para comprarse más tiempo, dudando que Eli fuera a necesitar el trabajo justo antes de irse a dormir.

[Cecile Greengrass]

Ya quisiera Cecile tener algún tipo de influencia sobre su primo, y tal vez era lo que pensaba, pero la realidad era muy distinta, visto lo visto.

"Suena bien" respondió. Trató de recordar qué día era y no le vino inmediatamente, como si esa burbuja que hicieron en el París imaginaria hubiese trastocado su realidad. "Mañana creo que le toca a él, te confirmo por la mañana" añadió. Necesitaba revisar sus notas, sus prioridades, sus gustos y aficiones en cuanto esté en su sala común.

[Dion Thornhill]

Quizás estaba probando en un primo equivocado, ¿era muy tarde para pedirle al mayor sus notas de quinto año para que Cecile y Dion puedan estudiar mejor para los exámenes?
"Perfecto, muchas gracias" le sonrió, confiando en que Cecile lograría conseguir el trabajo de Eli. "Por cierto" se acercó la tostada a la boca, aunque no dio otra mordida "¿puedes subir y bajar bien con eso?" señaló los tacones de Cecile con la mano libre.

[Cecile Greengrass]

Eli ya debió acaparar todo eso, sino, deben estar guardando polvo en algún baúl porque Eli fue demasiado orgulloso para pedírselos.

Tuvo que detenerse para ver lo que estaba señalando, porque sabía caminar con tacones pero seguían bajando unas escaleras y no quería caerse y acabar en la enfermería. "Estoy acostumbrada" respondió, retomando el ritmo. "El truco es colocar el pie ligeramente en diagonal, para que el zapato entero esté dentro del escalón." ¿Por qué le estaba dando una clase a Dion sobre cómo caminar con tacones? Ni idea. Quizá le fuera útil si decide perseguir una carrera como drag Queen.

[Dion Thornhill]

Intentó imaginar la pose del pie de Cecile sobre el escalón, encontrándolo sumamente complicado. Imaginaba, aparte, que usar tacones debería ser como estar en puntas de pie constantemente y le resultaba como un sacrificio incomprensible. Pensar que ella tenía tanto entrenamiento para caminar- no, no solamente caminar: subir y bajar escaleras con tacones.
Decidió no decir nada, solamente asentir con la cabeza como si entendiera el nivel de práctica que tenía Cecile. Ahora sí dio otra mordida a la tostada, cuidando de no ponerse en el camino de Cecile y sus pasos profesionales.

[Cecile Greengrass]

Siguió bajando las escaleras en silencio, con la mano deslizándose en la barandilla, quizá más consciente que antes del movimiento de su cuerpo y de pisar bien en cada escalón, por si Dion la estaba viendo. Le hubiese gustado pensar en mañana, en todo lo que tenía que hacer para empezar una agenda mental pero le estaba costando trabajo al escuchar las pisadas de su compañero a su lado, incapaz de olvidarse de su presencia y lo que habían hecho antes.
No sé exactamente en qué piso está la entrada a la torre de astronomía, pero yo digo que al salir estén en el séptimo piso, por decir alguno.

[Dion Thornhill]

Dion sí la estaba viendo, tratando de entender cómo eran las pisadas que había descrito Cecile, aunque sinceramente no lograba comprenderlo del todo. Más cosas que jamás entendería, especialmente relacionadas a lo femenino, aunque él no fuera particularmente masculino tampoco.
No le molestaba el silencio, así que no pensó en romperlo para incrementar la comodidad, de todos modos él consideraba que pasaban bastante tiempo en silencio cuando trabajaban juntos y nunca se había sentido incómodo por eso. Sí por estar demorando en escribir o cuando no se animaba a pedirle un sinónimo por cuarta vez consecutiva para un proyecto, pero no por estar en silencio.

[Cecile Greengrass]

El silencio no era incómodo, cuando tenía otras cosas en la cabeza. Cuando estaban estudiando o haciendo un trabajo, le era sencillo concentrarse solo en eso, porque quería acabar pronto y tener tiempo libre para hacer cualquier otra cosa que no estuviese relacionado con las clases o sus tareas de Prefecta, aunque fuese algo tan simple como leer una revista. Cecile no tenía demasiados hobbies.

Cuando llegaron al pasillo del séptimo piso y ya no tuvo que estar pendiente de bajar escaleras (al menos por unos momentos), alzó la mirada para verlo, deseando ser legeremante y saber lo que estaba pensando.