ESV: [FLECHAZO]

[Val Zelinski]

-Oh- dijo, dejando de ver a Lina para mirar la tartaleta, con sus ojos cruzándose un poquitito. -¡Oh!- entendió. Valerian sintió una oleada de sangre súper cálida subir por su espalda y romperse en sus mejillas. No estaba muy sonrojado, pero sí sentía un calor incómodo en el rostro.

"Ah..." dijo, para que ella supiera que entendió. Pero si quería tomarlo como el 'aaah' que hacen los nenes cuando comen algo en modo avioncito, podés. Abrió la boca y, con cuidado de no clavarse el tenedor en la úvula, acercó su torso hacia adelante para comer el pedazo de tartaleta que Lina le estaba ofreciendo. ¿Dije que Val no estaba muy sonrojado? Pues lo estaba ahora.

[Lina Ackerman]

Al parecer, el sonrojo era contagioso. Pero seguro se anulaba, ¿no? Como en matemática. Porque el ver a Val sonrojado generó varias cosas al mismo tiempo en Lina: un vacío en el estómago (que ya tenía asociado con Val), una ola de calor extra en las mejillas y una sensación extaña de calma. Calma porque, al parecer, los dos podían ponerse nerviosos.

"¿Está rica?" Preguntó, sonriendo. Y logrando sonar menos nerviosa que antes. Eso bien valdría unos puntos para su Casa, ¿no?

[Val Zelinski]

Valerian asintió mientras masticaba, sintiendo que sus traidoras mejillas seguían encendidas en vez de calmarse. Le daba un poco de vergüenza quedar en evidencia, que Lina pudiera leer en su rostro tan claramente ese acaloramiento, pero también sentía algo similar a la felicidad... lo que era todavía más avergonzante.

"¿Será que las revistas con tips para citas tienen mucho en común con las de mascotas?" preguntó en broma, cubriéndose la boca con el reverso de un puño mientras fingía que todavía tenía comida en la boca y eso ocultaba, en vez de intentar dejar se sonrojarse.

[Lina Ackerman]

Lina pasaba la vista por el rostro de Valerian tratando de no detenerse demasiado en algún lugar, porque las mejillas rojas la hacían poner más roja y porque los ojos de la gente a veces la intimidaban un poco. En el momento en que Val subió la mano, ella había estado mirándolo masticar, así que volvió a mirarlo a los ojos, sintiendo que quizás lo había puesto nervioso. Porque ¿a quién le gusta que lo vean masticar, Lina? -Sé educada- pensó, con voz de su tía Vespa.

"¿Por qué lo dices?" preguntó, algo desconcertada.

[Val Zelinski]

"Por-" dijo, todavía fingiendo que estaba masticando por si todavía estaba muy sonrojado. Y lo estaba, pero no había forma de que Val pudiera saberlo con certeza. Fingió que tragaba.
"Porque quizás ahorran en columnistas, consejos para alimentar a las mascotas se convierten en consejos de alimentar a tu cita" explicó su malísima broma. Estaba nervioso, esperaba que Lina no quisiera que él le dé de comer a ella, porque no estaba seguro de que no se le caerían las cosas del tenedor directo a la taza de ella.

[Lina Ackerman]

Escuchando la explicación de Valerian, Lina se fue poniendo cada vez más roja, al punto que temió que la cara le empezara a sudar (como cuando hacía ejercicio). Es que... ¡VAL! ¡Ella es demasiado cariñosa con sus mascotas! La comparación que él hizo fue un atentado contra la salud mental de Lina, que ahora tenía en su mente la imagen de ella abrazando a su gata Nora y llenándola de besos atrás de las orejas y... Bueno... Ya solo imaginarse estar abrazada a Val de esa forma fue un impacto. La imagen de los besos la tuvo que espantar de su mente pestañeando un par de veces rápido, porque un poco más y se pegaba una cachetada a sí misma por desubicada.

"N-no creo... Es... Distinto", medio que tartamudeó, sin muchas esperanzas de lograr disimular su estado mental.