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La imagen es de carácter ilustrativo.Sábado 18 de Febrero, 10:30 horas...
Hay una pequeña mesa redonda con dos sillas. Sobre la mesa, un mantel blanco con bordes rojos y una merienda para dos: una tetera, un jarrito con leche, una azucarera con terrones de azúcar en forma de corazón, dos tartaletas de Manchester individuales y una bandeja con tostadas y sandwiches. Un pequeño florero descansa en el medio de la mesa, pequeño pero perfumado, con flores amarillas.
Jacob había tirado la piedra a la fuente porque era lo que estaban haciendo todos cuando entró en ese patio de casualidad. Nadie lo obligó ni le impuso presión social para que lo hiciera. De eso se podía encargar él solito. Sobre todo porque no quería ser el único que no tuviese tema de conversación el lunes, cuando todo volviese a la normalidad.
Si bien no estaba en busca de novia en ese momento, por su mente no dejaban de aparecerse posibles coincidencias con chicas de su edad. Aceptaría una cita con una chica mayor, pero no tanto con alguien de 13 o 14. Recordaba haber pensado en Emily en algún momento antes de lanzar la piedra con forma de corazón, pero no estaba seguro de si un pensamiento tan fugaz serviría para que Cupido le encontrase una cita. ¿Y si ella no estaba participando? Quizás la cita era con Lina o Mia... ¡Quién sabe! Quizás él había pensado en ellas y ellas en él, y podían comer rico mientras charlaban.
Cuando llegó al lugar, se le hizo agua la boca. Tanto había tardado en salir de la cama y prepararse, que no había comido ni tomado nada.
Se sentó en una de las sillas y esperó. Sin tocar la comida, para no parecer un muerto de hambre.
Última edición por Jacob Allen el 30 Mar 2019 16:50, editado 1 vez en total.
Nanana, ¿qué es esto? Cupido se había tomado unos cuantos litros de algo, seguramente, y había mandado lechuzas equivocadas a la gente. De quién era la culpa, ¿Trelawney? Andrew totalmente pensaría que era culpa de un desastre en cuerpo humano como la profesora de Adivinación. Él, claramente, había pedido por una morocha. Una chica de cabello oscuro. Una brunette. Una mujer de cabello castaño. Esto, este pibe, evidentemente no es lo que pidió Andrew.
Se acercó a la puerta y, cuando lo vio sentado en una silla, hizo palmas con las manos dos veces como si estuviera en el jardín de infantes. "Taza, taza" cada uno a su casa. Lo estaba echando de ahí. "¿Te dejaron plantado en una cita de madrugada?" preguntó, aunque no le interesaba un montón la respuesta. Él quería que le desalojaran la Torre de Astronomía. Alguna morocha iba a aparecer. Megan, Mia, Allegra... Joss o Irene, quizás.
Encima que lo hicieron levantar un sábado a la mañana para una cita a ciegas se encontraba con Allen ahí. Esto es cualquiera.
Lo primero que pensó Jacob cuando vio al Slytherin ahí era que les tocaba compartir la comida en una cita doble. -¡Ufa, tengo mucho hambre!- fue lo segundo que pensó, decepcionado, al hacer cálculos de cuántos sanguchitos le tocarían a él. Pero cuando Hansford lo echó de esa forma, Jacob frunció el ceño y miró su papelito de nuevo. Quizás no era una cita doble. Quizás se había confundido de horario.
"¿No son las diez y media?" preguntó, levantando la vista de nuevo. Luego torció la cabeza para ver un poco más detrás de su compañero. Si no tenía mal el reloj, sus citas deberían llegar en cualquier momento.
Andrew frunció el entrecejo, miró a Jacob, y luego miró hacia atrás. Eran las diez y media, sí, por eso él no estaba entendiendo qué estaba pasando. Claramente le pidió a Cupido una morocha, y no escuchaba a nadie acercándose a la torre. Estaba seguro de que si hubiera alguien subiendo detrás de él, aunque estuviera a varios escalones de distancia, lo hubiera escuchado.
"Sí" dijo, girando la cabeza hacia su compañero otra vez. "Pero vos te estás yendo, ¿no?" quiso asegurarse. Nada de citas dobles, triples, ni de salvado. Queremos a Megan en tanga.
Ante la respuesta de Andrew, Jacob volvió a revisar el papelito. Quizás la hora estaba bien, pero el lugar no. "Torre de Astronomía... Sábado 18 de Febrero... 10:30 horas" leyó en voz alta, tanto para sí mismo como para su compañero. "No, yo estoy en el horario que me tocó" le respondió. "Te debes haber equivocado vos" le comentó, mirándolo de nuevo.
Y luego ojeó fugazmente los sanguchitos. Tenía mucho hambre. Mucho, al punto de que ya le estaba por dejar de importar que su cita (que obviamente iba a aparecer detrás de Andrew) lo encontrase comiendo, con las mejillas infladas como un hámster.
((Qué trauma nunca saber si tratar de tú o de vos a la gente XD Y qué trauma terminar usando un injertoi horrible con un "debes" sin tilde escrita y un "vos" XD))
((No puedo creer que colgué este thread, alto gil))
"Yo no me equivoqué nada" le dijo serio, como poniendo los puntos. Allen se estaba re yendo al pasto, y encima le esquivaba la mirada. Andrew totalmente tomó eso como la señal de que lo estaba bolaceando fuerte. No sabía qué razón tenía, pero ya la iba a descubrir.
"Dame, a ver" se supone que pidió, extendiendo la mano para intentar sacarle el pergamino al Ravenclaw. No que pensara que él no sabía leer, pero... quizás no sabía leer bien.
Jacob dejó que Andrew le saque el papelito de la mano, total... Estiró la mano que le habían liberado tan voluntariosamente y agarró un sanguchito mientras el Slytherin se daba el gusto y leía. O quizás le rompía el papelito y trataba de echarlo. A eso este Ravenclaw tampoco se opondría, pero no antes de al menos agarrar comida con las dos manos y huir para comerse el botín en algún pasillo.
Su madre se moriría de pena viéndolo morder el sandwich de la forma en que lo mordió: como si no hubiese comido en un par de días.
((BTW, Dumbledore totalmente se está cagando de risa de nosotros en su avatar, dude))
Andrew leyó el pergamino de Jacob, lo miró con el entrecejo fruncido (¡como enojado de que lo hubiera hecho leer eso!), y luego lo volvió a leer. No podía ser que a ambos les había tocado el mismo día, horario y lugar.
"Este colegio es una vergüenza" dijo, soltando el pergamino despectivamente sobre la mesa, desinteresado en asegurarse de que regresara a las manos de Jacob. "¿Cómo van a forzarnos a tener una cita doble?" chasqueó la lengua. ¿Y la lógica de una sola mesa con dos sillas? No, Andrew va a ignorar eso. En Beauxbatons seguro que no pasaban estas cosas.
No sé... En Beauxbatons quizás tenían menos prejuicios y se daban cuenta al toque de que ya estaban en la cita de San Valentín. ¡Quizás exploraban un poco la novedad y todo! ¿En serio preferirías que estemos ahí?
Jacob masticó y tragó el pedazo de sanguchito demasido rápido, así que se atragantó. Se tapó la boca con el dorso de la mano que sostenía el sanguchito (como para ser más educado que un troll) y tosió y carraspeó un par de veces antes de hablar.
"Quizás ya no tenían más horarios, o algo así", respondió, con los ojos algo llorosos.
