Horas de oficina

[Dax Winslowe]

((Reservado, pero contestado sólo si se cumplen mis demandas, muahaha XD))

Si alguien le preguntara cuál era su clase predilecta, probablemente contestaría algo idiota tipo 'el receso', pero la realidad era que, casi seguro, la materia favorita de Dax era Astronomía. O por lo menos era durante la que menos se le complicaba enfocarse en la tarea asignada. Por lo tanto, no había encontrado tan sorprendente como otros (otros = Ichabod) que los resultados de su OWL 'superaran las expectativas'. Lo único que Dax lamentaba seriamente esa tarde de su primera semana de sexto curso era que otro de sus momentos favoritos del día era el desayuno, y solía perdérselo las mañanas que seguían a esas desveladas.

Eran casi las 6 de la tarde, por lo que todavía faltaba bastante para tener que presentarse a clase (¡ni siquiera había cenado!), pero durante el verano había estado revisando sus mapas astrales y tenía varias dudas que esperaba poder resolver en privado con la profesora ((???)); sabía que si levantaba la mano delante de sus compañeros, alguien comentaría que se le estaba pegando la ñoñez de su primo. Y no. En fin, esperaba tener suerte y encontrarle en su oficina, a la que se dirigía subiendo las escaleras.

[Lina Ackerman]

((¿Sinistra es profesora en este año? No encontré nada en internet y están remodelando el HP-Lexicon: muy lindo a la vista pero creo que perdieron info))

Si le hacían la misma pregunta a Lina, ella diría '¡Cuidado de las Criaturas Mágicas!' sin perder el énfasis en ninguna parte del título tan largo que le habían dado a la materia. Por eso quería hablar con la profesora de un tema más relacionado a CCM que a Astronomía: quería observar los bosques con los telescopios. Lina no sabía si era físicamente posible enfocar algo tan cercano como un bosque con un aparato preparado para examinar cosas lejanas, pero no perdía nada con pedir consejo. Y en todo caso, si es que sí era posible hacer eso, pedir el permiso que corresponda para usar los aparatos.

Lina llevaba ya unos diez o quince minutos esperando a la profesora, sentada en el suelo al estilo indio y concentrada de una forma nada delicada en sacarle una mancha a una de las esquinas inferiores de su túnica. Ese día era uno de sus 'Día 2' de cabello, así que lo llevaba atado en una gruesa cola de caballo para que no se le descontrolasen en exceso los rulos durante el día.
Cuando vio al Gryffindor aparecer por las escaleras, el corazón le dio un vuelco: era uno de los lindos (lo había visto antes, claro, pero nunca tan 'a solas') y era uno de los mayores que ella.
-¡Estoy hecha un desastre!- pensó, lamentando el hecho de no haber estado preparada para ver más que a la profesora. De haber sabido que un alumno lindo subiría las escaleras fuera de horario, estaría parada y se vería lo que ella consideraba más apta para socializar.

[Dax Winslowe]

((Lo mismo, no encontré evidencia de que lo sea, pero tampoco de que no, por eso lo dejé con los bonitos signos de interrogación XD))

Una lástima que los profesores no tengan afuera de su oficina una pantalla avisando el tiempo de espera y turno a los alumnos que esperan atención personalizada, porque si Dax supiera que 1) no iba a pasar inmediatamente porque había fila; 2) Lina llevaba aguardando diez o quince minutos, ya estaría dando media vuelta para regresar por donde llegó. De todas las maneras en las que se puede perder el tiempo, 'formado' era la que menos le gustaba.

Levantó la mirada y, en principio, no procesó que la chica de Slytherin estaba ahí con el mismo objetivo que él, así que le sonrió en plan de saludo casual y luego se dirigió directo a la puerta para dar un par de golpecitos suaves.

[Lina Ackerman]

Lina cerró la boca semi-abierta por la sorpresa y dejó de mirar a Dax solo cuando él la saludó y continuó caminando. Aprovechó los segundos que a él le llevó golpear la puerta para acomodarse el cabello de forma que la cola de caballo no fuese tan 'funcional' y se viera con más estilo. Mucho no pudo hacer en tan breve tiempo, pero al menos llegó a soltarla un poco y ladearla, para que algunos de sus rulos descansaran en su hombro en lugar de apuntar hacia atrás como una escoba.

"La profesora no está, creo. O al menos no contestó cuando golpeé" le dijo, acomodándose la falda de forma más recatada sobre las rodillas. Él no tenía por qué adivinar que abajo de la falda tenía un pantaloncito corto y no quería parecer tan poco femenina.