Qué lástima, pero adiós

[Cecile Greengrass]

((me despido de ti y me voy. Miércoles 8 de Enero, 1992. Tres de la tarde. Reservado))

Desde que habían vuelto de las vacaciones de navidad, Cecile había hecho todo lo posible por evitar ver a Dion. En el Gran Comedor le daba la espalda a la mesa de Ravenclaw; en las clases que compartían, buscaba sentarse adelante con la primera persona disponible; en los pasillos procuraba desviarse si lo veía, o se hacía la ocupada para no levantar la vista. Ignoraba si él lo había notado, pero sabía que no lo podía evitar por siempre porque todavía tenían asuntos pendientes que resolver, como ese trabajo de Transformaciones que ya no harían juntos y que él no sabía, por poner un ejemplo.

Se llegó unos minutos más tarde de la hora acordada a propósito. Como nota adicional, se había puesto perfume, labial rosa oscuro y máscara de pestañas, porque quería, podía y le daba la gana.

[Dion Thornhill]

Según Dion, Cecile es una persona muy ocupada. Sería uno de esos adjetivos que lleva dos, casi tres, años relacionando con ella en su mente. No le pareció raro no verla, aunque si ella había cambiado de asiento en clase para sentarse lejos suyo quizás lo hubiera encontrado curioso, mas no personal. Entre los otros adjetivos que podía usar para describir a Cecile era práctica: seguramente tomaba las decisiones que tomaba porque eran convenientes. Siempre y cuando no afectaran a Dion, confiaba plenamente en su juicio.

Dion ya estaba sentado en la mesa que usualmente ocupaban para estudiar, los libros sobre la mesa, un pergamino limpio a un costado, pluma y tintero listos. Dion estaba repasando unas notas que tomó en clase, más que nada para no estar demasiado perdido si Cecile mencionaba algo que él no recordaba. No se estaba impacientando, pero sí esperaba que ella llegara pronto.

[Cecile Greengrass]

Había repasado en su cabeza muchas veces lo que le diría, cómo lo diría y las posibles contestaciones de Dion, pero eso no evitó que se pusiera nerviosa y deseara estar en cualquier lugar menos ahí. Mientras caminaba a su lugar habitual se recordó que tenía que ser madura y responsable, aunque en el fondo quisiera maldecirlo con un crucio.

"Hola" dijo, sin sentarse en la mesa. Quería salir de ahí rápido así que se iba quedar de pie al lado de Dion porque no quería alzar mucho la voz. Abrió la boca para continuar pero todo el diálogo que había planeado de repente carecía de sentido y no supo qué decir.

[Dion Thornhill]

Dion alzó la cabeza y miró hacia el origen del saludo. "Hola, Cecile" saludó, con una breve sonrisa. La miró, con curiosidad, porque esperaba que ella inmediatamente fuera a tomar su asiento usual en la mesa. Dejó las notas que estaba leyendo sobre la mesa.
"¿Quieres sentarte aquí?" preguntó, levantándose a medias de su asiento, para ofrecérselo.

[Cecile Greengrass]

"No" dijo inmediatamente. No quería sentarse, menos donde se había sentado él. "No vengo a hacer el trabajo, porque ya no estaremos juntos" soltó y tuvo la sensación de quitarse un peso de encima a la vez que se añadía otro, diferente que no sabía identificar. Tenía un bolso tipo mensajero colgado en el hombro y se aferró a él con una mano, clavándole las uñas a la tira. "Solo venía a dejarte los pergaminos de los ensayos que hemos hecho este año para que los copies o tomes nota. No sé si tú tienes alguno pero me gustaría hacer lo mismo" dijo, manteniendo el rostro sin expresión.

[Dion Thornhill]

Dion volvió a sentarse en la silla, mirando a Cecile desde abajo.
Perdón por la pausa en la conversación, pero acababa de decirle algo tan inesperado que demoró en procesarlo. Frunció un poco el entrecejo, usando todas sus capacidades para entender lo que estaba pasando. "Perdona, ¿dijiste que ya no trabajaremos juntos?" quiso entender.

[Cecile Greengrass]

Respiró hondo por nariz, tratando de calmar su corazón. Esto era más o menos lo que había esperado así que tenía una respuesta medio preparada. "No vamos a trabajar o estudiar juntos nunca más" afirmó, manteniendo su seriedad. Había sido más fácil decirlo a su espejo, verlo a él hacía de todo este proceso algo casi doloroso. Casi porque la tira del bolso se estaba llevando la peor parte.

[Dion Thornhill]

Dion parpadeó una, dos, tres veces. Intentó recordar la última vez que se sentaron a trabajar juntos antes de las vacaciones de invierno. ¿Había cometido un error, había dicho algo inapropiado? No recordaba ninguna instancia de ese tipo. Estaba sumamente confundido, especialmente porque Cecile estaba declarando un 'nunca más' eterno.
"¿Podrías...?" comenzó, se aclaró la garganta, y la miró a los ojos. "¿Podrías decirme porqué?" pidió. Si había hecho algo mal, por más que hubiera desagradado tanto a Cecile, al menos podría disculparse si sabía cuál había sido la ofensa.

[Cecile Greengrass]

También se había debatido mucho en si decirle la razón real, pero admitir que le gustaba sabiendo que él no gustaba de ella era demasiado humillante. Además, que nunca lo supiera podría ser una pequeña forma de tortura, que era todo lo que le quedaba.

"Ya no me siento cómoda contigo, es todo" dijo. Abrió el bolso y sacó uno de los pergaminos enrollados y se lo pasó para que lo tomara.

[Dion Thornhill]

Más por impulso que por otra cosa, Dion tomó los pergaminos que le estaba pasando Cecile. Lo que le estaba diciendo era preocupante, pero no podía indagar más de lo que ella quería ofrecer. Su curiosidad y confusión se convirtieron en un sentimiento pesado de vergüenza y duelo.
"De acuerdo" dijo, porque ¿qué le quedaba más que aceptar eso? La ponía incómoda. Bajó la vista, como notando ahora el pergamino en sus manos. "Luego... luego le pido a alguien que te alcance algún trabajo nuestro que haya quedado en mi poder" le dijo, casi ausente en la conversación -¿Qué hice?-.

[Cecile Greengrass]

Lo cierto es que había esperado un poco más de resistencia. Alguna disculpa o similar. Tenía todo un discurso preparado pero la realidad siempre era distinta a sus fantasías. Esas fantasías que la habían llevado a donde estaba ahora.

"Puedes dárselos a Eli o a mí, me da igual" señaló, porque aunque no lo quería ver más debía aparentar estar bien. Que lo estaba, mientras no pensara demasiado en el tema.
Le pasó los cuatro pergaminos que tenía y cerró el bolso. Ya no tenía nada que hacer ahí pero se quedó de pie, con una pregunta en la garganta que no se atrevía a decir.

[Dion Thornhill]

Dion estaba pensando desesperadamente en cada interacción que había tenido con Cecile desde que habían empezado séptimo. ¿Qué había ignorado? ¿Qué señal había pasado de largo? ¿Qué había dicho, qué le había hecho sin darse cuenta de la ofensa que estaba causando? Era preocupante, mucho. Sea lo que sea, estaba arruinado al punto de haber perdido a su compañera de estudios.
No creía, ni por un segundo, que Cecile tomaría una decisión así sin haberla pensado. "Gracias por haber trabajado conmigo todo este tiempo" se puso de pie, extendiendo una mano hacia ella.

[Cecile Greengrass]

Miró la mano y luego lo miró a él. Ese gesto la estaba rompiendo, con lo bien que iba. Levantó la mano y se la estrechó, porque era lo que tenía que hacer. Más de dos años de trabajar juntos, codo a codo, todo ese tiempo invertido, las tardes que no salieron a tomar el sol porque había que entregar un trabajo, o se tenían que preparar para un examen, las sonrisas en sus labios al recibir los Extraordinarios, las miradas de complicidad cuando el profesor anunciaba un ensayo en parejas. Todo se había reducido a un apretón de manos. No sabía cómo era romper con alguien pero debía sentirse igual a esto.

Le soltó la mano y lo miró a los ojos, como si esa fuera la última vez que lo iba a hacer a esa distancia. Lo dudaba, porque todavía les quedaban seis meses de clase.

[Dion Thornhill]

Dion dejó que la mano vacía, ya que sostenía los pergaminos que le había pasado Cecile, golpeara suavemente contra su propia pierna. Le devolvió la mirada a Cecile, con la esperanza de que ella fuera a decirle qué había ocurrido, como buscando en sus ojos una respuesta para este abrupto final.

[Cecile Greengrass]

En su fantasía, ella se iba de allí en ese momento, agitando su pelo para que oliera su perfume por última vez. Debía buscar a Eli porque tenían que hacer ese trabajo de transformaciones por el que había abandonado a Dion, así que mucho tiempo no tenía. Pese a saber esto y que debía dejar las cosas como están, unas palabras se agolpaban en su garganta, desesperadas por salir.

"¿Alguna vez pensaste en París?" Preguntó, sin poder aguantarlo.