Pura ficción

[Clement Tressan]

La bibliotecaria apuntó con la varita una de las estanterías, aunque Clement no había visto exactamente cuál, y eventualmente un libro voló hacia las manos de la mujer. 'Lo tienes que devolver mañana, Tressan' le dijo Madam Pince, extendiéndole el ejemplar de 'La búsqueda de los secretos del Erumpent' (1154) de Wilfred Elphick.

Clement asintió, abriendo el libro para echarle un vistazo antes de tener que empezar a leerlo mientras caminaba hacia una de las mesas. Se quitó el bolso para apoyarlo en el piso, mientras tomaba asiento. Sostuvo su bolso entre los pies mientras hacía una mueca incómoda. Ese libro parecía lo más aburrido que había visto en sus cinco años en el colegio. ¿Para qué tenía que leer esto, que al final de cuentas era lectura complementaria? Ya bastante con el libro de Scamander como para ahora tener que leer ese libro del año del pedo.

-No, bueno, dale una chance. Una página- se dijo, acomodándose en el asiento y forzándose a abrir el libro en la primer página. 'Habéis hecho bien, bizarro lector, en comenzar esta travesía intrépida...' cerró el libro, echándose hacia atrás en la silla y suspirando. No, ya fue, no valía la pena el sacrificio.

((Reservado. Día y horario a elección.))

[Becky Cauldwell]

Llevaba ya un buen rato en la biblioteca, había estirado las piernas hacia adelante y había cruzado un pie sobre el otro, apoyando la espalda completamente en la silla porque había comenzado a incomodarle la posición en la que había estado leyendo. Becky iba por el sexto capítulo de Teoría de la Magia Defensiva y, aunque podría estar leyendo mucho más cómoda en uno de los sillones de su sala común, solía elegir la biblioteca los sábados por la mañana porque era uno de los lugares más silenciosos y vacíos del castillo. La mayoría de sus compañeros preferían hacer los trabajos que les encargaban a último momento, pero ella aunque no lo aparentaba prefería leer con anticipación y escribirlos tranquila.

Esta vez no estaba leyendo para una tarea pero sí para entender los contraembrujos y para ir estudiando para los TIMOs. Recién notó que alguien más se había sentado en la mesa cuando lo escuchó cerrar la tapa del libro y suspirar. Levantó la vista para encontrarse con Tressan y no dijo nada, solo intentó husmear qué libro era el que estaba leyendo que le provocaba tanto stress.

[Clement Tressan]

¿No era que la juventud estaba para disfrutarla? Ese libro iba a sacarle todas las ganas de vivir ese sábado, y solamente había llegado a disfrutar el desayuno. Era demasiado pronto para que su entusiasmo muriera. ¿Cuándo iba a ser más joven que en ese momento, eh? Nunca. Ese libro estaba acortándole la vida y no había ni leído un párrafo todavía.

Quinto año era demasiado estresante. Pensó, brevemente, en aplazar Cuidado de Criaturas Mágicas y listo. Pero no, esa era la actitud de alguien que se rendía con facilidad. Podía darle otra chance a la primer página y, si todo salía mal, siempre podía llevarse el libro e intentarlo más tarde. Sí, eso sonaba como un buen plan. Se acomodó en la silla, tomó el libro con ambas manos, y paseó su mirada por la biblioteca porque en realidad no tenía nada de ganas de leer ese libro. Notó a Becky y le sonrió, una luz de esperanza.

[Becky Cauldwell]

Estaba moviendo levemente los labios, intentando leer al revés el nombre del libro, cuando notó que Tressan la había descubierto. Levantó la mirada, viéndolo sonreírle. Pobre Clement, él sobrándole juventud, como a Luismi en el 92, muriendo por vivir pero le faltaba aprobar los exámenes. También sobrándole simpatía, con esa sonrisa tan linda, para Becky que no era alguien exactamente de muchas sonrisas.

Ella alzó levemente las cejas y movió la cabeza como toda expresión de saludo, algo así como un 'ey' mudo. Ahora que él la había descubierto no sabía si quería hacerle caso a su curiosidad o si le convenía volver la vista a su propio libro para evitar que su compañero quisiera charlar o algo así y la interrumpiera.

[Clement Tressan]

El mayor de los problemas era que estaban en la biblioteca, donde nunca sabía exactamente porqué habrían de estar ahí. Las opciones que imaginaba Clem eran varias: estaban leyendo un ejemplar que no se podía sacar, estaban obligándose a terminar una tarea (como era su caso particular), estaban evitando a alguien en la sala común, etc.

"Hey" dijo en voz muy baja, casi un susurro, más gesticulación que voz. Alzó el mentón y dejó de mirarla para pasar la vista alevosamente al libro que estaba leyendo Becky, alzando las cejas para volver a mirarla. Quería que ella le muestre qué estaba leyendo, como si fuera eso lo que le interesaba un montón. Si ella de verdad quería ponerse a leer lo mejor que podía hacer era pretender que no entendió el gesto e ignorarlo. Lo digo por tu bien.

[Becky Cauldwell]

Lo escuchó claramente, pero hasta que no hizo ese gesto y volvió a mirarla, Becky podía creer que simplemente le estaba devolviendo el saludo y todo terminaría ahí. Podría volver a leer tranquila siempre y cuando él no siguiera suspirando porque el libro le parecía muy pesado de entender. Al menos esa era la imagen mental que ella se había creado con esa situación.

Ella simplemente levantó el libro un poco más, como para que él lo pudiera ver bien y lo reconociera. Era el libro de clases que usaban en Defensa Contra las Artes Oscuras. ¿De verdad no lo había reconocido? Lo miró a Clement esperando notar que se daba por enterado que estaba estudiando para la clase.

[Clement Tressan]

Lo cierto es que Becky podría haberle mostrado la portada de Goodnight Moon (ilustrado por su tocayo) y él igual hubiera reaccionado como hizo: abriendo la boca, como el diciendo 'ah' de quien entiende algo. Asintió con la cabeza. Qué mal, realmente le hubiera gustado que Becky estuviera tan aburrida en la biblioteca y tan desesperada por huir de sus obligaciones como estudiante al igual que él.

Exhaló por la nariz y bajó la vista a su propio libro, apretando los labios en una mueca de disconformidad. -Vamos, Clem, ya estamos acá- intentó animarse. No podía bajar los brazos y abandonar Cuidado de Criaturas Mágicas solamente por no leer ese libro estúpido. Había sobrevivido montones de clases con Binns, ese libro no podría ser tan malo.

[Becky Cauldwell]

Quizás no lo demostrara en clase, porque solamente con algunos profesores específicos se animaba a dar una opinión de algo, o porque la mayoría de las clases eran prácticas, pero a Becky realmente le gustaba leer. Quizás no tanto estudiar o memorizar lo que no le interesaba, pero sí aprender y leer libros. Por eso era bastante probable que ella ya hubiera leído ese de Cuidado de Criaturas Mágicas sólo que, al igual que Clement, aún no lo había reconocido al no ser un libro habitual de clase.

Lo vio intentar volver a leer y ella también bajó la mirada tranquila a su propia lectura. Sin embargo ya le había picado un poco la curiosidad y a los pocos segundos chequeó que Tressan esta vez estuviera leyendo en lugar de queriendo lanzar el libro por la ventana.

[Clement Tressan]

Ese era, definitivamente, el peor libro jamás escrito. El The Room de los libros. Un texto que si fuera una prenda de ropa sería una bombacha de jean. La canción esa sobre la menstruación de Arjona hecha investigación de Erumpent.

Sus ojos paseaban por la primer página sin querer detenerse en algún lado por demasiado tiempo, porque detestaba los libros escritos en inglés antiguo, o como fuera que se llamara. ¿Por qué no había una versión actualizada? ¿Por qué no alcanzaba con leer el libro de Scamander? No pudo evitar hacer una mueca, arrugando la nariz y tensando los labios. Sostuvo el libro abierto con una sola mano, para usar la otra en agarrarse la cabeza.

[Becky Cauldwell]

Y si fuera un Luismi sería el del 2019. Ok, tengo que calmarme.

Terminó apretando los labios, conteniendo una sonrisa, cuando lo vio agarrarse la cabeza, como si ya la cara de querer morirse no fuera suficiente. Becky aprovechó el instante para leer la tapa del libro que Clement sostenía y eso la hizo terminar de sonreír definitivamente. Apoyó su libro sobre la mesa y se decidió a hablarle, aunque la idea de dejarlo sufriendo un rato más era tentadora.

"Hay un resumen de Erumpent" le dijo lo más claro que pudo sin levantar demasiado la voz "Es un capítulo del libro de Pokeby" no recordaba el número pero con sacar el libro que ella le decía y buscarlo no perdía nada y se ahorraba leer ese tedioso libro entero, si total era lectura complementaria. Obvio que Becky ya lo había leído.

[Clement Tressan]

Clem estaba considerando seriamente ir a devolverle el libro a Madam Pince y reorganizar su calendario académico para saltearse los OWLs de CCM, para usar sus sábados a la mañana para algo que no hiciera que quiera tirarse al lago para ver si el calamar le hacía la gauchada de comérselo vivo, cuando escuchó la voz de Becky.

"¿En el libro de Pokeby?" preguntó para asegurarse que había escuchado bien. Su rostro pasó del sufrimiento total de un adolescente que es forzado a leer un libro aburrido, a una expresión de sincera felicidad. Recuperó una postura más decente, ahora que sentía que se había levantado un peso de sus hombros, y bajó la mano de su cabeza a la mesa. "Gracias" dijo, todo contento, cerrando el libro de Elphic con poca delicadeza.

[Becky Cauldwell]

Ella asintió con la cabeza cuando él preguntó para confirmar la información que le estaba dando. Luego movió su cabeza, señalándole en dirección a las estanterías "Puedes encontrarlo en la misma sección" le dijo intentando seguir hablando bajo pero lo suficientemente claro para que él la entendiera. Odiaba tener que repetir las cosas.

"De nada" le respondió mirando con algo de pena cómo maltrataba ese libro tan antiguo cerrándolo así, pero luego levantó la vista a su rostro "Es un bodrio ¿no?" preguntó para confirmar sus sospechas "El resumen medio que también, pero es más fácil de leer" le confió, intentando darle ánimos de una manera rara.

[Clement Tressan]

Suspiró con alivio mientras intentaba relajar el cuerpo. Sin darse cuenta había tensado los brazos y sentía el cuello algo duro, como si en vez de unos minutos hubiera estado ahí por horas, luchando contra un Erumpent él mismo.

"Merlín, ¿crees que de verdad sea necesario para pasar el OWL de CCM?" le preguntó con consternación, porque: ¿y si Kettleburn solamente quería hacerlos leer un poco para su materia? Tal vez se había cruzado con otro profesor y charlando en alguna escalera se sintió inferior y... vale, Clem ya estaba imaginando cosas que no eran. "No es que nos vamos a topar con uno de estos bichos en la vida real" dijo, mirándola y sonriendo de lado.

[Becky Cauldwell]

Al ver que Clement tenía más dudas, Becky se inclinó más hacia la mesa para poder prestarle atención y para poder mantener el tono de voz bajo al hablarle. Había apretado los labios y movió levemente la cabeza, indicándole que no tenía idea de si era estrictamente necesario para aprobar "Supongo que sí es necesario tener una idea general, ayuda a saber más sobre los Erumpents" le dijo porque no iba a dárselo tampoco servido en bandeja y ponerse a explicarle el tema ahí en la mesa de la biblioteca.
Sin embargo, la pregunta de Clement la hizo alzar las cejas y mirarlo con algo de diversión "¿En la vida real?" repitió "Los Erumpents son reales" le aseguró, porque no entendía qué quería decir él con eso. Al menos a Becky no le había parecido una lección inútil de CCM.

[Clement Tressan]

Casi se le escapa una risa cuando Becky lo corrigió con eso de la vida real, pero apretó los labios y movió la cabeza a un lado para soltar el aire por la nariz. No sabía si acababa de sonar como un idiota, como un muggle, o como ambos.

"Bueno, ya sabes... por acá" dijo haciendo un gesto vago con la mano, como si con eso cubriera todo Europa. Ahora, si fuera a planear un viaje al África como tu jefe, probablemente le daría una leída al libro que tanto detestaba. "Al menos como para que entre en los NEWTs, tendríamos dos años para estudiar criaturas de otros continentes" propuso, como si lo que él opinaba fuera relevante.