No hay que quedarse con las ganas

[Basil Markinswell]

((Rvo.))

Cuando aceptó su ayuda en Transformaciones, no había tenido en cuenta todo lo que podía pasar en esos meses. Jamás imaginó que Joanne le fuera a prestar atención, que lograría que él le gustara lo suficiente como para ser su novio y, sobre todo, no pensó que las calladitas y las raritas eran las peores. Desde Halloween que coincidir en una clase con Ravenclaw se había convertido en una tarea de riesgo para sus torpes mentiras y para el disimulo, porque le costaba muchísimo no seguirla con la mirada y, a veces, querer lanzársele encima. ¿Cuándo había un baile próximamente? ¿Alguna festividad rara y oscura que ella quisiera festejar?
El momento más difícil era este... estar sentados estudiando para el examen de la semana siguiente y concentrarse en el libro y no dejar volar la imaginación. Los besos de la rarita lo habían acompañado varios días, pero ahora necesitaba alimentar de nuevo a su cabeza, dejar de recordarlos y volver a sentirlos. Por eso, con muy poco disimulo, Basil la miraba cada tanto por encima del libro azul. ¿Cómo podía estar tan tranquila? ¿Estar en su presencia no le provocaba nada? Quizás fuera porque el rumor de su relación con Joanne ya le había llegado de alguna manera, o los había visto cenar juntos en el Gran Salón. ¿Eso la mantenía alejada? No sabía cómo sacarle el tema con disimulo y saber qué pensaba.
Se aclaró la garganta y volvió a bajar la mirada al libro, para intentar retener aunque sea un párrafo pequeño y hacerle creer que de verdad estaba estudiando y por eso la necesitaba esa tarde en la biblioteca.

[Basil Markinswell]

Quidditch! ¿Cómo no se le ocurría ese tema para sacarle conversación? Apenas el cerebro le funcionara a Basil, se daría cuenta que tenía más excusas para acercarse a ella y pasar el rato juntos. ¿Qué mejor que hacerse el inocente buscando ayuda ahora que él también era capitán de su equipo? Podía pedirle que se quedara después de un entrenamiento en el vestuario para hacerle un par de preguntas... que podían resolver a besos. -Basta- le pidió a su cerebro que se controle y dejara de pensar en eso aunque sea un rato.

Se pasó una mano por el cabello, con algo de frustración, y volvió a levantar la mirada para darse cuenta que ella lo estaba mirando también. Ya le parecía que Alessa no podía ser tan indiferente a su presencia. No le retiró la mirada pero buscó rápido una excusa "¿Te gustaría poder ser animaga?" soltó porque el párrafo que estaba leyendo de la Guía de la Tranformación, Nivel Superior hablaba de la animagia pero como Basil no le estaba prestando atención no tenía ninguna duda genuina.

[Basil Markinswell]

Y cada vez que el viento le dificultara el vuelo o lo tirara de la escoba, pensaría que es Alessa vengándose por alguna de las cosas que él hacía. Basil la iba a pasar muy mal ese año y el siguiente hasta que egresaran de Hogwarts.

"¿Más elemental?" soltó porque creyó que transformarse en lo que Alessa quería debía ser todavía más complicado que en un animal. El viento era... ¿transparente? Alzó las cejas "No estaría mal ser invisible" pensó en voz alta, divagando porque no tenía idea de la animagia básicamente porque nunca terminaba de leer ese capítulo "¿Para qué usarías esos poderes?" le preguntó usando tono interesado pero en el fondo quería poder retener las palabras del libro para el examen y a la vez que Alessa le pidiera ir a la sección prohibida o algún lugar más... íntimo.

[Basil Markinswell]

Quizás fuera la consciencia la que se manifestaba en el miedo (a Basil le gustaría más usar la palabra respeto) hacia la rarita. Sabía que estaba mal besarse con ella teniendo novia, sabía que enterarse de eso la podía enojar por solidaridad femenina con Joanne, y aún no superaba el no poder congraciarse con ella, el no poder saber qué pensaba de él y creer que en el fondo Alessa sabía que era un idiota y un farsante. Cada vez que una ventana se cerrara por el viento, Basil iba a dudar.

Le gustó que Alessa se acercara un poco así que la imitó, apoyando ambos brazos sobre la mesa, dejando el libro abierto (siempre en la misma página) delante de él. Basil sonrió porque sería muy típico de la rarita asustar a alguien, ser invisible sería un Halloween constante para ella. La pregunta que le hacía era interesante, le gustaría hacer varias cosas contra las normas de Hogwarts, al menos, siendo invisible, específicamente con ella.
"Sí, pero no puedo contártelas" se quiso hacer el misterioso "Podrías delatarme... o no poder tomarte por sorpresa cuando las haga" sonrió queriendo que suene a broma pero dejando abierta la posibilidad a que fuera verdad que ella estaba incluida en esas... cosas.

[Basil Markinswell]

Joanne podía quitarle todo lo que siempre quiso tener y calificarlo de infiel, pero no dejarlo al descubierto como un mentiroso, pretencioso y sin cerebro como podía llegar a exponerlo Alessa, aunque no tuviera la misma influencia aún estaban en un castillo donde todos parecían saber todo sobre todos.

Había logrado llamarle la atención a la rarita y eso lo iba poniendo de mejor humor, se sentía más cerca del objetivo de repetir lo de la noche de Halloween, aunque no tenía idea en realidad de qué contestarle.
"Claramente iría a buscarte para hacerte cómplice" inventó en el momento, rascándose una mejilla levemente "Pero primero sorprenderte no estaría mal" alzó los hombros como si en realidad no le importara "Quizás en un pasillo, o en las mazmorras cuando estés sola" improvisó dónde le gustaría encontrarla "Podríamos divertirnos bastante siendo invisibles" la miró fijo también queriendo saber qué opinaba ella, a ver si había entendido la indirecta dentro del verbo 'divertir'.

[Basil Markinswell]

¡Y más motivos para temerle más a Alessa que a Joanne! Terror psicológico le gana a escándalo en público.

Basil alzó las cejas "Es una posibilidad" queriendo hacerse el misterioso. Asustarla parecía más aceptable socialmente como respuesta que arrinconarla y manosearla un poco, así que prefería que Alessa creyera que era eso lo que quería hacer cuando fuera invisible y la encontrara sola "Sería algo así como un desafío porque la que sabe asustar acá eres tú" le dijo porque sabía que no iba a poder competir con la presidenta del club de raritos, digo de fanáticos de Halloween o como se llamara el club al que iba Taffy.

Movió la mano tapando la página del libro cuando ella bajó la mirada, aunque era fácil que reconociera la unidad en la que iba. Sorpresa! No había avanzado casi nada en toda la tarde, estaba buscando la manera de sacarle conversación y que en lo posible terminara con su lengua dentro de la boca de Alessa. Muy romántico todo (?). "No, todavía no... estaba más bien pensando en animales que en ser invisible, pero surgió el tema" alzó los hombros, adelantándose a admitir que seguía leyendo sobre animagos como hacía media hora.

[Basil Markinswell]

Justo cuando puso su mejor sonrisa encantadora, sintiéndose victorioso porque ella iba a estar esperando que la encontrara desprevenida y acosarla un poco siendo invisible, Alessa pareció cortar toda conversación. ¿En serio? ¿Todo lo que iba a decir era un ok? Basil se sintió un poco herido en el orgullo y, para peor, obligado a volver a tomar su libro de Transformaciones y simular que estudiaba.

Decidió imitarla y echarse hacia atrás en el asiento, bien derecho para que se notara lo alto que era, y se obligó a volver a bajar la mirada. Estúpidos animagos. La rarita tenía que ser rarita hasta para histeriquear. ¿No notaba que todo eso era una excusa para pasar un rato a solas con ella y ver si podían repetir un par de besos? Comparto que las chicas manejan mejor las ganas, los hombres van al grano y no les importa lugar, hora ni situación. Suspiró y comenzó de nuevo con el párrafo, tenía que terminar al menos esa unidad, por lo menos hasta que se le ocurriera un nuevo tema para sacarle charla.

[Basil Markinswell]

No fue al grano porque no era bueno con esas cosas, no tenía idea de cómo se hacía... quizás con otro tipo de chica sí sabría cómo iniciar una charla boba que lo llevara lentamente al objetivo, pero con Alessa se sentía complicado, era un desafío personal y quizás por eso le resultaba tan interesante.
De verdad que intentaba avanzar en la lectura, realmente quería terminar esa unidad para el examen, pero apenas había pasado de página sin tener que dar vuelta la hoja. Él mismo estaba por bajar el libro para mirarla y responderle cuando el dedo de la chica se le adelantó. Basil logró meter un rápido "No, gracias" pero algo me dice que ya es muy tarde y si Alessa lo confronta dudo que él le pueda decir la verdad, al menos no en el primer intento. Primero muerto que admitir que usaba lo de estudiar como excusa... pero ni siquiera lo dejaste sacar el tema de quidditch como para disimular un rato más su real interés.

[Basil Markinswell]

No era personal, le costaba muchísimo decir lo que pensaba realmente, el ejercicio mental de reprimirlo para adaptarse y agradar había hecho que con los años cada vez escondiera más sus reales pensamientos e intenciones... casi tanto que terminara por no tener ninguno, por no saber qué quería, tanto simular a la larga le desdibujaba la forma de ser. Igual con ella sabía lo que quería, nada más que no iba admitir en voz alta que ella lo atraía físicamente y que quería besarla, aún si nada de eso tenía una connotación romántica para ninguno de los dos, ni siquiera sabiendo que estaba todo bien con la rarita porque le gustaba verle la costura del revés a los demás.

Se sintió atrapado como un nene al que la maestra pesca copiándose y dejó que ella le quitara el libro de las manos. La miró inmutable, pensando qué contestar. Bueno, era su oportunidad de mentir y meter al quidditch en la conversación, menos mal que Alessa también tenía ganas de hablar de su capitanía y de los equipos que debían formar.
Bajó la mirada, haciéndose el contrariado, el que dudaba en contarle sus penas. "Sí, en realidad todo esto de que Deren deje el equipo me tiene preocupado" mentira gigante, estaba feliz, radiante, con ser el nuevo capitán, aunque había un pequeño problema... no sabía nada de lo que tenía que hacer "Me ofreció ocupar su puesto como Capitán pero no sé si estoy listo para esa responsabilidad" se hizo el que tomaba al quidditch como un asunto serio "¿Tú qué piensas?" volvió a mirarla.

[Basil Markinswell]

No, casi nunca era sincero, incluso con ella, pero debería intuir que en su presencia le bajaban un poco las defensas y le dejaba ver lo fácil que era hacerlo fallar, notar sus incoherencias y que le pasaban cosas que no eran las que decía. Alessa lo obligaba a practicar para algún día cerrarse todavía más, no estaba bien que ella pudiera ver todas esas cosas en él.

"¿En serio?" preguntó haciéndose el entusiasmado porque ella le aconsejara aceptar el puesto. Claro que iba a aceptarlo, no se le iba a escapar la oportunidad de ser conocido entre los alumnos y tener unos gramitos de poder "¿Y si tengo dudas tú me ayudarías?" preguntó aprovechando también esta otra oportunidad que se le abría delante de los ojos... Alessa también era capitana, iban a tener que enfrentarse en partidos y nada mejor que conocer de cerca al enemigo, además de que la idea de estar a solas en el vestuario con ella sonaba tentadora. "Estoy seguro de que eres una buena capitana, no tienes nada que envidiarle a DePaul" eligió halagarla un poco a ver si colaboraba con él.

[Basil Markinswell]

Basil sonrió enseguida cuando Alessa aceptó ayudarlo si aceptaba ser el nuevo capitán del equipo "Bueno, yo tampoco creo ser buen líder, por eso estaba dudando" comentó alzando los hombros levemente. Eso era mitad verdad, mitad mentira. Sabía que no era un buen líder, como mucho podía llegar a ser uno carismático si se ponía las pilas porque iba a tratarlos a todos bien aunque no jugaran bien, básicamente porque él jugaba pésimo como cazador y no tenía ninguna autoridad para decirles nada. Por otro, jamás había dudado que iba a aceptar, así el delirio le durara pocos meses, él iba a disfrutar cada segundo de popularidad que el quidditch le diera.

Sonrió, como si la amenaza de Alessa no le molestara "Ah, ¿eso significa que todas las otras veces que intentaste matarme sí fue personal?" aprovechó para recordarle que ya conocía bien la fuerza de la rarita cuando quería tirarle una bludger encima.

"Bueno, entones podemos intentar hacer nuestro mejor esfuerzo juntos" concluyó porque parecía que Alessa no era muy receptiva a los halagos, mejor darle la razón de que ambos apestaban como líderes y que iban a tener que ejercer el rol de capitán como pudieran.

[Basil Markinswell]

La escuchó y sonrió apenas, sin despegar los labios "Creí que era en la guerra y en el amor..." corrigió con toda la intención de deslizar el tema para ver cómo reaccionaba la rarita, el problema era que no parecía poder hacer demasiadas expresiones con su rostro, siempre lo miraba tranquila e impasible, como si no le provocara nada lo que habían hecho la noche de Halloween, ni lo que él le decía ni cómo la miraba. A otro chico quizás no le molestara exponerse para intentar conseguir lo que quería, pero él no sólo tenía novia, también tenía mucho amor propio y odiaba hacer el ridículo.
Sin embargo, obtuvo en parte lo que quería: una mínima señal de que él le agradaba, que no había perdido la chance de estar con ella y quizás repetir un par de besos. Sonrió "¿A qué debo el honor?" preguntó porque no sólo le agradaba a la rarita, parecía que también estaba entre los primeros puestos.
Tomó la mano que ella le extendía, reprimiendo la tentación de chocarla como Taffy lo saludaba a veces, y aprovechando para apretarla levemente y acariciarla con los dedos disimuladamente al retirar su mano "Socios" le puso nombre al grupo de capitanes primerizos sin idea de cómo liderar.

[Basil Markinswell]

Y para Basil amor era que alguien le diera todo lo que pretendía, sentía que merecía, y esperaba de la vida. Amor debía ser sinónimo de comodidad. La rarita igual no estaba lejos de satisfacerlo, le hacía las cosas fáciles con su sinceridad algo descarada y su simpleza.

Sonrió porque por fin estaban entendiéndose... aunque ella siempre mencionaba que él era difícil de entender, eso lo ponía nervioso, le marcaba que era un pésimo mentiroso y que nunca llegaría a nada. "Tú también me gustas, aunque no conozca tus conflictos" se arriesgó "Pareces diferente a como eres ¿sabes?" dijo sin pensar que quizás él provocaba lo mismo en Alessa "Primero creí que me odiabas" le confesó antes de reírse. Basil comenzó a marcar el camino para preguntarle sinceramente qué pensaba ella de él, le interesaba saber qué era lo que veía.

[Basil Markinswell]

Él tampoco tenía experiencias familiares que lo hicieran pensar que existían cosas como el amor. Los matrimonios en una familia de trepadores eran tratados como lo que eran: contratos donde se formaba una sociedad entre dos personas que iban a beneficiarse mutuamente. No era que Basil fuera menos racional que Alessa, al contrario, podían parecerse pero él era menos inteligente y más superficial.

La escuchó tentando de darle la razón, el rostro inexpresivo de ella era lo que lo mantenía muchas veces alejado, lo que lo intrigaba y un poco le gustaba a la vez. Debajo de esa cara de nada, debía saber mucho más de lo que admitía.
En realidad Basil no tuvo mucha oportunidad de ponerse a pensar en si Alessa debía trabajar en cambiar ese aspecto tan distintivo de su forma de ser, porque la confirmación de que él le gustaba esta vez vino acompañada de un beso. Primero lo había descolocado que tirara de su corbata pero cuando entendió la intención, sonrió. No se echó para atrás, se mantuvo cerca de ella y murmuró "Creo que ahora quedó mucho más claro" los besos compensaban totalmente la falta de emoción que a veces notaba en su rostro "Aunque aún no entiendo por qué" negó con la cabeza a la par que sonreía "Solamente mencionaste mis conflictos, sé que puedo ser también algo contradictorio a veces... pero tú también me agradas" y le devolvió el beso en la mejilla contraria, por las dudas de que Alessa también necesitara una confirmación.
No entendía qué veía ella en él, por qué si sabía lo contradictorio que era, decía que le gustaba en lugar de rechazarlo. Pero quizás había poco que comprender, por algo era la rarita.

[Basil Markinswell]

Quizás por vanidad, que Basil tenía bastante, le agradó el motivo que le daba ella para gustarle. Que eligiera su físico, pese a los ojos raros 'que le daban personalidad' pero que secretamente odiaba, lo hizo sonreír, observándola divertido porque coincidieran sus intereses. Ambos se gustaban porque representaban un misterio para el otro y porque querían darse. Simple, como Alessa, y a Basil le empezaban a gustar las cosas simples, al parecer.

Intentó disimular las ganas de mirarla con descaro e inclinó levemente la cabeza "Creo que los dos queremos una confirmación" usando la palabra totalmente para describir otra cosa que tenía mucho que ver con esos besos que se habían dado, pero no en la mejilla "¿Quieres que nos veamos más tarde? quizás en las mazmorras" le ofreció porque la biblioteca no era el lugar pero tampoco podía ser en un lugar donde los pudieran ver.