Cuestion de altura

[Brandon Driscoll]

((Permiso))
Brandon acababa de devolver un libro, por lo que realmente su estadía en la biblioteca debería haber terminado hacía varios minutoss, pero le parecía bastante sin sentido haber tenido que subir hasta ahí para enseguida darse la media vuelta y volver a la sala común, por lo que optó por un breve tour antes de regresar a las mazmorras.
Y como para no notar a Leo comenzando a trepar (¡trepar!) la estantería. Se detuvo como si le aplicara el freno de mano a sus piernas, porque uno no podía no presenciar algo así. Era como cuando están esos que hacen malabares frente a los autos detenidos frente a un semáforo, inescapable.

[Brandon Driscoll]

Qué pena que no vendían palomitas en Hogwarts, porque a pesar de que estaba prohibido comer en la biblioteca, a Brandon le hubiera encantado tener algunas como para comer mientras veía lo que Leo hacía. Sinceramente no pensaba que ella fuera a seguir trepando, pensó que era más bien para atraer a la chica más alta que estaba pretendiendo usar la escalera con toda la lentitud del mundo.
Pero no, vio que Leo hacía un movimiento brusco y de repente varios lubros comenzaron a caer sobre ella. Y menos mal que no tenía las palomitas porque se le hubieran caído al piso. Caminó apresuradamente hacia ella, ¿los libros la golpeaban mientras seguía agarrada? Ni se le ocurría cómo ayudarla.

[Brandon Driscoll]

Leo estaba demasiado joven para morir, y sería tan trágico que alguien que vivió tan dispuesta a irse a los golpes terminara aplastada por algo tan ñoño como libros de biblioteca que supongo que eso fue lo hizo que Brandon hiciera su acto de buena voluntad del día y se apresurara a calcular (mal, seguramente, pero lo importante era la intención) dónde caería Leo.
El plan de Brandon era correr hacia donde estaba por caer, extender los brazos y atraparla... pero seamos realistas, él no tenía la condición física para lograr algo así. Lo que sucedió fue ligeramente distinto: se apresuró hacia ella, pero se tropezó cayendo de rodillas al suelo, suelo tan bien lustrado que convirtió su pantalón en una patineta que lo dejó más o menos cerca de donde estaba por caer Leo, sin brazos alzados ni nada. Recemos.

[Brandon Driscoll]

Ah, qué bien, ¿eh? ¿Y si Brandon se raspaba una rodilla por darle una mano a Leo en ese maremoto de libros y ella ni siquiera lo había notado? Cuando fuera la boda de Leo y a Brandon le tocara llevar los anillos en la cabeza como perro y su rodilla fallara, espero que recuerdes bien este momento.
Brandon miró con sorpresa la caída de Leo como si fuera en cámara lenta y luego cerró un ojo escuchando la palabrota como si hubiera sido un libro que caía, de punta, en su nuca. Si algún día la Gryffindor quería unirse a la marina seguro que podía encajar de lo más bien. "Oye, oye, ¡shh!" exclamó en voz baja mientras se incorporaba a medias y comenzaba a juntar libros fránticamente. Es que ya casi que sentía la mirada de Madame Pince en la espalda, poniéndolos en detención hasta que pudieran beber alcohol legalmente.

[Brandon Driscoll]

Me das demasiado crédito, si se me ocurrieran comentarios así creo que estaría trabajando para un programa de chimentos y en vez de mandando currículums a empresas procesadoras de desechos.

"¡Obvio!" exclamó alzando las cejas, mientras corría los libros con el brazo (sí, no con las manos... con los brazos, como si fueran limpiaparabrisas) a las apuradas para dejar todo en un menos aparente desorden y escapar. Porque sí, el plan había sido escapar desde el momento en que los libros empezaron a caer. "Y de ahí a la salida" se quedó con la espalda doblada, mirándola. Si ella no pensaba escapar él no pensaba quedarse a que lo regañen.

[Brandon Driscoll]

De no ser porque él era un debilucho (admitido, al menos, nada peor que alguien que no está enterado y usa camisetas con las mangas cortadas cuando no tiene músculos en los brazos) quizás se hubiera ofrecido a cargarla, y aunque eso hiciera su escapada más rápida definitivamente la hacía aún menos discreta.

"Con los huesos todos rotos ya estás más cerca" bromeó en voz baja, ya se preocuparía en preguntarle si estaba bien y ofrecer ayuda. Ahora la prioridad era escapar, una cosa a la vez.

[Brandon Driscoll]

Seguramente en cualquier otro momento y lugar Brandon no tiene problema en que Leo se le cuelgue del cuello, podrían hacer eso para ir de clase en clase cuando las comparten como para no aburrirse.

"Ahí tenemos la salida..." estaba un poco lejos, pero como se les acababan las estanterías iban a tener que correr o aprovechar cuando pasara un grupo grande como para esconderse detrás de ellos. Brandon no dudaba de que el desorden de libros no tardaría en ser rastreado a ellos (y nótese que digo ellos, porque él comparte la culpa. Que después no se diga que todos los slytherin son egoístas), por lo que estaba un poco ansioso por salir de ahí. "¿Puedes correr?" o rodaban, no sé.

[Brandon Driscoll]

¿Y luego acusan a los Slytherin de ser selectivos y discriminar según las casas? ¡Qué feo, Eleonora, qué feo! Algún día necesitarás transportarte en Bramión (Brandon y camión, ¿no que pega?) y te arrepentirás de haberte preocupado por lo que diga tu amiga, porque ni que te hubieras comprometido ya con el prefecto.

"Vamos, tú puedes" le dijo para darle ánimos, aprovechando para ver por encima de su hombro una vez más. "Una vez que estemos afuera, doblemos a la izquierda y corremos hasta donde aguantes" propuso, mirándola para ver si ella aceptaba y que diera la señal para que comenzaran su escape.

[Brandon Driscoll]

Obvio que me enorgullece, es lo mínimo que debería suceder después de que yo tuve que leer que Leo no se juntaría con Brandon en público porque ¿qué va a decir Jo si la ve con un Slytherin? Pues mínimo que felicitaciones, ¿no? Si ella tanto quiere a su hermano le conviene que Leo pase tiempo con otros chicos, como... no sé. ¿Jotapé? ¿Para cuándo la boda?
Tomó la mano de Leo y miró hacia la salida, comenzando a correr a toda velocidad. Si tenía que arrastrar a la Gryffindor consigo, que así sea, tenían que escapar como ya. Si la bibliotecaria los encontraba los tendría organizando libros y estanterías hasta que fuera la hora de cerrar, y no... gracias.

[Brandon Driscoll]

Al menos estoy invitado a mi propia boda, aunque supongo que vas a tener que entrenarte para correr más rápidp que Brandon si quieres que termine con el cabello corto camino al altar.
Si Leo se quedaba atrás, él pensaba tironear del brazo de ella hasta que al menos estuvieran fuera de la línea de visión de la bibliotecaria y su dominio silencioso, por más que ella pudiera terminar pensando que él era un bruto. Dentro de nada llegaban al primer desvío, un pasillo a la derecha que daba a unas escaleras que subían directo al séptimo piso y donde había unos baños. Ahí fue donde Brandon pensaba doblar para luego detenerse y revisar qué tan mal estaba su compañera.

[Brandon Driscoll]

Pues si se le salía el brazo a Leo como a la Barbie, seguramente la enfermera podía arreglarlo, ¿cierto? Si la tipa podía hacer crecer huesos nuevos seguramente podía volver a colocarle el brazo como si no fuera nada.
Brandon no iba a detenerse hasta que al menos no entraran a ese pasillo, así que las quejas de Leo iban a oídos sordos. Era por su propio bien, así que apenas doblaron él la soltó como para no forzarla demasiado, pero definitivamente seguía sintiendo que deberían alejarse más para considerarse a salvo.

[Brandon Driscoll]

Miró a Leo e inmediatamente sintió una punzada de culpa y pena, pero... no, no era el momento de andar sintiendo esas cosas. Primero tenía que asegurarse de que tuvieran escape a largo plazo.
"Ya, lo sé, lo sé" le dijo mientras bajaba una rodilla al suelo (y no para pedirle matrimonio, que luego me caen los Harrington a escobazos) y le daba la espalda. ¿Sí era obvio lo que le estaba ofreciendo, cierto? No podría correr tan rápido con ella subida a sus espaldas, pero al menos podía llegar hasta la escalera que no tenía paradas hasta el séptimo piso, por lo que no era muy popular o usada por el alumnado.

[Brandon Driscoll]

Rodó los ojos aunque ella no pudiera ver su expresión cuando ella dijo que pesaba mucho. Brandon cargaba a sus hermanas cuando regresaba a casa, y no por elección sino porque ellas lo demandaban a cambio de algún favor que él les pedía, y no eran exactamente menudas y pequeñas. Cargar gente sobre la espalda era súper fácil, y al menos yo te puedo asegurar que he subido y bajado escaleras con gente en la espalda, sin morirnos ni una sola vez (?).
Cuando ella se subió él no perdió tiempo en agarrarle las piernas y hacer el torso hacia adelante, como para que ella no se resbalara ni se hiciera hacia atrás. Comenzó a caminar apurado, pero sin correr, porque solamente quería llegar al primer descanso de la escalera, donde podían esconderse en paz.

[Brandon Driscoll]

De última nos casamos los dos en sillas de ruedas, ¿no has pensado en lo genial que sería hacer carreras camino al altar mientras la gente nos tira arroz para que se nos desvíen las ruedas y caigamos al piso? Te digo, tenemos un buen futuro planeado y eso que todavía Brandon no se deshace de los Harrington que plagan tu vida.
"¡No me ahorques!" pidió cuando se sintió un poco menos cómodo con la forma en la que ella lo agarraba, le hubiera gustado tener una mano libre para mover las de ellas, pero estaba paranoico con que la bibliotecaria los encontraría. "¿Vas bien?" preguntó, acababan de pasar los baños. Puedes pedirle que entre a alguno si no quieres arriesgarte a las escaleras. Sino ya sabes, no me molesta la vida en silla de ruedas.

[Brandon Driscoll]

A Brandon no le molestaba que ella se agarrara más fuerte con las piernas, su única preocupación era poder seguir respirando, al menos así aseguraba que ambos llegaran vivos. Si ella lo ahorcaba no sabía si alguno de los dos sobreviviría el escape.
"No te voy a dejar caer, desconfiada" dijo con una sonrisa, que seguramente fue desperdiciada porque Leo se la perdió. "Al descanso de la escalera, allá" señaló con un movimiento del mentón, vaya a saber si se entendía el gesto, pero a falta de manos libres...