Hazlo tu misma

[Allegra Smethwyck]

Se puso en puntas de pie para alcanzar el libro rojo de Hechizos que estaba buscando. Allegra sentía culpa, no crean que no, porque era domingo a la tarde y en lugar de estar terminando sus tareas, estaba investigando... cosas que nada que ver. Quería leer sobre los hechizos que podía aplicar sobre la ropa, sobre todo en las prendas que le había regalado Tamsin y que le quedaban algo grandes por la diferencia de altura y busto. Pero no se conformaba con un encantamiento que acortara las mangas o achicara el largo, quería aprender más... si iba a diseñar ropa, y había detalles que podían hacer la diferencia con la ropa muggle, quería saberlo. Ahora tenía algo de ropa de sobra para practicar, aunque no podía darse el lujo de desperdiciar un sweater o camisas para cuando hiciera menos frío, con utilizar una prenda para llenarla de hechizos no lastimaba a nadie, ¿cierto?

Cuando lo tuvo en sus manos se sentó en una de las mesas cerca de la ventana y con avidez empezó a leer para achicar esa falda negra que tanto le había gustado.

[Brandon Driscoll]

Estar en la biblioteca ya de por sí era un bajón, y más todavía un domingo. ¿No había dicho Merlín que los domigos eran el día de descanso o algo así? Porque el compañero de Brandon que había insistido que debían terminar el trabajo de a dos ese domingo no parecía muy enterado. Según Brandon el trabajo ya había sido terminado, porque habían respondido todas las preguntas, pero su compañero insistía en que había que expandir las respuestas... y ahí Brandon hizo check-out, le pidió disculpas a su compañero y dijo que iba a dar una vuelta por la biblioteca (como para que no pensara que se estaba escapando en serio) para aclarar la cabeza, porque no podía responder en ese momento.

En su paseo vio a Allegra, sola, y como siempre que ve a alguien solo le dio mucha curiosidad y se acercó a ella. Como no la conocía súper bien lo hizo en silencio, mirándola con fingido disimulo para ver si ella estaba muy ocupada, o si cometía el error de darle pie.

[Allegra Smethwyck]

Encantamientos Reductores
Cuándo y cómo aplicarlos
Diferencias entre Reducto y otros hechizos Estaba leyendo entusiasmada, era tan diferente la sensación cuando sabés que no estás forzado a recordar de memoria algo, o que después nadie te lo va a evaluar. Leer por placer o aprender por decisión propia tenía otro sabor.
Sin embargo la concentración no era la suficiente como para no sentirse extraña por una mirada insistente. Allegra era intuitiva y, como la mayoría, podía notar cuando alguien la miraba persistentemente. Frunció levemente el entrecejo, miró al costado sin levantar la cabeza y no notó a nadie cerca... quizás esta vez fuera su imaginación.

[Brandon Driscoll]

El mínimo movimiento cuando Allegra miró hacia el costado fue suficiente para que Brandon se le acercara aún más, ya directamente caminando hacia donde Allegra estaba sentada, como si fuera a tomar asiento a su lado (sí, ni siquiera frente a ella: al lado).
"Hola" soltó, porque si está tratando de llamar la atención no va a aguantarse tanto tiempo con sutilezas, porque ese no era su estilo. Rápido, Allegra, pretende ser sordomuda para que no te moleste mientras lees.

[Allegra Smethwyck]

Había vuelto la vista al libro y había intentado concentrarse cuando la voz del chico la sobresaltó. El segundo que tardó en reconocer que la estaba saludando y que era uno de sus compañeros fue suficiente para acelerarle el pulso y llevarse una mano al pecho por el susto.

"Ho-hola" repitió por inercia mientras lo miraba con los ojos bien grandes.

[Brandon Driscoll]

Bueno, muy compañeros realmente no eran (no compartían ni año ni casa, para fortuna de Allegra) pero eso no iba a detener a Brandon de pretender como si lo fueran, y él la conocía lo suficiente como para invadirle el espacio personal.
"¿Qué hacías?" sin esperar autorización por parte de la morocha, él agarró la silla junto a Allegra hacia atrás para sentarse, como si la conociera de toda la vida y esto fuera un encuentro más que planeado. Todavía podés hacer de cuenta que eres sorda, Allegra, no pierdas la oportunidad.

[Allegra Smethwyck]

Eran compañeros de colegio, era suficiente para considerarlo como tal, aunque no compartieran casa ni año.
Allegra tragó saliva y observó hacia sus costados... ¿de dónde había salido el chico y por qué le hablaba como si la conociera?

"Nada..." respondió confundida volviendo la vista al libro unos segundos "sólo leía" le enseñó una de las hojas "¿tú? ¿necesitabas algo?" ¿Querría justo el mismo ejemplar que estaba leyendo ella? JUSTO? Lo miró sin poder disimular la sorpresa de que le estuviera hablando.

[Brandon Driscoll]

Sonrió de lado con la aclaración de Allegra, y solamente para aprovechar el gesto de ella de mostrarle la página hizo de cuenta que la mirò, aunque obviamente no estaba ahí para leer. Muy inteligente, Brandon, yendo a la biblioteca a no leer.
Tomó asiento, sin invitación todavía, y se acomodó. "No, nada" obviamente necesitaba hablarle, para que ella lo salvara de su aburrimiento. Era egoísta. "¿Qué leías?" preguntó, porque él conoce cero sobre corte y confección.

[Allegra Smethwyck]

Tomó aire sonoramente y alzó las cejas, mientras se volvía a acomodar de frente al libro, ahora que el chico estaba sentado a su lado. Ok, por donde empezar...

"Sobre encantamientos reductores... ya sabes, para achicar cosas" le explicó sintiendo que se estaba poniendo algo colorada. Le daba vergüenza hablar con él, que había salido de la nada, pero no le había dado vergüenza pedirle a Ricky sus grageas... ¿quién te entiende, Allegra? Ni pensaba en decirle para qué quería aprender a usar bien esos hechizos, no podía contarle sobre la ropa que le habían regalado, no sentía confianza. "¿Cómo que no hacías nada?" preguntó entonces, algo intrigada.

[Brandon Driscoll]

Asintió con la cabeza, como si entendiera de lo que ella estaba hablando y hubiera una clase de costurería en Hogwarts que le permitieran comprender con sencillez el hecho de que ella estuviera leyendo sobre esos encantamientos. Le seguía la corriente hasta a una canilla.
"Bueno, algo hacía" admitió mientras apoyaba los brazos sobre la mesa. Como en casa, ya. "Estaba con un compañero haciendo un trabajo, de esos de a dos, pero ya casi terminamos" la miró con las cejas en alto.

[Allegra Smethwyck]

Arrugó los ojos y observó el pasillo, a ver si notaba quién era su amigo... pero nada. Volvió a mirarlo, confundida. "¿Un trabajo de qué?" preguntó entonces comenzando a sospechar que la interrupción no sería algo pasajero sino permanente "Disculpa, ¿de qué año eres?" su rostro le resultaba conocido, como el de casi todos en el castillo, pero no podía ubicarlo. Ravenclaw no era.

[Brandon Driscoll]

Claro, si el pobre compañero de Brandon estaba como cinco hileras de libros al fondo, abandonado. Es que Brandon se aburría, no podía abandonar la biblioteca porque sería muy de mala persona, pero tampoco se iba a quedar con su amigo ampliando las respuestas de un proyecto que iban a terminar igual.
"Un trabajo de..." iba a responder, pero en el tiempo que se quedó pensativo (es que ahora estaba tratando de pensar en corte y confección, verás) le llegó la otra pregunta. "¡Ah! De cuarto. O sea que soy de cuarta" bromeó, riéndose de su propio chiste. "Brandon" se presentó, dejando de reírse.

[Allegra Smethwyck]

El chico le parecía cada segundo más extraño, recién se calmó un poco cuando le dijo su nombre y que era de cuarto. Sonrió sin estar muy segura del chiste y de si debía reírse "yo soy Allegra, de tercero" se presentó también.

No era la mejor socializando excepto que haya empezado ella la charla o que conociera a la persona de antes, así que sólo se quedó titubeando, ¿si volvía a leer el libro quedaba como una desubicada? Atrajo el libro hacia sí en la mesa y le recordó "Me ibas a decir de qué estás haciendo un trabajo..."

[Brandon Driscoll]

La miró con cara de perrito bajo la lluvia, levantando uno de los brazos para apoyar el codo sobre la mesa y sostenerse la cabeza con la mano, girado hacia ella.
"No hablemos del trabajo, que me da síndrome post-traumático" le pidió, exageradísimo. "¿Querés que te ayude con eso que estás haciendo?" ofreció, ya que ella no parecía querer perder su tiempo tanto como él. Cualquier cosa menos hacer su trabajo, la verdad, si pasaba un elfo trapeando la biblioteca le pedía que lo dejara ayudar.

[Allegra Smethwyck]

Pasó la mirada del chico al libro, sin saber qué responder... la verdad era que no podía ayudarla en mucho, Allegra no era alguien que fuera a usarlo de esclavo, onda anotame en el pergamino lo que te voy dictando porque me parece interesante mientras leo el libro. Jamás se le hubiera ocurrido.
"Es que... estaba leyendo para aprender a" lo miró sin saber si estaba bien contarle "achicar ropa" sintió que debía seguir hablando para que no sonara raro o pobretón "Es que me gusta diseñar ropa y quería experimentar"