Sabiondos con dinero

[Vincent Klein]

Para lo poco que quedaba del año, alguien con calificaciones tan malas como las de él debía preocuparse. Y lo estaba. ¡PERO NO POR ESO! Ja, hasta creen. Sino porque, finalmente, sus compañeros a los que les debía dinero se hartaron de esperarlo y, aunque (gracias a Merlín) no se pusieron de acuerdo TODOS para darle un ultimátum en conjunto, ciertamente, se lo pidieron algunos que... digamos, no convenía enfadar. Así que andaba desesperado por el castillo entero buscando dinero; algo había sacado ya de sus amigos más cercanos, a los que les prometió por SU MADRE que les pagaría pronto, ¡pero no era suficiente! Quedaba muy poco para recolectar, pero era una suma significativa que, se metió en la cabeza, sólo podía obtener de extraños benévolos.

¿Y en dónde más pueden encontrarse personas bien portadas, si es que no en el sitio más aburrido de Hogwarts? Alguno de los NERDS (y conste que para él, cualquiera que estuviera voluntariamente en la biblioteca se trataba de uno) que Vincent visualizaba como león en asecho, caminando azarosamente por los pasillos, debía tener dinero y, además, la divina disposición por compartirlo. Lo malo es que no pasaba nadie conocido, y el tiempo se le estaba acabando...

[Kerry Whittaker]

Echó un rápido vistazo a su alrededor y comprobó que había un par de estudiantes en las cercanías, ocupándose de lo suyo. Ni rastros de la bibliotecaria. Y es que está bien desafiar estúpidamente a la autoridad, pero desenvolver la paleta de caramelo que tenía en lamano derecha bajo la nariz de la responsable de los libros sería nada más estúpido.
Se encontraba sentada en uno de los pasillos formados por dos estantes paralelos, con la espalda recargada en el de la derecha. La luz que entraba por la ventana al fondo bastaba para alcanzar a leer el libro (muy delgado y de aspecto prácticamente nuevo) que había colocardo sobre sus piernas cruzadas como mariposa.
Kerry era muchas cosas, pero nerd no estaba en la lista. Ella tenía un rato libre y ganas de privacidad, nada más.

[Vincent Klein]

Por poco sigue caminando después de verla. Es que estaba avanzando con tanta rapidez que, honestamente, ya ni se fijaba detenidamente en los rostros y comenzaba a caminar a lo loco. Pero un rostro como el de ella no era para desconocer: frenó enseguida y caminó sobre sus pasos para asomarse por el pasillo en que Kerry se encontraba. Sí era ella, ¿verdad? GRACIAS MERLÍN, GRACIAS. No dudó en acercársele, con un entusiasmo tal que tuvo que volver a frenar antes de chocar con ella por la rapidez en que retomó el caminar. "¡Kerr!" se anunció, todo sonriente. Y una vez más, tras percatarse de dónde estaban, para que no lo regañaran, "Kerr, te estaba buscando", bajando la voz, pero sin perder la ansiedad en el tono.