Resistir

[Jessica McFarlane]

Le causaba cero gracia darse cuenta que era una acosadora, cero gracia. Luchaba contra sus más fuertes impulsos de desviarse en los pasillos para seguirlo, de pedirle la jarra de jugo cuando en su mesa sobraban las jarras, de tirarse en su camino para que estuviera moralmente obligado a ayudarla a levantarse. Y no era fácil luchar contra esos impulsos auto-destructivos, porque... bueno, ¿lo vieron atentamente? ¿Alguien alzó la vista en un partido de Quidditch para verlo en toda su gloria? ¿Se atrevieron a escucharlo hablar? Asher era genial.
Así que estando en la biblioteca, hace ya cinco largos minutos ignorando el libro que tenía que leer para el día siguiente, no podía parar de taladrarle la nuca con los ojos, pensando -Mírame, mírame, mírame, mírame, mírame...- hasta el infinito.

[Asher Sewell]

Francamente no sé con certeza si a él le haría cero, poca o mucha gracia saber que tenía una stalker. Quizá no le gustaría porque lo percibiría como una variante de invasión a su privacidad. O sea, ¿qué tal si un día quería picarse la nariz, pero tenía que resistir la urgencia porque seguramente alguien lo estaba mirando, eh? La gente genial también hace esas cosas.
Imprimió algo más de fuerza contra el pergamino en el que estaba copiando datos de un libro de aspecto viejo, experimentando por tercera o cuarta vez en los últimos cinco minutos una sensación de cosquilleo en la nuca. Levantó su mano izquierda para sacudirse el cabello a la altura del área bajo ataque, pero no detuvo la pluma, y tampoco apartó la mirada de la página que leía.

[Jessica McFarlane]

Cuando Asher alzó la mano, Jessica bajó la mirada rápidamente al libro que venía ignorando todo el rato, como si él tuviera ojos en la mano y pudiera verla acosándolo. Era horrible, ¡horrible! Por un lado era divertido porque le daba algo que hacer, pero por el otro, sería mucho mejor si su actividad no fuera tan aterrorizante y patética.
Volvió a mirar hacia adelante, tratando de mirar hacia la dirección general en la que estaba Asher y no en su nuca. ¿Por qué no era ella la que tenía un loquito detrás mirándole la nuca? Se giró para comprobarlo. Suspiró, con superficial decepción.

[Asher Sewell]

¿Te imaginas que Asher fuera algo así como el Argos Panoptes de Hogwarts? No lo encontrarías tan guapo, seguro.
Bajó la mano, posándola con distracción sobre la mesa, sólo para volverla a mover casi inmediatamente hacia el libro y pasar la página. Tres segundos después dejó de escribir, inclinó un poco la cabeza hacia la izquierda y concentró toda su atención en el libro. Tomar notas en la biblioteca podría no ser la actividad más emocionante, pero a él le gustaba hacerlo.