Una serie de problemitas desafortunados

[Iris Rigby]

Pobre Snape, él dándolo todo y sus estudiantes tan poco.

Con la mirada baja todavía mirando la mano de Toby por si se había dejado un pedazo, esbozó una sonrisa apretada. No se creía que era la mejor ni por un segundo pero al menos no le había desintegrado la mano. Tomaría ese triunfo. "No es nada" dijo, soltándole la mano. "Tal vez debería dejar la escuela y dedicarme a limpiar manos, cinco sickles por mano" bromeó. Tal vez una mejor idea era limpiar casas pero sus habilidades no iban tan lejos.

[Toby Hughes]

A veces pienso que los magos se quedaron el medioevo y no saben que los manicuristas y pedicuristas existen, me pone un poco triste.

Apretó los labios, "Si terminas la escuela podrías cobrar veinte por mano y un galeón si la limpieza incluye los pies" dijo, no muy seguro si podía continuar la broma de esa manera. Perdónalo por su pobre intento, pero es que no encontraba la deserción escolar divertida y estaba esforzando para no arruinar el mood. Aunque en el fondo, todo era culpa de la procrastinación que buscaba mil maneras de que no siguiera haciendo su tarea.

[Iris Rigby]

Así como hoy en día a una app para todo, quiero creer que hay un hechizo para todo.

Iris tenía práctica en eso de alargar las bromas hasta que morían de pena, y no le costó trabajo esta vez. "¿Crees que haya suficientes magos flojos y sucios que puedan sostener mi negocio? Necesito saber que tendré un negocio próspero antes de empezar." Apretó los labios aguantando la risa. No le estaba buscando la lógica a su idea, pero si lo hiciera, seguro concluiría que aquellos magos tan sucios que necesiten una limpieza regular de manos y pies, y que además son tan flojos que no quieren limpiarse ellos mismos, difícilmente tendrán un galeón para pagarle. Lo más probable es que su lugar sea San Mungo.

[Toby Hughes]

Si los magos fuesen realmente autosuficientes y usaran todo el potencial que la magia y las varitas les ofrecían no existiría ninguna profesión.

Aunque ella lo dijera en broma, no tenía dudas y si muchas pruebas, que sería un buen negocio y no le faltarían clientes porque siempre existiría alguien que pagaría porque le arreglaran las uñas. "Solo tienes que visitar los vestidores del campo de Quidditch un día de entrenamiento..." fue bajando la voz de a poco "y veras cosas espantosas" confesó, ignorando que se se había incluido en el grupo de los deportistas puercos.

[Iris Rigby]

Una imagen desagradable de hongos en los pies se le pasó por la cabeza, haciendo que hiciera una mueca de asco. "Aunque la idea de ser la limpiadora oficial de manos y pies de nuestro equipo de Quidditch, o incluso de un equipo profesional, creo que no tengo el estómago para eso" admitió, poniendo fin a su breve emprendimiento. Dejaría la idea guardada en un cajón mental, bien oculta, solo para ser sacada en una situación de extrema necesidad como el borde del desahucio.

Abrió la boca pero la cerró. Quería decirle que quería irse a la sala común pero no sabía ser la primera en despedirse.

[Toby Hughes]

En cambio, él no tuvo que imaginar nada porque recuerdos de pies y manos en condiciones desagradables fueron apareciendo en su mente de la nada. Su expresión se volvió un poco sombría, pero pudo controlar el malestar que se le formaba a la vez que su amiga decía que no tenía estomago, porque él tampoco. "Lo siento, no fue una buena idea" dijo con pena. Quizá se le podían ocurrir más ideas con las que la pequeña empresa imaginaria de Iris tuviera éxito, pero no estaba muy seguro de querer seguir pensando en garras y patas.

[Iris Rigby]

Inclinó la cabeza hacia un lado, esbozando media sonrisa. "No es una mala idea, solo que quizás sea mejor que una figura como 'limpiadora de manos y pies' no exista. Después la gente se acostumbra y no se baña nunca más" dijo, sin pruebas pero sin dudas. "Mejor no le contemos a nadie de nuestra idea millonaria" bromeó.
Sin decir nada, Iris empezó a organizar sus cosas, cerrando los libros, acercando su bolso, tapando el tintero. No sabía qué iba a hacer ahora, seguramente buscaría a sus amigas y les preguntaría que pusieron en su ensayo y haría una mezcla, o tal vez de camino a la sala común se le ocurría una forma de empezar y terminar el suyo sin ayuda. De lo que estaba segura es que no iba a poder avanzar en la biblioteca, por mucha pena que le diera dejar a Toby.

[Toby Hughes]

Hizo como que pasaba un cierre sobre su boca, pero mantuvo una expresión neutra ante la idea de que la gente no se bañara más. Vivían en un frío castillo en Escocia, lleno de adolescentes y algunos de ellos seguramente tenían problemas de higiene, así que ya debían convivir con la falta de baño. La observó recoger sus cosas y se preguntó si de verdad quería quedarse ahí, -hmmmmmno- una mirada rápida a su desorden le hizo recordar que debía terminar su carta o su tarea.

"Nos vemos más tarde" dijo, con pesar porque lo abandonaba iba a estar solo en ese lugar.

[Iris Rigby]

Tal vez eran imaginaciones suyas pero sintió tristeza en la voz de Toby, o quizás era ella que estaba proyectándose. No es que quisiera irse, o bueno si, porque hace unos minutos pasó una pena que no veas, pero le gustaba estar con Toby, solo no era la tarea adecuada para trabajar juntos.
"Es que no creo que pueda avanzar. Necesito un descanso y volver a intentarlo" explicó, mientras guardaba el libro más grueso en su bolso. "¿Te quedarás mucho rato?" Preguntó sin saber porque lo hacía, no es que si le dijera que se iba a quedar todo el día iba a cambiar de opinión.

[Toby Hughes]

O sea que Iris necesitaba procrastinar.

Toby entendía lo que su amiga decía, porque también había aplicado esa técnica cuando no sabía que más inventarse en las tareas. Una pena que no podía hacer lo mismo con la carta de su papá que entre más pronto la enviara más rápido tendría respuesta, así que tenía que quedarse un poco más. "No estoy seguro" respondió, encogiendo un poco los hombros porque podía tomarle diez minutos o media hora si se ponía a sobre pensar.

"Pero te devolveré el pergamino a más tardar mañana en la mañana" aseguró, como para que no creyera que se había olvidado del favor.

[Iris Rigby]

Siguió guardando sus cosas, notando que tenía demasiadas para no haber hecho nada. Sintió la vergüenza y la ansiedad inundar su cuerpo. Necesitaba terminar el ensayo esa noche a como de lugar, aunque no durmiera.

Hizo un gesto con la mano, como de espantar una mosca. "Ni te preocupes, tengo de sobra" mintió. Nadie tenía pergaminos de sobra, a menos que fuesen de esos que hacían todo bien a la primera, que no es el caso de Iris.

Se puso de pie y miró a su amigo, dudosa de moverse.

[Toby Hughes]

Los que no hacían nada también podían tener pergaminos de sobra y los que tenían suficiente dinero como para que nunca les faltara.

Asintió haciendo como que estaba de acuerdo. Sin embargo, no le gustaba deber, así que sin importar lo que ella dijera, le iba a regresar el pergamino aunque tuviera que meterlo a escondidas en su mochila. Observó el espacio vacío que estaba dejando Iris y alzó una mano para despedirse, sintiendo algo de FOMO arrepentimiento por su decisión de quedarse. Pero tampoco iba a insistir con que se quedara a acompañarlo un rato más porque no era tan egoísta y en el fondo si le daba pena que lo viera escribiéndole a su papá que le comprara aunque fuera un uniforme de segunda mano.