Cambio de rutina

[Rainier Bruneau]

La siguió, repentinamente sorprendido por ver la enorme cantidad de ejemplares que los flanqueaban en cada dirección en la que se giraran. No es que estuviera pensando en que encontrar el libro al azar sería fácil, pero ahora dudaba que siquiera fuera a ser posible.
"Los gigantes estaban súper interesados en corte y confección, para que sepas" inventó, mientras se mordía el labio y ya se giraba para salir de esa estantería, clavando la vista en dirección hacia donde el dedo de Frankie había apuntado. Le daba algo de culpa estar haciéndole perder el tiempo, pero sospechaba que ella en cualquier momento se las iba a tomar.

[Frankie Gibbs]

Frankie dio dos saltitos para alcanzar a Rainier por el brazo y girarlo hacia ella, esta vez sin tanta brusquedad "¿Deverdad?" Preguntó con los ojos bien abiertos. Ella no sabía nada de nada sobre gigantes excepto que eran muy grandes, olorosos y tontos, ¿O esos eran los Trolls?
Dormir todas la horas de Historia comenzaba a pasarle factura, y si hablaban de gigantes haciendo croché pues se estaba arrepintiendo "¿Cómohacen? ¿Tienenunasagujasgigantesoalgo? ¿Habráalgunapasarelademodadegigantes?" Comenzó a preguntarle interesadísima, probablemente porque la idea de gigantes modelos le daba mucha risa en su cabeza.

[Rainier Bruneau]

No se habia imaginado que Frankie le estaba preguntando en serio, asi que cuando ella lo hizo girar sobre su eje no se le ocurrio mejor idea que poner cara de serio y entrecerrar los ojos.
"En serio no sabias?" pregunto como si ella estuviera al tanto del chisye y tuviera que convencerla "Usan las costillas de los animales que consumen como agujas, creo que el profesor hablo toda una clase sobre eso" le dijo mientras asentia con la cabeza. Asi de mal les iba a ir en Historia de la Magia, si seguian inventado burradas.

[Frankie Gibbs]

Ante la pregunta negó con la cabeza efusivamente, haciendo que sus rulos ondearan y le pegaran el rostro. Ella no tenía idea que la historia de los gigantes podía ser genial. "¡Oh, si! Ya me acuerdo" Dijo. No se acordaba de nada pero su mente comenzó a hacer recuerdos ficticios con rapidez, casi para no quedar mal con Rainier "Habló de la 'Giant's fashion week', ¿Cierto? Si, si, obvio que no me dormí en esa clase." Giró la cabeza y echó un vistazo a su espalda, pensando que quizás se habían ido demasiado temprano de esa sección. Capaz encontraban a los grandes diseñadores gigantes, esos que marcaron la tendencia en los últimos taparrabos que usaron en las guerras. Nunca se sabe.

[Rainier Bruneau]

Se rió en voz baja, mirándola brevemente antes de bajar la cabeza para ocultar la sonrisa. Rainier no sabía bien cómo era la semana de la moda, pero la simpleza de imaginarse a los gigantes caminando de forma exagerada tapados en parras, hojas y ramas varias era tentador cuando él estaba tratando de que su expedición a la biblioteca no terminara en un banneo de por vida.
"¿A dónde será que nos va a llevar tu dedo?" preguntó, como si estuvieran paseando por una galería de arte (aunque quizás eran más parecidos de lo que deberían ser, considerando que Rainier entendía tanto de libros como de arte).

[Frankie Gibbs]

Si Rainier supiera el daño que le había hecho a Frankie. Ahora, cuando fuese a estudiar con Bertie, él la tomaría como demente cuando le pida que le hable sobre la semana de la moda de los gigantes. Todo mal, Rainier, todo mal.

Frankie se encogió de hombros "Vamosaver." Le contestó y comenzó a caminar, todavía con la sensación de que debieron quedarse más tiempo en la sección de doméstica.

La verdad es que el pasillo que Frankie había señalado casi quedaba al extremo de la biblioteca y mientras avanzaban ella se estaba dando una idea del lugar a donde se dirigían, no porque ella se supiese la geografía de la biblioteca porque de ser así no estarían en esa situación, era porque ya había intentado muchas veces cruzar esa zona y nunca lo había logrado, o si pero no llegó muy lejos y su castigo duró mucho tiempo.

Por si no has adivinado, el dedo de Frankie señaló la sección prohibida, así que cuando llegaron a ese pasillo ella se detuvo y leyó el cartel. Miró a Rainier, esperando a que él dijera que hacer, porque no podía esperar una respuesta objetiva de ella en esto.

[Rainier Bruneau]

Sería muy falso de mi parte si te pido disculpas por posiblemente hacerla quedar mal a Frankie con su chongo, porque igual ella seguro que lo hace quedar todo muy adorable y tierno de todos modos.
Rainier miró alrededor, notando la falta de actividad en esa sección casi de inmediato. Es más, las estanterías de esa zona le daban un no sé qué que qué se yo... y ahí vio el letrero.
"Oh" comentó, frunciendo el entrecejo. Se cruzó de brazos, buscando otro letrero que explicara bien qué onda. ¿Si la sección estaba prohibida para qué la tenían ahí? ¿Por qué no metían los libros en un baúl y lo echaban al lago negro?

[Frankie Gibbs]

Si fuese por Frankie, ella estaría encantada de que la sección prohibida estuviese en el fondo del lago negro. Se ofrecería a ser la 'buscadora de libros prohibidos oficial' entonces la verías probando llegar sin cascos-burbujas hasta el fondo. ¿Quién necesita branquialgas cuando se tiene un par de fuertes pulmones de granjero?

Se rascó detrás de la oreja y miró a Rainier, sintiéndose un poco incómoda de momento por la falta de actividad "Creoquenecesitamosunpasedeunprofesor." Dijo, y aunque no pareció muy segura, lo estaba, porque eso fue lo primero que le dijeron que necesitaba cuando trató de colarse la primera vez. No había sido muy fabuloso de todas formas. Los libros no botan fuego ni es realmente peligroso allí, porque Frankie no cree que las palabras pueden llegar a serlo, porque es una ignorante.

"Podemosseguir" Señaló hacia fuera del pasillo "opodemosverquéconseguimos. Notendríamosmuchostiempo." Torció la boca insegura. No del pasar a la sección prohibida sino del tiempo que dispondrían. La última vez fue atrapada bastante rápido porque, genia, pasó cuando Filch estaba haciendo rondas.
Ahora no veía al celador cerca. Se preguntó si la puerta tendría algún tipo de alarma mágica o si esa cerradura estaba bloqueada de una forma que un 'alohomora' no servía. No sabía qué tanto habían cambiado los dispositivos de seguridad desde hace cuatro años.

[Rainier Bruneau]

Rainier miró a Frankie unos segundos mientras procesaba lo que ella estaba diciendo. Porque... ¿estaba diciendo que intentaría meterse en la sección prohibida? Más que temer el encontrarse con Filch él pensaba que era nás factible que alguno de los prefectos fuera a buchonearlos y meterlos en problemas.
"Si nos vamos a meter yo necesito que no haya moros en la costa" explicó con tranqulidad, alzando las cejas como queriendo decir un '¿me entiendes?'. Aparte si los descubrían Rainier no eran los que discutían, de hecho era de esos que no querían hablar. Está perfecto para que lo metan en la mafia, sería un perfecto Johnny Tightlips.

[Frankie Gibbs]

Si ella fuese más de ese tipo de gente, seguramente le plantaría un beso en la mejilla a Rainier, sólo por seguirle el juego. Nadie lo hacía, todo el mundo la dejaba sola saltando de un lado a otro y se había vuelto una llanera solitaria no por elección. Era agradable conseguir a una persona que le gustan los riesgos como ella, y por eso, le dedicó a Rainier una de sus sonrisas más cálidas y emocionadas de su repertorio.

"Ok. ¿Túabresyyovigilootúvigilasyyoabro?" Preguntó, totalmente proactiva y sin borrar la sonrisa de sus labios. ¿Quién diría que una ida a la biblioteca podría ser emocionante? Alpin Blishen no tiene derecho a opinar sobre esto.

[Rainier Bruneau]

Y es que aparte había que dejar los besos de Frankie para el Spin the Wand, no daba desperdiciarlos en alguien que solamente se había ofrecido a romper las reglas contigo en la biblioteca porque cualquier cosa era mejor que estudiar.
"...No me hagas elegir" le pidió, seriamente, metiéndose ambas manos en los bolsillos. Le daba igual, pero si había que distraer a alguien que se acercaba, Rainer era pésimo. Igual a veces veía a gente de séptimo entrar a la sección prohibida, ¿qué diferencia habría entre quinto y séptimo? ¡Eran casi lo mismo! Cuánta discriminación había en el castillo...

[Frankie Gibbs]

¡Ah! Pero esos no serán en la mejilla, ¿cierto? Ese no es mi plan.

Soltó aire por la nariz apretando los labios. Frankie no estaba acostumbrada a ser una líder pero no le molestaba soltar órdenes si así tenía que hacerlo "Bien. Túvigilas. Yoabro." Dijo, señalándolo y luego señalándose, antes de agitar su cabello cuando dio la vuelta hacia la cuerda que dividía los libros comunes y silvestres con los prohibidos por Merlín sabe qué. Frankie se quedó quieta, observando la simpleza de la seguridad del lugar, sabiendo que había un truco allí en el que no quería caer.
A lo mejor esa era una de las cosas que salía en Hogwarts: A History. Una lástima que ella nunca lo leyó.

Giró el rostro para ver a Rainier y que le indicara si había o no moros en la costa mientras pensaba en la mejor forma de atravesar.

[Rainier Bruneau]

Claro que no, las mejillas van a ser la única parte que salga sin baba ajena de ese juego, si todo sale bien.
Se giró de inmediato, decidiendo dar unos pasos hacia el costado como para no estuviera tan evidentemente parado frente a la sección prohibida, haciendo de cuenta que estaba revisando el papel que había guardado en el bolsillo. Miró a los costados, moviendo la boca como si no supiera leer para sí, o si el papel tuviera algo más largo escrito. Miró de reojo a donde se había metido Frankie, pero volvió a revisar los alrededores con el mayor disimulo que podía fingir. Unos segundos más y tendría que hacer de cuenta que se ataba los cordones de los zapatos (que seguro ni tenían), o se acomodaba las medias, o lo que fuera.

[Frankie Gibbs]

Ya va, ¿Qué? Espero que no hables de las mejillas de Rainier, porque hay que lamer esas mejillas de ardilla a como de lugar.

Lo primero que Frankie hizo fue atravesar el aire de la sección prohibida con la mano, pensando que quizás esa no era sólo una cuerda sino que estaba respaldada por un campo mágico de fuerza. Claro que no pasó nada. No recordaba bien cómo había pasado la última vez, sólo se acordaba de la mano de Filch sosteniéndola por el cuello de su túnica, jalándole cruelmente sus cabellos.

-Fue por arriba.- Recordó, finalmente. Alzó la mirada y observó la amplitud de la sección prohibida, tan sola y tan oscura. Seguro producía eco. "¡HOLA¡" Gritó Frankie al vacío, y creyó escuchar su voz rebotar débilmente.

Tarde, supo que había sido un error gritar si estaban tratando de ser discretos. Miró a Rainier, arrugando la cara en una expresión de disculpa. Dijo 'Lo siento' con sus labios sin producir sonido. El sentido común a veces se le apaga sin avisar.

[Rainier Bruneau]

De acuerdo, si a alguien le toca el Merlin-mode, más le vale que haga que un personaje tuyo le tenga que lamer las mejillas de ardilla a Rainier, así los traumas a ambos personajes de por vida.
Rainier estaba por agacharse, una rodilla en el piso, para pretender que se amarraba las agujetas cuando escuchó la voz de Frankie. Giró la cabeza alarmado, mirando en dirección a la sección prohibida, con tanta brusquedad que casi pierde el equilibrio y se va de lado, las manos sobre su zapato todavía. Se puso de pie, haciendo un gesto rápido y corto con la mano, llamándola para que venga hacia donde estaba. La cara de Rainier hacía de todo menos disimular, todo alarmado.