Cuestion de altura

[Brandon Driscoll]

Yo empiezo a sospechar que quieres que ambos caigan y queden discapacitados, porque tanta mención de heridas y de caídas aparentemente accidentales no puede carecer de propósito, Leo.
"Nada te va a hacer sentir mejor después del golpazo que te pegaste, pero al menos no tienes que pasar la tarde ordenando fascículos en orden alfabético" sugirió como triste solución a sus problemas. Ya estaban cerca de las escaleras, así que se detuvo frente a ellas. Eran solamente ocho escalones hasta el descanso, donde podrían pseudo-esconderse.

[Brandon Driscoll]

Le hubiera encantado poder verle la cara cuando dijo eso, pero la posición no lo permitía. "No me hagas imaginar a la enfermera dándote un masaje con una poción anti-inflamatoria en el trasero" pidió todavía casi que tentado, enderezando la espalda para los últimos pasos.
Se rió en voz baja mientras se detenía al pie de la escalera y daba un saltito en el lugar para reacomodar a Leo en su espalda, sosteniéndola mejor y con más firmeza de las piernas.

[Brandon Driscoll]

Comenzó a subir los escalones con cuidado, ¡que no se hagan reír! Ya de por sí estaba imaginándose la situación con más detalles de las que debería: Leo boca abajo en una cama con Madame Pomfrey poniéndole poción bajo una toalla, con los gemidos de dolor de Leo, y un pobre inocente tres camas más atrás totalmente confundido y quizás un poquito excitado. Luego el chico no podría volver a ver a la enfermera a los ojos, y de ese día en más solamente se sentiría atraído por mujer mayores.
"¿Y para qué lo usas normalmente?" preguntó, haciéndose el gracioso. Seis escalones más y llegaban al descanso, donde nadie pordría verlos y hacerlos ordenar cosas en la biblioteca.

[Brandon Driscoll]

¡Oye! ¿Qué dijimos de no hacerlo reír? Se le escapó una carcajada y casi que le suelta una de las piernas para taparse la boca, pero se la aguantó haciendo un ruido raro, como cuando abres una lata de soda súper despacio y se escapa el gas.
"Quizás encuentres a alguien a quien le guste la fruta magullada, y así sabrás que te va a querer con el trasero dañado y todo, Leo" y seamos sinceros que con eso del trasero dañado él podría haber dicho algo mucho peor. Aparte si las tres categorías de la atracción eran pechos, trasero y pierna, ella tenía dos de tres. Había que ver qué le gustaba al prefecto, nomás.

[Brandon Driscoll]

Se siguió riendo, porque escuchar a Leo defender el honor de su trasero en buen estado era graciosísimo, aparte quizás de verdad algún día encontraba a alguien que le gustara magullarle el trasero... ¡ya tendría experiencia en la materia para ese entonces! Vaya a saber con qué tipo de hombres se encontaría en el futuro.
"Bueno, ahora te bajo y te lo revisas a ver si no te falta un pedazo" bromeó, porque acababan de llegar al descanso. Se hizo bien hacia adelante y dobló las rodillas para acercarla a ella al piso, aflojando el agarre de las piernas de ella como para que se deslizara y pudiera bajarse.

[Brandon Driscoll]

Pero podrían ser una pareja dañada juntos, y quizás unirse al circo. ¡La Maravillosa Mujer Magullada y El Hombre Que Se Balancea Más Hacia La Izquierda! ¿No?
"¿Qué estabas haciendo, deportes extremos en la biblioteca?" preguntó, porque... bueno, Brandon no es que haya sido un fan declarado, pero casi que podía ver algo de las hazañas de Frankie en lo que se había mandado Leo momentos atrás. Con razón los Gryffindor tendían a tener fama de salvajes.

[Brandon Driscoll]

Vaya, hablando de Roma...
"Pensé que la simia se suponía que era la Harrington, pero son tan amigas que quizás te comparta el título" bromeó, él no era de los que la llamaban de simia, pero tampoco era de los que no negaban que Josephine no era nada delicada y que, por ejemplo, Jotapé estaba medio demente proyectando en ella una imagen de damicela que parecía que solamente él podía ver. Leo al menos no tenía nadie que la malinterpretara tan feo, parecía.

[Brandon Driscoll]

"No dije nada que no me animaría a decirle de frente" avisó para que Leo supiera que no estaba diciendo nada malo de su amiga, o al menos nada que él considerara lo suficientemente ofensivo como paa no repetirlo en buen plan y ve si se ligaba una golpiza o no. yo creo que entre Leo y Jo lo pueden dejar más morado que una uva, pero no sé si quiero poner esto a prueba.
"Igual es bastante popular, Josephine, con los chicos" comentó como de pasada. Alzó las cejas como para indicar que algo él sabía. No sobre Scott, pero sí sobre el Hufflepuff.

[Brandon Driscoll]

Ladeó la boca mientras escuchaba a Leo, porque había cosas de Jotapé que él desconocía. Lo que sí le había parecido a Brandon es que el Hufflepuff quizás se veía por encima de sus conquistas, por la forma en la que parecía reticente a salir con la chica que propuso Seth, viendo y considerando que a Brandon le parecía que uno no podía darse el lujo de ponerse a elegir cuando no tenía opciones.
"No sé quién es el cabeza de quaffle" contestó, pensando en alguien que fuera cabezón (en el sentido literal) o que tuviera el cabello marrón-rojizo como el cuero de la pelota.

[Brandon Driscoll]

Se le escapó una risa, pero se llevó una mano a la boca para que no terminaran encontrándolos por culpa de la risotada. Birkin como 'cabeza de quaffle' encajaba de maneras que no había imaginado antes.
"Tu amiga parece atraer a un tipo determinado..." dijo todavía sonriente, porque encontraba la situación muy graciosa. "Igual quizás es porque ellos quieren, inconscientemente, que una mujer les ponga los puntos sobre las íes" soltó pensativo.

[Brandon Driscoll]

A Brandon le pareció que Leo hablaba con la voz de la experiencia, por lo que asintió con la cabeza como si él también supiera algo. Igual no era raro que a las chicas les gustaran los tipos malos, los buenudos nunca veían ni la mitad de acción que los malos.
"Hay muchas chicas a las que les gusta agarrar a un tipo 'malo' y convertirlo, quizás le pasa eso a tu amiga" comentó sin saber, alzando los hombros. Tal vez Leo terminaba convirtiendo a Jotapé.

[Brandon Driscoll]

Espero que Jotapé haya tenido una muestra de esperma en el freezer, porque después de semejante patada supongo que le disminuíste las chances de paternidad de forma considerable. Un desgarro testicular, algo. Nosotros acá leyéndolos comiendo palomitas.
Alzó los hombros como respuesta. "No sé" él no era de esos que querían cambiar a la gente, ni tampoco quería que alguien lo cambiara: nada mejor que te aceptaran como eras, al menos a esa edad "algo deben encontrarle de interesante. Quizás es un proyecto, en vez de hacer crochet..." bromeó.

[Brandon Driscoll]

Ogual sería más divertido con una reacción un poco más verosímil de recibir una patada en la ingle (a Brandon se le habrían escapado lagrimones, por ejemplo, hecho bolita en el piso), pero Leo puede seguir perfeccionando su arte.
"¿Cómo quién?" preguntó con el entrecejo levemente fruncido, si Jotapé y Birkin no contaban como 'lindos' en el sentido físico no captaba qué tipo de personas Leo aprobaría para su amiga. Pero bueno, Brandon tampoco tiene la capacidad de distinguir esas cualidades en sus compañeros varones.

[Brandon Driscoll]

Con las conexiones que tienes con los prefectos seguramente las chances indiquen que tu castigo será disfrutable. Ahora entiendo porqué tanto amiguismo por los hombres que son figuras de autoridad, es muy conveniente.
"Pero yo no soy mayor" le dijo, aunque su mamá le había enseñado a nunca cerrar puertas y Brandon sabía que no estaba en condiciones de rechazar a nadie. Pero Josephine tenía una historia complicada, y a Jotapé le gustaba tanto según lo que le había dicho a Seth y a él... sería medio de traidor agarrar viaje.

[Brandon Driscoll]

¿Ves? Ya me parecía que tu falta de reticencia al castigo venía con segundas intenciones. Leía a Leo demasiado feliz y entregada al destino después de esa patada.
No supo qué decirle a Leo con el comentario, porque nunca le habían dicho ninguna de esas cosas en serio. Siempre había escuchado cosas irónicas de sus hermanas, que solían sugerir que más que bueno era estúpido, y que lo único lindo era que se parecía a ellas con el cabello largo. Así que su respuesta fue reírse, como si lo de ella fuera una broma, aunque visiblemente incómodo. Tanto que se quejaba de que a Jotapé le conseguían una cita con Bree y a él nada, ahora que Leo sugería algo él se daba cuenta que era un cobarde.