5º Curso, Slytherin
Fecha de Nacimiento:
24 de Noviembre de 1973
Padres:
Amber y Charles Summers. Ambos poseen poderes mágicos.
Personalidad:
Megan es hija única, y sí – a riesgo, de parecer una frase tópica de hija mimada - adora a sus padres, y reconoce haber tenido una infancia maravillosa. De su madre aprendió a amar tanto cuanto le rodea, y de su padre, a creer firmemente en sí misma.
No pretende exteriorizar demasiado sus sentimientos; lo cual provoca en ella una imagen incluso más intimidante de lo que ella se conoce. No es consciente de ello, pero su expresión natural no viene siendo lo que se dice “una cara amigable”.
Tiene unas ideas muy claras de quien es y lo que desea, pero su personalidad más introvertida – Y la que nunca expondrá en público– es que es insegura. Es insegura porque aunque crea firmemente en sus ideales, tiene miedo a ser juzgada por no ser comprendida por el resto de personas. Este miedo se vio acentuado hace concretamente cinco años, cuando el sombrero seleccionador escogió para ella, una casa en la que abundan digamos que… Personas con opiniones bastante opuestas a la suya.
Meg (¡Sí, la acabo de llamar Meg, a si has leído hasta aquí, a estas alturas ya hay confianza suficiente como para andarnos con formalidades!) tiene dos pasiones; una oculta y otra revelada. ¿En qué se diferencian? En que una puedo contárosla y la otra no.
Su única pasión, a ojos de cualquiera es todo aquello que tenga relación con las Criaturas Mágicas. Es de esas brujas, que probablemente antepondría la vida de cualquier criatura inocente antes que la de cualquier mago consciente.
Es con estas criaturas con quien Megan se desahoga cuando necesita contarle algo a alguien, y no tiene a quien porque… Bueno, porque rara vez Meg confiaría en alguien. Probablemente, habrá algún Bowtruckle en los terrenos de Hogwarts que haya logrado sacarle muchas más confesiones a Megan que cualquier alumno durante los últimos cuatro años, ¡Qué vamos ha hacerle!
¡Por cierto, profesores! Deben saber algo más sobre Megan Summers; no se dejen engañar por su capacidad de improvisación. Megan puede ser una joven inteligente, pero no es ni por asomo, una modélica estudiante amante de las normas que ella considera… ¿Cómo lo diría? ¿“Prescindibles”?.
Familia:
Megan nació en el seno de una familia de magos, hasta donde su ascendencia se conoce, no existen muggles, mestizos ni magos nacidos de muggles en el árbol genealógico de su familia. Es, en otras palabras una “Sangre limpia”; término que Megan detesta.
No es que Megan rehuse de su estirpe, como buena Slytherin está orgullosa de proceder de una familia totalmente mágica. Es, la diferenciación en términos – Y la asociación de esta, a los miembros de la casa Slytherin de Hogwarts – en la propia comunidad mágica lo que Megan rechaza.
Para ella, la familia es una consecuencia, no un estatus que abra puertas. Por ello mismo no puede evitar sentirse superior – aunque no lo demuestre, pues el respeto para ella es uno de los ideales a tener en cuenta - a aquellos que se jactan de su estirpe. Siendo consciente de que muchos magos que se consideran a sí mismos sangre limpia, ocultan, que no todos sus antepasados cumplieron esta condición.
Ella sabe que ha terminado en la casa Slytherin por su padre, cuyos genes fueron más fuertes que los de su madre, pero antes de ingresar a Hogwarts, Megan se había mentalizado para amar y respetar su casa – Fuera la que fuera - Sabiéndose, que de haberse parecido más a su madre, a quien admiraba, hubiera pertenecido a Hufflepuff.
La familia Summers, de procedencia irlandesa fue reconocida en el mundo mágico algunas generaciones atrás. Sin embargo, al trasladarse a Londres y al conocer a Amber en la escuela Hogwarts de magia y hechicería, Charles Summers aprendió otra forma de ver el mundo; un estilo mucho más anónimo, que curiosamente le resultó mucho más apacible.
Actualmente, Amber y Charles comparten un negocio resultado de la pasión de ambos; la alquimia y la magia terrestre. Después de graduarse, la pareja viajó durante años, formándose en encantamiento de metales y realizando una laboriosa investigación sobre las propiedades de infinitas sustancias mágicas, principalmente metales y minerales.
Años después de su aventura, llegados a un grado de madurez decidieron formar una familia y echar raíces en un pueblo de Wiltshire; Castle Combe. Es así como surgió lo que ellos llamaron “El negocio familiar”; una pequeña tienda, en la que se elabora y diseña, todo tipo de joyería mágica; pequeños y brillantes objetos, con un poder inmenso que recibe el nombre de “El taller de Gemas de Charles & Amber” Y poco después del negocio, llegó Megan.
Altura: 1,73 cm
Apariencia:
- - “Megan Summers…¿Es esa chica alta de la casa Slytherin?”
- - “Sí, bueno… Te refieres a la chica con mirada inexpresiva de quinto curso” - “Creo que Megan es bastante atractiva cuando sonríe”
- - “¿Cuando fue la última vez que se la vio hablando con alguien?”
- - “Una vez me senté frente Megan en el Gran Comedor, tiene unas pestañas larguísimas y unos ojos castaños enormes”
- - “Esa chica se ve siempre tan elegante vistiendo sólo de negro…”
Poco más puedo contaros sobre el aspecto físico de Summers, sus rasgos son similares a los de su padre, es fácilmente reconocible como la hija de Charles; una joven alta, de tez morena, melena larga y con unos redondeados ojos castaños, a veces… Sumergidos en tantos pensamientos que se tornan un marrón oscuro, casi negro.
Nunca ha pasado demasiado tiempo pensando en como vestirse, pero esto no se debe a que descuide su imagen, más bien todo lo contrario. Es coqueta, y conoce tan bien su estilismo que ha organizado su armario de tal forma que todo combine, ¿Qué le podría ir mejor al negro, sino el propio negro?

Algo Más:
[*] [/color][/b] Actualmente Megan tiene dos mascotas: Boötes, la mascota de la familia. Nunca fue una decisión, sino una adaptación involuntaria; Boötes comenzó siendo un ladronzuelo de hocico pardo, probablemente domesticado pero extraviado de su familia. Llegó a Wiltshire cuando Megan tenía 8 años, fue el quien encontró a los Summers y no a la inversa. Boötes, el escarbato dió muchos problemas cuando descubrió el negocio de la familia Summers; no era de extrañar... Todo allí eran gemas, oro, platas y las más brillantes joyas encantadas. Para Boötes, aquello era un botín infinito, y para la familia... Bueno, para la familia, lo que comenzó siendo darle caza al ladrón, acabó en una tierna adopción por parte de Megan, Amber y Charles.
[*] [/color][/b] Casper, es en cambio, la mascota de Megan en Hogwarts. Fue al cumplir los 11 años y recibir la carta de ingreso a la escuela de Magia y Hechicería cuando, como enhorabuena, sus padres decidieron regalarle a Meg su propia lechuza. Nunca una mascota ha ido tan en desacorde con su dueña; pese a tener un plumaje blanco y suave, Casper siempre se ve destartalada, inquieta y estresada. Tiende a picotearse las plumas, y sus enormes ojos tienen un ligero y poco perceptible pero existente estrabismo.
[*] [/color][/b] Su mejor amiga es Rachel Sullivan; son amigas desde primer año y es la persona a la que confiaría su vida si fuera necesario. También es la única persona que sería capaz de sacarle a Megan una confesión sobre lo que piensa de un individuo u otro; por norma, trata de disimularlo.
[*] [/color][/b] Megan tiene otro buen amigo en Hogwarts y ese no es otro que Rajesh Korrapati. Pese a su absurdo afán por destacar y en contra de lo que Megan anhela - pasar desapercibida - La joven reconoce que Rajesh es una persona divertida, que posee uno de los corazones más nobles de su casa; aunque el papel que él trate de representar sea el de mago tirano y ególatra.