Nombre completo:
Apolline Maud Bonnet Pullman
Casa y año:
6to Gryffindor
Padres:
- Ambos muggles.
Personalidad:
Tener iniciativa no es una de sus principales cualidades. Se le es muy fácil pensar en hacer las cosas que cree correctas pero realizarlas es una página de otro libro. Puede ver como alguien está haciendo algo que no es correcto pero ella es incapaz de hacer algo para detenerlo, prefiere esperar a que otra persona actúe para luego ella unirse. No es algo de lo que esté orgullosa pero está más allá de su poder lograr cambiarlo porque, desafortunadamente, le importa lo que dicen los demás y actuar siguiendo sus impulsos no es un lujo que se puede dar si no quiere levantar más de una mirada desaprobatoria.
Prefiere pasar desapercibida y ser promedio en todas las cosas que puede y, de hecho, se esfuerza por mantener esa imagen. Saca notas promedio, no se mete en problemas pero tampoco es la lame botas de los profesores, no es lo que se llama ‘sociable’ pero tampoco es tan huraña como para no tener un pequeño grupo de amigos. Es agradable con la mayoría y siempre ayudará en lo que esté a su alcance si se lo piden. En sí no tiene nada de maravilloso y eso le gusta.
Sin embargo, hay algo en lo que sí es un poco diferente: tiende a obsesionarse con ciertas cosas. Puede que con un chico, con una materia, con una comida, con un libro. Le da por temporadas y a veces llega un momento en que se cansa, pero la retoma después de algún tiempo. Le gusta tener algo en mente y hacer algo en su tiempo libre y normalmente lo dedica en su obsesión del momento.
No es buena haciendo amigos ni entablando conversaciones largas a menos que tenga cosas en común con la persona en cuestión. Le cuesta sacar temas del aire y ser graciosa. En sí es bastante aburrida pero jamás rechazará una charla con alguien y tratará de seguirle el hilo como mejor pueda. Con el sexo opuesto la historia no varía demasiado, si no le gusta pues actúa con normalidad como si de una chica se tratase, si por el contrario le atrae suele responder con monosílabos porque su repertorio de temas se reduce a la mitad. Démosle gracias a Merlín que no es ‘demasiado’ enamoradiza y que no le gustan varios a la vez.
No es rencorosa en lo absoluto, considera que no hay mal que el tiempo no cure y en su caso no hay mal que el tiempo no haga olvidar. Usualmente a las pocas semanas se olvida del porqué estaba enfadada con tal o cual persona y la trata como si nada. Como su personalidad no propicia los malos encuentros no es raro adivinar que jamás ha estado realmente molesta con alguien.
Familia:
En primer lugar tenemos a Bernard Bonnet, un inglés con descendencia francesa (y mágica), contador y un poco obsesionado con el trabajo. Luego está Rebecca Pullman, inglesa, abogada e igualmente obsesionada con su carrera. Cuando Bernard comenzó a trabajar en su respectiva área en una empresa de seguros recién formada, el tío de Rebecca le permitió trabajar (a ella) en la parte legal de la misma, por ser el dueño. Ambos se quedaban hasta tarde en las oficinas y un par de encuentros fueron suficientes para comenzar salidas casuales, de allí pasaron a la relación formal y después de dos años Bernard decidió dar el gran paso del matrimonio. Luego de tres años consideraron tener a su primer hijo, lo que tardó en ocurrir a pesar de que lo intentaron varios meses, al mes seis lograron concebir a Apolline y tres años después a Aurore.
Cuando Rebecca se percató de algunas acciones extrañas que hacía Apolline su marido no tuvo más remedio que decirle la razón por la que su madre hablaba de manera tan extraña a veces y finalmente revelarle la parte mágica de su familia, lo que Rebecca tardó en entender pero toleró y hasta le llegó a parecer interesante al pasar el tiempo. Pensaron que Aurore iba a ser normal porque sus cualidades mágicas salieron mucho más tarde que las de Apolline, sin embargo a ambas les llegó la carta cuando cumplieron once años sin falta.
Apolline se lleva muy bien con sus padres, los respeta y los quiere, cuando llegó a la pubertad quizás dejó de tener tanta comunicación con ellos, especialmente con su madre, y llegó un punto en que le apenaba decirle si se sentía triste o preocupada, o si le gustaba tal o cual muchacho, la distancia por tanto tiempo desde que ingresó a Hogwarts propició esto pero el cariño persiste y cree que eso es lo más importante.
Después está la relación con su hermana menor. En realidad son completamente distintas. Aurore (13) tiene todo lo que Apolline no, la determinación, el coraje, la creatividad para hacer las cosas sin miedo a resaltar, sociable (en exceso), la impulsividad y por todo esto es que se llevan muy bien y a la vez no tanto, por los choques de personalidad. Apolline tiene la necesidad patológica de cuidar de su hermana para que no se meta en líos y cuando no está ocupada con su obsesión del momento está vigilándola. Y no hay que ser un experto en la lectura de las hojas de té para saber que cuando se mete en problemas la llaman a ella para pedirle que la controle. Lo bueno es que a la única persona que le hace caso es a Apolline por lo que su trabajo no es tan difícil, constante porque no tarda más de una semana para hacer la misma cosa indebida, pero no tan complicado.
En la actualidad Bernard sigue trabajando en la empresa de seguros pero en su sede en Coventry mientras que Rebecca se unió a un bufet.
Altura: 163 cm (1.63 mts)
Apariencia:
Su apariencia le permite seguir su cometido de pasar desapercibida porque en realidad no tiene nada extraordinario, sin embargo es agradable a la vista. En otras palabras es bonita más no hermosa.
Su cabello es liso y castaño, su corte es escalonado y tiene una pollina para disimular su quizás-no-tan-grande frente. Tez blanca. Ojos grandes, redondos y oscuros, sin pestañas muy prominentes (adornados con unas enormes gafas, cabe resaltar). Su nariz es pequeña y perfilada. Sus labios carnosos pero no excepcionalmente voluptuosos.
Es delgada con atributos bastante normales para una chica de su edad. No tiene una cintura miniatura como muchas otras ni tampoco un enorme trasero bien definido que presumir, no obstante está conforme con su apariencia.
Le gustan sus piernas, aunque le gustaría que fueran más largas supone que es lo más bonito que va a poder conseguir con su estatura.
Su look solo se puede definir con una sola palabra: muggle. Nada de túnicas ni la moda de la Corazón, no. Le gusta sentirse cómoda usando camisas de algodón y pantalones de jean. No es particularmente fanática del invierno porque le gusta usar shorts, pero como siempre hay un frío infernal (sí, porque es un infierno para ella) no le queda más remedio que usar varios abrigos que pocas veces combinan.
Defectos y virtudes:
-Posee poca iniciativa para llevar a cabo sus ideales.
-Es capaz de obsesionarse terriblemente por algo o alguien.
-Teme resaltar.
+Agradable.
+No rencorosa.
+Es protectora discreta. Cuida de los suyos sin hacerlo realmente evidente. Vigilándolos, tratando de decirles lo que es bueno y lo que es malo pero sin llegar a ser posesiva.
Algo más:
-Tiene una Chinchilla llamada Mustapha que fue un regalo de su abuela de uno de sus viajes por Sudamérica cuando cumplió once, en celebración de la entrega de la carta de Hogwarts.
-Actualmente tiene dos obsesiones: La primera es la astronomía. Le encanta, puede leer un libro de ochocientas páginas sobre las lunas de Júpiter con gusto y le cuesta un mundo y medio no sacar Extraordinario en la materia, pero aún así lo logra (Dejando de responder una que otra pregunta en los exámenes). Y la segunda y quizás la más importante es Ashley Hogan. Comenzó a principios de este año escolar cuando alzó la vista en la cena de bienvenida en el Gran Comedor y se quedó prendida en la belleza del muchacho. Lo sigue disimuladamente y ya se sabe su horario de clases por lo que lo busca cuando sabe que está libre y lo observa a la lejanía. Hasta ahora ha tenido suerte de que no la ha pillado en su trabajo de stalker incansable.
-Como sufre de astigmatismo tiene que usar unas enormes gafas. No es que no le gusten, porque si le gustan, pero le incomodan y a veces las olvida y termina con dolor de cabeza por tratar de enfocar la vista para poder leer. Tiene unos lentes negros y están los de repuesto que son blancos.
-Si bien sus padres son tan muggles como la Coca-Cola, su abuela, llamada Maud Boursot, fue una bruja estudiante de Beauxbatons por lo que su descendencia mágica provino de ella.
-Anteriormente vivía en Bristol pero en el '67, cuando Apolline tenía tres años, ella y su familia se mudaron al suburbio residencial de Whoberley, en Coventry, cuando su madre estaba embarazada de Aurore. Los Bonnet no eran los únicos nuevos de la zona puesto que Coventry había sido recientemente reconstruida después de los bombardeos de la segunda guerra mundial. Tienen varios amigos en el vecindario por esta razón.